2019: Del activismo digital a la acción ciudadana
Resumen social anual

Animalistas recorrieron varias calles del Vedado, en la capital, para exigir el cese de la crueldad contra los animales y una Ley de Protección Animal, en la primera marcha convocada y realizada por la sociedad civil cubana que contó con una autorización del gobierno municipal.
Foto: Jorge Luis Baños_IPS
El 2019 fue el año del infoactivismo y la convocatoria ciudadana al espacio público. Luego de la apertura del servicio de internet por datos móviles en diciembre de 2018, las redes sociales y otras plataformas digitales se convirtieron en escenario para el debate, la movilización social y la confrontación política. De ahí surgieron las iniciativas ciudadanas más aglutinadoras, las polémicas más encendidas y los cuestionamientos legales más frecuentes del periodo.
El año empezó en las redes y cerró en ellas: desde el 28 de enero y durante varias semanas, la ciudadanía inundó estos espacios con una movilización espontánea de ayuda humanitaria, tras el paso de un tornado EF-4 que atravesó, inesperadamente, parte de la capital cubana. Y concluyó con similar intensidad: desde el 30 de diciembre, y durante varias semanas, se desarrolló un debate sobre la censura en la televisión cubana, a raíz de la exclusión del humorista Andy Vázquez del popular programa televisivo “Vivir del cuento”.
Fue el año de la primera marcha masiva realizada sin autorización y protagonizada por la comunidad LGBTI (lesbianas, gays, bisexuales, trans e intersex); de la propuesta ciudadana de una ley integral contra la violencia de género; la realización de performances en contra del acoso y el abuso sexual, de la consolidación y reconocimiento internacional de varios medios independientes y el surgimiento de proyectos socioculturales de carácter antirracista.
También resultaron 12 meses de debates y reclamos sobre normativas restrictivas como la ley 370/2019 sobre la política de informatización en el país, así como las polémicas asociadas al despido de profesores en universidades cubanas por razones ideológicas y denuncias sobre cuestionables procederes policiales, tanto contra la prensa independiente como la sociedad civil, en todo su arco político.
Internet: el inicio de casi todo
Cuando todavía la población experimentaba con internet por datos móviles, a un mes de inaugurado el servicio de forma masiva en diciembre de 2018, sucedió una activación ciudadana sin precedentes en apoyo a los damnificados del tornado que el 27 de enero atravesó parte de La Habana.

Desde Facebook, WhatsApp y Twitter, principalmente, se generaron cientos de publicaciones diarias relacionadas con el tema, con mensajes de aliento o iniciativas ciudadanas de apoyo directo, económico o logístico. De esta forma se generó una oleada de solidaridad espontánea, inédita en un país donde las autoridades y entidades legales centralizaban las ayudas en esos casos. Varios proyectos colectivos lograron auxiliar a decenas de familias, a partir del recaudo en redes sociales. Otros empeños de carácter más personal, con artistas, personalidades, influencers, proyectos comunitarios e instituciones, encontraron eco en estas plataformas, que también sirvieron para denunciar limitaciones en la organización para hacer llegar los donativos.
Pero si el tornado resultó la chispa, los meses subsiguientes atizaron la braza de las polémicas y convocatorias digitales.
#YovotoNo devino campaña posicionada en los dos primeros meses, hasta la votación de la Constitución de la República, el 24 de febrero. Aunque la Carta Magna fue validada por casi 87 por ciento de la franja con derecho al sufragio, el hashtag reinó en diversos espacios online. Si bien la disconformidad surgió ante la exclusión del artículo 68 –que viabilizaba la unión consensual entre dos personas, como forma de aprobar el matrimonio igualitario en la isla–, al llamado a votar por el No se unieron otros desacuerdos con varios artículos constitucionales, especialmente vinculados al sistema político, la organización de los medios de comunicación y los tipos de propiedad, entre otros.

