Acpdi nace en Cuba por el desarrollo inclusivo
En el país, 133 000 personas tienen discapacidad intelectual, por encima de otras discapacidades y solo ahora una organización legal defiende su inclusión
La Habana, 11 jun.- Cuando comenzaron, hace 10 años, Carlitos era un niño bien pequeño. Su mamá, Mayelín Oliva, inició y desempeñó un serio activismo por la creación de un grupo que reuniera a personas con discapacidad intelectual y sus familias, para apoyarse mutuamente y luchar por la inclusión social.
En aquellos tiempos y hasta el 8 de junio, cuando quedó formalizada la organización, junto a un reducido equipo de madres y familias, defendió una lógica: si existen asociaciones de personas en situación de discapacidad visual, física y auditiva, por qué no una para la intelectual, cuyas características son bien diferentes.
Aquel sueño que a lo largo de los años fue reuniendo a personas con similar preocupación y necesidad, y pudo sortear incomprensiones y obstáculos, se convirtió en la Asociación Cubana de Personas en Situación de Discapacidad Intelectual (Acpdi).
Según Oliva, la Acpdi es una organización social, no gubernamental, que nace con el fin de aglutinar a las personas en esta condición, sus representantes legales y apoyos.
De carácter nacional, con personalidad jurídica propia y sin fines de lucro, tiene como esencia promover el desarrollo inclusivo de este grupo de personas, explicó Oliva, recientemente electa como presidenta nacional de la Acpdi.
La asociación, dijo, participará y contribuirá, junto a las autoridades, en la creación e implementación de instrumentos y mecanismos y el diseño de políticas públicas, programas y proyectos, para garantizar el ejercicio de los derechos de estas personas.
Según Niailé López, una de las fundadoras, entre los fines de la asociación está la rehabilitación comunitaria, de manera que las personas en situación de discapacidad intelectual puedan adquirir autonomía e independencia.
De igual modo, impulsar su acceso al empleo y a las nuevas tecnologías, la creación de centros ocupacionales municipales, para que cuando terminen la edad escolar puedan seguir incorporados a la vida social, y sus padres puedan volver a la vida laboral, uno de los más recurrentes reclamos de las familias, explicó.
Génesis
López, ahora vicepresidenta de comunicación e información, recuerda los inicios: “la idea surge a raíz de pertenecer con nuestros hijos al proyecto de Cáritas Habana Aprendiendo a Crecer, el primero que nos tendió la mano y que trabajaba por la inclusión de personas con síndrome de Down y autismo, pero con capacidad reducida”.
Según comenta, coincidió con Oliva en la necesidad de gestar una asociación, “que nos amparara para crear tantos proyectos como fueran necesarios, por cada municipio, para las familias con hijos con discapacidad intelectual”.
El fin era que “pudieran tener un lugar donde fueran orientados por especialistas, un espacio de aprendizaje, socialización, recreación y también de intercambio de experiencias entre padres, para sentirse acompañados”, dijo.
Compartieron la idea con otras madres, estudiaron documentos y leyes, trabajaron desde sus casas, en parques y bibliotecas. El 23 de marzo de 2013 crearon la semilla, el Grupo de Apoyo de Personas con Discapacidad Intelectual y sus Familias (Gadif).
Transcurrieron 10 años para materializar su aspiración. “Ha sido un camino largo, con mucho apoyo, desde los inicios, de personas que confiaron en nosotras, pero también de barreras y muchos NO. Sin embargo, estamos agradecidos de todos, hasta de esos NO, que nos hicieron más fuertes e incitaron a prepararnos más, a no rendirnos”, aseguró.
De acuerdo con Oliva, fue un trayecto de trabajo y esfuerzo, de cartas a todos los ministerios, de actividades y eventos nacionales. Con tenacidad y resistencia, realizaron seis encuentros de familias, incluso uno en pandemia, de modo virtual.
Todo el mundo cuenta
En La Habana, con ramificaciones en todos los municipios, Gadif agrupa a más de 300 personas en situación de discapacidad intelectual. Luego del octavo encuentro, en 2021, comenzaron a trabajar en Pinar del Río, Matanzas, Cienfuegos y Holguín, las cinco primeras provincias donde se constituirá la asociación.
Liutmila Batista, coordinadora de Holguín, considera que Gadif “significó compañía, saber, después de tantos años, que no estamos solos. Fue un rayito que nos dio esperanza sobre el futuro de nuestro hijo, por primera vez hubo un grupo de personas luchando por la inclusión”.
Existen grupos gestores en otras 10 provincias –Artemisa, Mayabeque, Villa Clara, Santi Spíritus, Ciego de Ávila, Camagüey, Las Tunas, Granma, Santiago de Cuba y Guantánamo–, y el Municipio Especial Isla de la Juventud.
“Ya como asociación, nos toca seguir uniendo y trabajando para todos en cada comunidad y seguir preparándonos en cada resolución, norma nacional e internacional sobre los derechos de las personas en situación de discapacidad intelectual”, dijo Oliva.
“La Acpdi nos dará la oportunidad de trabajar en nuevos proyectos de políticas y programas en favor de estas personas. Somos continuidad, no es un logro solo nuestro, sino también de madres y padres que trabajaron antes para constituirla”, resaltó.
En Cuba, 133000 personas tienen discapacidad intelectual, por encima de otras discapacidades: las físico-motoras (101 420), psicosocial (59 188), visual (53 399) y auditiva (52 670), además del trastorno del espectro autista (1 661). (2023)
2 comentarios
Melis
Hola, tengo una hermana con discapacidad intelectual la cual me gustaría incluirla en algún proyecto para su desarrollo ante la sociedad y atención pero no sabemos a dónde dirigirnos. Podrían ayudarnos por favor?
Al tanto de la atención de quien pueda interesar, reciban un saludo.
Yohania
Hola Melis. Soy una de las vicepresidentas de ACPDI. M puedes contactar x WhatsApp 54290382