Cuba inicia curso escolar 2023-2024 con carencias materiales

Estudiantes, docentes y familias se enfrentan al déficit de materiales e insumos incluso antes de iniciarse las clases.

Más de 1 622 000 estudiantes regresaron el 4 de septiembre a las aulas de 10 871 centros docentes del país.

Foto: Jorge Luis Baños/IPS

La Habana, 5 sep.- Cada septiembre, las familias se hacen las mismas preguntas: ¿le irá bien a la niña o niño en la escuela?, ¿cómo será la maestra, tendrán profesores?… Este año tienen nuevas inquietudes por los impactos de la tensa situación económica y financiera del país sobre el curso que recién comienza.

Durante el periodo lectivo 2023-2024, más de 1 622 000 estudiantes acuden a las aulas de cerca de 10 800 instituciones educativas del país, en los diferentes niveles de enseñanza.

“¿Habrá libros y libretas para todos? Falta que hace porque en la calle está todo muy caro… hasta los pliegos para forrar libretas”, comentó bastante preocupada Yoanna, madre de una niña que empieza el tercer grado.

Por primera vez desde el inicio de la pandemia de covid, la nación caribeña retoma un curso escolar de 46 semanas, 12 más que el periodo lectivo precedente, que debe concluir en julio de 2024 y se desarrolla en condiciones complejas.

Comienza la nueva etapa docente, incluso, con una nueva ministra, Naima Trujillo, tras la democión, en abril pasado, de Ena Elsa Velázquez, quien ocupó el cargo desde abril de 2008.

Al dar la bienvenida al nuevo curso en una escuela primaria de La Habana, Trujillo se refirió a impulsar la evaluación y el perfeccionamiento de prioridades, vinculadas con el mejoramiento de la infraestructura escolar, la alimentación, el transporte, la estabilidad en el completamiento de la fuerza docente y el trabajo metodológico.

Escaseces

Varias dificultades enfrentan estudiantes, docentes y familias desde semanas antes del inicio del curso, muchas de las cuales pasan por razones financieras: déficit de materiales educativos e insumos, de uniformes escolares, de equipamiento computacional, entre otras.

Se aplica una norma ajustada de libretas y lápices que de forma gratuita recibe cada estudiante, garantizados para el primer grado, en tanto no se pudieron producir todos los títulos de cuadernos que hasta ahora se empleaban, por lo que se seleccionaron aquellos metodológicamente más contribuyan al desarrollo de habilidades.

Se esperaba tener libros con nuevos diseños –con apoyo de “un país amigo”, según la ministra–, pero no se dio a conocer si se había materializado su impresión y llegada en tiempo.

Si antes era obligatorio el uso del uniforme completo –blusas y camisas blancas y sayas, bermudas o pantalones con colores para los diferentes niveles–, este año es diferente.

Con mayor retraso que en etapas anteriores, a dos semanas de la reapertura de instituciones educativas solo había iniciado la venta de algunos uniformes en seis de las 15 provincias cubanas (Pinar del Río, Artemisa, Cienfuegos, Villa Clara, Sancti Spíritus y Camagüey) y solo para grados específicos. Para preescolar y quinto grado, la comercialización comenzó a inicios de agosto.

Por otra parte, a las familias les preocupa la alimentación. “Antes se podía comprar algún pan o galletas, ahora es algo escaso, caro o en moneda libremente convertible”, comentó Ofelia, madre de tres niños, quien decidió acopiar y congelar frutas y prepararles jugos para las meriendas.

Cobertura docente

Según dijo en programa televisivo Mesa Redonda la ministra, la situación de déficit de cobertura docente no es homogénea en todo el país.

“En el oriente existe una situación mucho más favorable que en las provincias del centro y el occidente. De hecho, las provincias orientales se han convertido en territorios emisores de profesionales hacia el resto de las provincias”, dijo.

Entre los territorios con menor cobertura docente, señaló a La Habana, Artemisa, Mayabeque, Sancti Spíritus, Camagüey y Ciego de Ávila.

Para esos casos, se emplearían variantes como los contratos por hora, carga adicional a un directivo profesional, la incorporación de jóvenes de los contingentes Educando por amor, de la Federación Estudiantil Universitaria.

En La Habana, se decidió que estudiantes de años terminales de las escuelas pedagógicas se incorporaran, tras adecuaciones del proceso formativo, a estar más tiempo en la escuela, una experiencia que se extendería a provincias como Camagüey y Sancti Spíritus.

“Espero que los profes que le toquen al niño sean buenos, es su primer año en la secundaria y el cambio es total. Los maestros de ahora no son los de mi época”, dice Laura Gómez, abuela de un adolescente.

Desde el punto de vista tecnológico, en la actualidad, indicaron medios oficiales, más de 1300 instituciones educativas presentan déficit y roturas de las computadoras, lo que repercute en el desarrollo de habilidades de más de 120 000 estudiantes.

Preocupaciones y reclamos

Docentes de Santiago de Cuba plantearon algunas de sus más sentidas preocupaciones a la viceministra primera de Educación, Cira Piñeiro.

Enfatizaron en la necesidad de retomar la estimulación económica a partir de la evaluación profesoral, el pago por año de servicios, la superación profesional y la categorización del claustro de las escuelas pedagógicas.

Similares reclamos y otros relacionados con el estado de los inmuebles, la higiene alrededor de la escuela, la desprofesionalización del sector y el impacto en el ámbito de las crecientes diferencias sociales preocupan a no pocos experimentados profesionales de la educación. (2023)

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