Los retos o challenges y el posicionamiento de hashtags con peticiones al gobierno de Cuba llegaron para quedarse en el espacio digital. Estas tendencias irrumpieron en la nación caribeña con los datos móviles y tuvieron versiones criollas. Así llegó el #TrashChallenge, iniciativa ambientalista global que incitaba a la limpieza de zonas contaminadas; o #LaColaChallenge que invitaba, en el mes de mayo, a las y los usuarios a hacerse selfies en una cola durante la crisis de desabastecimiento de los primeros meses de 2019; o #BajenLosPreciosdeInternet, que desde junio se ha mantenido, aleatoriamente, reclamando de forma directa a la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba.
En agosto prevaleció #YosoySnet, que agrupó las polémicas y convocatorias a protestas asociadas a la red comunitaria digital Street Network (SNET), amenazada con desaparecer luego de las resoluciones 98 y 99 del Ministerio de Comunicaciones. Finalmente, SNET quedó como apéndice de los estatales Joven Club de Computación y Electrónica, lo cual implicó perder su actividad y autonomía con la estructura inicialmente concebida.
Otra de las temáticas más posicionadas fue el debate sobre la aprobada Ley de Símbolos Nacionales, a partir de #LaBanderaEsDeTodos. Con el empuje de artivistas, más de 200 usuarios publicaron imágenes junto a la bandera, en desaprobación a la mencionada regulación.
A todo el debate y las convocatorias se sumó la frecuencia en las peticiones de firmas online a favor o en contra de procesos, documentos o personas. Si bien han existido varios ejemplos, el clímax comenzó en agosto, cuando el profesor José Raúl Gallego convocó a rubricar una carta denuncia contra la discriminación en las universidades cubanas. La solicitud surgió a raíz de declaraciones oficiales emitidas por máximos representantes del Ministerio de Educación Superior sobre lo que debe ser un profesor universitario, además de la polémica asociada a la salida por causas aún no aclaradas de la profesora Omara Ruiz Urquiola, del Instituto Superior de Diseño.
A partir de plataformas digitales como Change.org se logró aunar más de 3.900 firmas, en una iniciativa que sirvió de antesala a otras, como las firmas a favor de una Ley Integral contra Violencia de Género o la promovida para restituir al actor Andy Vázquez, en el personaje de Facundo, al popular programa televisivo “Vivir del cuento”.
En este último caso, se han reunido más de 3.000 firmas para que Vázquez regrese al estelar espacio de humor, luego de ser sancionado por emplear el personaje en una sátira sobre altercados ocurridos durante la inauguración del mercado Cuatro Caminos en La Habana, en noviembre de 2019.
Por una Ley Integral contra la Violencia de Género
Se pedía desde hace años. Se soñaba entre activistas, especialistas, académicas e intelectuales. Los debates en las redes sociales ensalzaron aún más los deseos y necesidades. Los recientes acontecimientos sociales y gubernamentales dispusieron la oportunidad.
Un reclamo formal de 40 ciudadanas cubanas por una Ley Integral contra la Violencia de Género fue entregado, el 21 de noviembre, a la Asamblea Nacional del Poder Popular (parlamento unicameral). A partir de la plataforma #YoSíteCreoenCuba, han firmado cerca de 1.000 personas que apoyan lograr una ley de este tipo en el cronograma legislativo, para implementar la nueva Constitución.
Para llegar a esta petición, otras acciones tuvieron lugar en un año definido por los debates y acciones ciudadanas en temas de género.
En este panorama influyó la polémica generada por el primer dato oficial público sobre asesinatos de mujeres por parte de sus parejas o exparejas. El “Informe Nacional sobre la implementación de la Agenda 2030”, que fue presentado en abril durante la tercera reunión del Foro de Países de América Latina y el Caribe sobre el Desarrollo Sostenible, reveló la cifra, luego de un inicio de año marcado por otros casos de este tipo compartidos en las redes sociales.
