Academia y activismo se unen contra la discriminación en Cuba
En el II Encuentro nacional sobre racialidad, equidad y políticas sociales para el desarrollo se abogó por erradicar la discriminación.
La Habana, 26 mar.- Con la finalidad de minimizar y llegar a erradicar en Cuba todas las expresiones de discriminación y por color de la piel sesionó en esta capital el II Encuentro nacional sobre racialidad, equidad y políticas sociales para el desarrollo.
El pasado 21 de marzo, en su segunda etapa, reunió en el provecto La Timba, del municipio Plaza de la Revolución, a representantes de la academia y el activismo, en torno a los debates a favor de la inclusión y la no discriminación.
Convocaron al encuentro la Fundación Nicolás Guillén, el Centro de Intercambio y Referencia sobre Iniciativas Comunitarias (CIERIC) y el proyecto AfroAtenAs, desde la Plataforma Participación y Equidad-Cuba, de la Agencia Suiza Para el Desarrollo y Cooperación (COSUDE).
Según declaró Rosemary Baró, de CIERIC, en la última etapa, dicha plataforma “se ha enfocado en la temática de la racialidad, lo que llevó a la selección de los ejes del segundo encuentro, desde la afirmación de todo el Programa Color Cubano y desde las propuestas de iniciativas de grupos que tienen un activismo bien reconocido y otros no tanto en las comunidades”.
Enfoques y acciones
En su conferencia Racismo y salud colectiva. Comentarios desde Cuba, la escritora e investigadora Zuleica Romay se refirió a los daños que a nivel emocional y psicológico provocan las discriminaciones a lo largo del tiempo y que generalmente no son vistos como un problema de salud colectiva, sino de salud individual.
Para Romay, las interconexiones que establecen grupos humanos, las comunidades y familias siempre se sostienen en procesos de transmisión de la experiencia y entonces algunos de estos problemas es bueno verlos también desde el enfoque de la salud colectiva.
La escritora e investigadora destacó que “los fenómenos de la conciencia tienen dos dimensiones de tratamiento, una formal, tradicional, que tiene que ver sobre todo con los sistemas de salud, el apoyo de los psicólogos y otros especialistas”, y otra, “muy importante, de la relación humana”.
El activismo, consideró, “tiene una gran relevancia en la ejecución de las acciones contra el racismo y la discriminación social, por su capacidad de conectar, sensibilizar, movilizar a las personas que no tienen –porque no es su rol ni su naturaleza–, las instituciones del Estado”.
Al respecto, destacó que en Cuba “se está haciendo un esfuerzo por complementar un programa de acciones que se va a beneficiar mucho con la participación de los activismos”.
Desigualdades vs. políticas de equidad
La investigadora Mayra Espina disertó acerca de las exigencias del momento actual, “muy complicado, de crisis, de acumulación, de demanda, de conflictividad social y de empobrecimiento”.
Según resaltó Espina, “uno de los componentes renovadores en los estudios de desigualdad y en las políticas de desigualdad y, muy particularmente, en el ámbito de las desigualdades racializadas es la confluencia de ciudadanía, proyectos de transformación local e instituciones que manejan la política”.
El programa de la según edición incluyó también los paneles Las Estrategias de Desarrollo Municipal y su rol en la lucha contra el racismo y la discriminación racial. Experiencias en los territorios. Políticas locales para la equidad racial. Estrategias de Desarrollo Municipal y comisiones locales y Afrofeminismos en movimiento.
Por su parte, el taller Rutas y articulaciones, fue un espacio para concretar acciones conjuntas durante el periodo 2024-2025.
Un escalón en la espiral
El encuentro tuvo un primer momento a inicios de marzo en Matanzas, donde se realizaron presentaciones que intentaron propiciar articulaciones y nuevas formas de visibilizar y dar diferentes proyecciones de lo que se realiza para erradicar el racismo y la discriminación, explicó Yoelkis Torres, coordinador general de proyecto AfroAtenAs.
Esa etapa también contó con la presencia de investigadoras como Romay y Zabala, así como de profesores de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales. Además, dijo Torres, se presentaron redes que trabajan en Cuba los temas citados desde la acción comunitaria.
Se mostró cómo “desde esa acción puede seguir transformándose el comportamiento sobre el racismo y la discriminación racial, no solo a partir de la academia, sino también desde esa acción intencionada y permanente en las comunidades”.
Entre las experiencias presentadas, agregó, estuvo el nuevo centro tecnológico Maicha, vinculado con el arte, el teatro y el desarrollo cognitivo de personas con discapacidad, que forma parte de AfroAtenAs.
Con sede en Pueblo Nuevo, donde desarrolla gran parte de sus actividades, las acciones del centro impactan en La Marina. En ambos barrios matanceros residen personas afrodescendientes en su mayoría.
Igual que en el primer encuentro, la edición de este año acogió debates y propuestas “para seguir trabajando y articular más las acciones a nivel de país”, precisó Torres. (2024)
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