![]() Más en la cobertura de la Jornada Cubana por la No Violencia hacia las Mujeres y las Niñas 2019. |
La Plataforma de apoyo a las víctimas de la violencia de género en Cuba, #YoSíTeCreo, se ha convertido en este tiempo en un espacio para la denuncia y el reclamo de la necesidad de crear un sistema integral de atención en el país. Surgió como una página de apoyo a la cantante Dianelys Alfonso, quien en junio acusó públicamente por presuntos hechos de violencia física, sexual y verbal, a su expareja y empleador, el músico José Luis Cortés. Hoy el apartado divulga historias de víctimas con el título “Testimonio de una internauta” y sirvió de espacio para reclamos ciudadanos como una carta abierta, escrita y firmada por un grupo de feministas cubanas, en respaldo a Alfonso y a todas las víctimas de agresiones sexistas.
Pero, entre todo, las intervenciones performativas fueron la novedad de 2019. Las propuestas de este tipo iniciaron en marzo, cuando la Campaña Nacional por la No Violencia hacia las Mujeres y las Niñas, #Evoluciona, publicara un pionero experimento social sobre el acoso callejero en Cuba. Con más de 15.000 reproducciones en pocos días, el material resultó viral durante varias semanas. A ello se sumaron, de la propia campaña, las intervenciones públicas en el céntrico mercado Carlos III y en el estadio Latinoamericano. Con gran afluencia de público, la actriz Camila Arteche y otros artistas realizaron presentaciones y debates con el público.
También se amplió la red de consejerías para mujeres en situación de violencia, un proyecto que mantienen varias oenegés e instituciones cubanas, con el protagonismo del Centro Oscar Arnulfo Romero. La profesora Magela Romero inauguró el espacio Aire, para el autocuidado de lideresas feministas. Y el amplio programa desplegado cada año durante los 16 días mundiales de activismo tuvo como sede central a la provincia de Santiago de Cuba. Incluso, ya en diciembre, feministas cubanas protagonizaron una versión del performance “Un violador en tu camino”, para sumarse al movimiento global iniciado por la colectiva LasTesis, en Chile.
Activistas políticas opositoras al gobierno socialista iniciaron en septiembre la campaña #UnidasPorNuestrosDerechos, para focalizar la violencia ejercida contra las mujeres que quieren participar de la política. Impulsada por la Alianza Cubana por la Inclusión y la Red Femenina de Cuba, la iniciativa conjunta lanzó en diciembre el calendario “Mujeres en la Historia de Cuba”.
Una marcha para la conga que no fue
El activismo LGBTI ha ocupado titulares por años en Cuba y 2019 no fue diferente. Incluso más, cuando protagonizó el 11 de mayo la primera marcha no autorizada en favor de los derechos de la comunidad.
La acción pública fue convocada y organizada por activistas, de manera espontánea, luego de que el estatal Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex) suspendiera la tradicional Conga contra la Homofobia y la Transfobia (marcha festiva), como parte de la Jornada que cada año organiza la institución. “Circunstancias que no ayudan a su desarrollo exitoso” fue la justificación brindada, además de mencionar la “actual coyuntura” del país, que atravesaba una crisis considerable de desabastecimiento durante esos meses.
La respuesta fue la celebración de la Marcha Alternativa sin autorización oficial, que terminó con cerco policial y al menos cinco detenciones. Tras el incidente violento, varios manifestantes se sentaron en el suelo del parque y algunas parejas se subieron sobre los bancos para besarse en la boca, aupadas por gritos y aplausos.

En días posteriores, el proyecto “Dame la mano” se hizo viral en redes sociales, en una convocatoria de expresión libre que culminó con decenas de fotos de acciones públicas y performativas. La iniciativa también compartió imágenes de parejas LGBTI que paseaban tomadas de la mano por espacios de la ciudad. Resultaron dos convocatorias, en menos de una semana, que aglutinaron a este segmento, tanto en entornos públicos como en las redes sociales.
No exento de contratiempos e incomprensiones, el Cenesex realizó parte del resto de las actividades previstas en la 12 Jornada Cubana contra la Homofobia y la Transfobia, que tuvo como sede central a la provincia de Camagüey.
Devinieron meses donde fueron frecuentes las denuncias por discriminación y segregación. Activistas e integrantes de la comunidad criticaron en redes sociales presuntos actos discriminatorios por parte de agentes policiales, en instalaciones turísticas y publicaciones homofóbicas en medios estatales cubanos. En ese sentido, el Cenesex se pronunció en varias ocasiones. “Constitucionalmente, se prohíbe cualquier actitud discriminatoria” y “es ofensivo utilizar la orientación sexual para descalificar a las personas”, fue la respuesta ante la denuncia por una caricatura aparecida en el semanario Girón, de la provincia de Matanzas.
Durante el año, varias iniciativas, activistas e instituciones promovieron espacios de debate y capacitación de cara al referendo por el Código de las Familias, que debe legislar respeto al matrimonio igualitario o al menos la unión legal de personas del mismo sexo. Y sucedieron varias confrontaciones en redes sociales entre activistas LGBTI e iglesias y creyentes que se oponen abiertamente al reconocimiento de este derecho.
Campo religioso ante el reto del fundamentalismo
Varios líderes de comunidades de fe, activistas y académicos opinaron que la falta de articulación y una estrategia común entre iglesias, activismo e incluso el Estado, deja libre el camino al avance del fundamentalismo religioso en Cuba, un fenómeno que dejó claro su alcance en la sociedad cubana durante la consulta del proyecto constitucional, en 2018.
En junio, siete iglesias fundaron en el municipio cubano de Placetas, en la central provincia de Villa Clara, la Alianza de Iglesias Evangélicas Cubanas porque, según declararon, “las denominaciones que la integran no se sienten representadas delante de las autoridades y el pueblo cubano por el Consejo de Iglesias de Cuba (CIC)”. Las iglesias, entre las que se encuentran las de más fieles dentro de las denominaciones evangélicas, protagonizaron un cisma, que se oficializó con su pedido formal, el 29 de octubre, de legalización ante el Registro de Asociaciones del Ministerio de Justicia.
Algunos proyectos e instituciones como Abriendo Brechas de Colores (ABC), la Iglesia de la Comunidad Metropolitana en Cuba (ICM), los no gubernamentales Centro Martin Luther King (CMLK), CIC y el Centro Oscar Arnulfo Romero propusieron buscar alianzas, coordinar acciones y trazar las pautas para ponerle freno, mediante el diálogo, a esa corriente que califican de conservadora. En ese sentido, publicaciones, medios independientes y encuentros han alertado que el avance de esta corriente constituye un peligro, sobre todo, para los derechos de las mujeres y comunidad LGBTIQ+.
Otros acontecimientos fueron el fallecimiento del cardenal Jaime Ortega Alamino, incomprensiones respecto a la realización de encuentros religiosos como la II Jornada Nacional de la Juventud, los debates sobre reducir los sacrificios animales en las religiones afrocubanas y otros que aluden a la necesidad de esclarecer cuestiones relacionadas con el abordaje de contenidos religiosos en espacios públicos.
Más proyectos antirracistas y de orgullo afro
La mayor trascendencia en el año recayó en la proliferación de iniciativas ciudadanas para el rescate de la identidad y cultura afro.
La Celebración de cabello natural, el Festival AfroConciencia y los proyectos autónomos Bárbara´s Power, Somos mucho más, Lo llevamos rizo y La alianza de la diáspora africana conformaron algunas de las acciones e iniciativas que, durante el año, defendieron el empoderamiento y lucha contra la discriminación racial de mujeres y hombres orgullosos de su identidad africana y cubana.
El activismo antirracista sintió el cierre de Afrocubanas, proyecto autónomo que durante casi una década generó debates por la igualdad de género y promovió la unidad de las iniciativas antirracistas en Cuba. Pese a su desactivación, las integrantes insistieron en que se mantendrán “dispuestas a continuar nuestra lucha constructiva y revolucionaria en contra del racismo y la discriminación racial”. De hecho, una de ellas, la socióloga Yulexis Almeida, fundó en noviembre el proyecto Todas por todas (TxT), que vincula academia y activismo.
Por otro lado, no faltaron las críticas y debates contra el racismo en la isla caribeña, como el sucedido a raíz de las opiniones de Miguel Cabrera, historiador del Ballet Nacional de Cuba, durante la emisión del 29 de octubre del programa “Con dos que se quieran”, conducido por el cantautor Amaury Pérez. Varios activistas calificaron de excluyentes y discriminatorios los comentarios, donde el historiador empleó adjetivos racistas y expresiones segregacionistas.
Incluso, las y los activistas fueron más allá y, en agosto, Norberto Mesa, del proyecto Cofradía de la Negritud, envió al presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, una carta abierta donde propone un encuentro con las diversas plataformas de la sociedad civil cubana para debatir problemas relacionados con la discriminación racial. Mesa aseguró que no recibió respuesta directa, pero percibió como tal el anuncio en noviembre de la creación de un programa de gobierno contra el racismo y la discriminación racial, que incluye el enfrentamiento al regionalismo y la discriminación por el origen étnico y nacional.
Reflexiva constituyó, además, la escuela de posgrado sobre feminismo negro que se desarrolló como parte de la Jornada del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales. Con la presencia de académicas y activistas de la región, el taller comprendió temas como el feminicidio político, los mega destierros y la invisibilización. Estas y otras agendas académicas y socioculturales se integran a las acciones institucionales y ciudadanas como parte del Decenio Internacional de los Pueblos Afrodescendientes (2015-2024), proclamado por Naciones Unidas, aunque todavía carece de un plan nacional de actividades.
Dos caras de la moneda para los nuevos medios
El 2019 será igualmente recordado como el año del afianzamiento en el trabajo de varios medios de periodismo independiente, en la misma medida que se remarcaron las acciones gubernamentales contra ellos, con varias denuncias sobre detenciones, destrucción de material periodístico y prohibiciones de salir del país y hasta de sus viviendas por parte de las autoridades.
No obstante, devino periodo de logros y reconocimientos, como el Premio Gabo 2019 en la categoría Texto, para la periodista Mónica Baró por “La sangre nunca fue amarilla”, material publicado en la revista alternativa Periodismo de Barrio. El reportaje, publicado en febrero de 2019, aborda el envenenamiento por plomo que sufren, hace más de 40 años, pobladores de una comunidad del municipio habanero de San Miguel del Padrón.

Pero ese no fue el único lauro alcanzado por la prensa independiente, ni la única polémica. El primero de octubre, el Instituto Prensa y Sociedad, basado en Lima, Perú, anunció los del concurso Cubacrón, una iniciativa que busca reconocer la calidad de los cronistas de la nación caribeña, escriban en medios estatales o alternativos. Sin embargo, a mediados de mes, la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC) calificó de manipulación dicho concurso, a raíz de que dos de los trabajos finalistas pertenecían a medios oficiales en la isla.
Por otra parte, el sitio El Toque fue uno de los dos medios latinoamericanos reconocidos en los 2019 Online Journalism Awards (Premios de Periodismo Digital). Por su especial multimedia “La Cuba que viene”, el equipo de realización ganó en la categoría Reporteo Explicativo de una Sala de Redacción Pequeña. De acuerdo con El Toque, este material fue creado para generar mayor conciencia en el público y un mayor entendimiento de la reforma constitucional que se llevó a cabo en Cuba, entre julio de 2018 y febrero de 2019.
Pero el escenario más complejo sucedió cuando, el 7 de octubre, por primera vez desde el surgimiento de los medios de prensa independientes cubanos, 19 de ellos publicaron una declaración conjunta en sus respectivos sitios web. A partir del aumento de la represión contra sus reporteros y colaboradores, el documento demandó la legalización del ejercicio periodístico fuera del sistema de medios estatales, la derogación de leyes que coartan la libertad de expresión y el acceso transparente a la información de las instituciones gubernamentales.
El caso más complicado del año fue el del abogado y periodista independiente Roberto Jesús Quiñones Haces, condenado en agosto a un año de trabajo correccional con internamiento por el Tribunal Municipal de Guantánamo, por desobediencia y resistencia a las autoridades, a raíz de los sucesos del 21 de abril, cuando fue detenido mientras intentaba reportar sobre el juicio realizado a una pareja por educar a sus hijos en el hogar.
Y parece que será ley
Demandado desde hace años por protectores, un proyecto de ley de bienestar animal que se consulta en el Ministerio de la Agricultura abre una puerta para la tenencia responsable de mascotas, con deberes y sanciones severas, en correspondencia con la gravedad de las indisciplinas.
El documento responde a años de reclamos, recogidas de firmas y peticiones de una propuesta legislativa de protección animal. Sin embargo, el anuncio sobre la existencia de un anteproyecto de ley se produce en un contexto de frecuentes denuncias sobre maltrato animal en las redes sociales, no solo en contra de las entidades encargadas de recoger a los perros callejeros, sino también por la indolencia ciudadana.
Virales han sido las imágenes y publicaciones hechas por voces ciudadanas, como frecuentes las protestas y pequeñas manifestaciones para salvar del sacrificio a animales recogidos de las calles. De relevancia fue la primera marcha independiente -convocada y realizada por la sociedad civil cubana-, que contó con una autorización del gobierno municipal de Plaza de la Revolución, otorgada a la protectora Beatriz Batista. Un centenar de animalistas recorrieron varias calles del Vedado, el domingo 7 de abril, para exigir el cese de la crueldad contra los animales y una Ley de Protección Animal. Incluso se dio a conocer más la revista digital El Arca, única publicación no científica sobre animales en Cuba. No obstante, resultaron infructuosos los intentos de replicar en Santa Clara una caminata similar por parte del estudiante universitario y animalista Javier Larrea.
También se crearon nuevos refugios de animales, aupados por grupos de protectores que se organizan en numerosas ciudades cubanas, como Santa Clara y Trinidad. Los diversos reclamos, como la protesta pacífica del 11 de noviembre, realizada frente a la sede del Centro de Observación Canina de Zoonosis, en La Habana, culminaron en reuniones con autoridades, donde predominó un “consenso de la necesidad de trabajo conjunto por el bien de la salud humana, los animales y la sociedad cubana”. del Ministerio de la Agricultura confirmó que se trabaja en la elaboración de disposiciones jurídicas referidas a los animales y les fue presentado un resumen del anteproyecto de Ley de Bienestar Animal a activistas.
A este activismo animalista se adicionó un creciente accionar ciudadano por el medio ambiente, con protagonismo creciente de jóvenes. El capítulo cubano del movimiento internacional conocido como Juventud por el Clima o FFF, hizo su presentación en las redes sociales y dio sus primeros pasos, aun cuando algunas de sus actividades fueron limitadas y nunca recibió el permiso para que Cuba se uniera a las ciudades del mundo en huelga por el clima, el 20 de septiembre.
Predominaron en el periodo acciones de limpieza en varias zonas y provincias del país, motivadas por el #TrashChallenge, un desafío global contra la basura promovido por jóvenes. Desde intervenciones realizadas por trabajadores autónomos como Dennis Valdés y Juanky’s Pan, hasta convocatorias de jóvenes ambientalistas cubanos o de encuentros como el Festival del Río Casiguaguas y otros, promovieron la limpieza de forma voluntaria de márgenes de ríos, playas y vertederos. Destaque tuvo la iniciativa Salva una playa, que en varias ocasiones logró recopilar lomas de bolsas llenas de basura, y en la ciudad de Trinidad nació, no exento de incomprensiones, el proyecto de jóvenes Tú también puedes ayudar con snorkelin.

Otras voces, otros debates
- Proyecto Cuba Posible cierra por presiones. La iniciativa autónoma Laboratorio de Ideas Cuba Posible se desarticuló en mayo, debido a “un conjunto de actores tanto dentro como fuera de la isla” caribeña y limitadas “condiciones elementales para desarrollar el trabajo”.
En una declaratoria, explicaron, sin especificar nombres, que contra ellos se emplearon todos los mecanismos y métodos de instituciones poderosas, tanto dentro como fuera de Cuba, para deshacer sus oportunidades de trabajo. A pesar de su cierre, enfatizaron que la plataforma digital tendrá condiciones para funcionar, al menos, “como archivo de todo el trabajo realizado” (…) “De este modo, ahí quedará, para el presente y para la posteridad, esta inmensa obra de tantos buenos cubanos y amigos de Cuba”, indicó la nota.
![]() La realidad en cifras de las personas trans en Cuba. |
- Día para visibilizar personas trans cristaliza en Cuba. Plazas y espacios públicos de varias ciudades cubanas se pintaron de colores, a partir de la propuesta de un grupo de activistas para reunirse y formar banderas humanas del arcoíris, coincidiendo con el Día de la Visibilidad de las personas transgénero, el 31 de marzo.
A partir de convocatorias circuladas en redes sociales, los asistentes vistieron camisas, camisetas, blusas, chaquetas o pulóveres con colores de la bandera del arcoíris, que identifica al movimiento de personas LGBTI a nivel mundial.
Una iniciativa semejante se efectuó el 14 de febrero, cuando activistas habaneros y matanceros formaron banderas humanas del orgullo gay en espacios públicos, como parte de “una acción sutil, pero poderosa” que exhortó a parejas, sin importar su orientación sexual u orientación de género, a tomarse de las manos como un mensaje contra el odio, la violencia y los prejuicios.
- Súmate celebró su quinto aniversario. Con nuevos temas de incidencia, como responsabilidad social, cáncer de mama y consumo responsable de alcohol, el proyecto sociocultural Súmate por una vida sin violencia celebró sus cinco años.
Los pilares de la campaña son la promoción de la responsabilidad social empresarial para lograr una sociedad próspera y sostenible, alianzas estratégicas para elevar la calidad ambiental en torno al desarrollo humano y económico y la concientización y sensibilización multisectorial de amplia incidencia en la vida pública.
- Practicantes de la meditación en Cuba tienen una cátedra. Tras 10 años de intensa actividad en la capital y varias provincias cubanas, la asociación autogestionada OM Meditación profundizará su trabajo en la academia y las artes, con la creación de una cátedra honorífica en la Universidad de las Artes (ISA).
Fundada en noviembre, la cátedra permitió un marco regulatorio formal de contacto con las instituciones del país, que hasta el momento no tenía la organización, y posibilitará llegar a muchas más personas, sobre todo en el campo de las artes.
- Premios Instar y Cine independiente. Con el primer festival de cine independiente, continúa el trabajo de Instituto de Artivismo Hannah Arendt (Instar), que aprovechó el espacio para entregar sus premios 2019.
“Se considera el primer festival independiente toda vez que, a diferencia de la Muestra joven del Instituto de Arte e Industria Cinematográficos (Icaic), este certamen es el primero fuera de una institución establecida”, dijo la actriz Lynn Cruz, en la clausura del Festival Instar, el 8 de diciembre.
La idea de realizar un festival surgió luego de que Cruz organizara este año en la sede del instituto, en La Habana Vieja, una muestra de cine con autores independientes y jóvenes.
Según especialistas, cuando se miran retrospectivamente los más recientes 20 años del cine producido en Cuba, salta a la vista que las palmas se las lleva el cine independiente, por encima del respaldado ciento por ciento por el Icaic. También señalan que el organismo estatal no ha estado ajeno y ha propiciado -en cierto modo-, la relevancia de esta “otra” filmografía, que llega a 2020 con muy buena salud y nuevos retos.
- Último adiós. En sentida pérdida para el Ballet Nacional de Cuba y del mundo, la bailarina clásica Alicia Alonso (1920-2019) falleció en octubre de 2019, dejando tras de sí una de las escuelas y compañías más reconocidas en el ámbito danzario. Alonso fue una de las personalidades más relevantes en la historia de la danza y constituye la figura cimera del ballet clásico en el ámbito iberoamericano.
Las letras y la docencia cubanas lamentaron la partida de la profesora e investigadora Ana Cairo Ballester (1949-2019). La Premio Nacional de Ciencias Sociales y Humanísticas y Doctora en Ciencias Filológica dedicó su vida a la docencia y la investigación de temas relacionados con la historia de la Universidad de La Habana.
Fue un año de ausencias sensibles en la literatura cubana, también con el deceso del destacado poeta y ensayista Roberto Fernández Retamar (1930-2019). Premio Nacional de Literatura 1989, dos de sus mayores labores estuvieron en la dirección de la Casa de las Américas y la Academia Cubana de la Lengua.
Entre las pérdidas más visibilizadas por la sociedad civil estuvo la muerte del cardenal Jaime Ortega (1936-2019). Fue Consejero de la Pontificia Comisión para América Latina, además perteneció a las Congregaciones para el Clero y para la Pastoral Sanitaria de la Santa Sede. Era considerado figura clave de las relaciones Iglesia-Estado en las últimas décadas.
2020: Tiempo definitorio
![]() Historia del feminismo en Cuba Desde su estreno el 26 de junio en el habanero cine Chaplin, el documental En busca de un espacio, de la cineasta Marilyn Solaya, atrajo la atención de personas interesadas en conocer sobre la historia de este movimiento político en Cuba. “El filme intenta saldar una deuda histórica”, resaltar el rol ciudadano de esas mujeres y sus aportes a la construcción de la nación, “aspectos que han sido prácticamente silenciados”, dijo Solaya, sobre el documental que es la antesala de un filme mayor en preparación titulado Todas.
Resúmenes Anuales 2017201620152014 |
Si el año se pronostica por cómo empezó, serán 12 meses de fuerte activismo y participación de la sociedad civil; no solo en polémicas en redes sociales, sino en acciones de carácter más presenciales.
Se vaticina también un año donde sucederán escenarios de debate sobre los fundamentalismos religiosos, dados los enardecidos intercambios que ocupan las redes, desde hace días, relacionados con la frecuente publicación de mensajes homofóbicos, contra del aborto legal y seguro y los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres y la comunidad LGBTI.
El activismo continuará sus acciones para consolidar el avance en la Ley de Protección Animal y para continuar con la necesidad de que se promulgue una Ley integral contra la Violencia de Género, aunque esta última no está contemplada en el actual cronograma legislativo.
En estos meses sucederá, asimismo, la concepción final de un polémico Código de Familias que, por su complejidad, será presentado en marzo de 2021 al Parlamento, para luego ser sometido a consulta popular. Criterios y acciones sobre el apartado no faltarán en este 2020.
En el periodo también se vaticinan confrontaciones mediáticas, políticas y civiles asociadas a los llamados medios independientes. Cuando apenas pasan los primeros 20 días del año, ya estos espacios sufrieron un bloqueo temporal y muchos están colocados en un listado de medios que voceros oficiales consideran que actúan contra el gobierno socialista.
Como inició y cerró 2019, y como ya empieza este enero, sin duda internet y las redes sociales continuarán siendo un canal de intercambio y reclamos ciudadanos, que demostraron tener mayor efectividad que iniciativas de otro tipo sucedidas en los últimos años en Cuba. (2020)
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