Estudiantes cubanos tienen actitud positiva ante la diversidad

Así lo demuestran datos del Estudio Regional Comparativo y Explicativo recién divulgado por la Oficina Regional de Educación para América Latina y el Caribe.

Según el coordinador del Laboratorio Latinoamericano de Evaluación de la Calidad de la Educación (LLECE), Carlos Henríquez, Cuba debe “reconocer la importancia de la igualdad de género y la diversidad cultural y propiciar oportunidades educativas para que todas y todos los estudiantes cuenten con los aprendizajes fundamentales para su desarrollo”.

Foto: Jorge Luis Baños/IPS

La Habana, 20 dic.- Las y los estudiantes cubanos de sexto grado sobresalen entre sus similares de América Latina y el Caribe al mostrar una mayor actitud positiva de apertura a la diversidad, según el Estudio Regional Comparativo y Explicativo (ERCE 2019) presentado por la Oficina Regional de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, por sus siglas en inglés).

De acuerdo con los datos de la pesquisa, divulgados el 16 de diciembre en el sitio web de la organización, Cuba alcanzó el porcentaje mayor de respuestas positivas (93 por ciento) en la

medición del grado en que las y los alumnos perciben o anticipan que son capaces de aceptar, tolerar y de establecer vínculos con personas diferentes a ellos.

La publicación señala que niñas y niños encuestados en 16 países de América Latina mayoritariamente respondieron “me gustaría un poco” o “me gustaría mucho” a situaciones como “si a tu curso llegaran estudiantes que vienen de otro país”; “si a tu curso llegara un estudiante que tiene una discapacidad (por ejemplo, ciego, sordo o que necesite una silla de ruedas)”; o “si a tu curso llegara un estudiante que tiene un color de piel diferente del tuyo”.

Otras habilidades significativas

Entre los resultados del estudio, que evaluó el desempeño estudiantil en las áreas de Lectura, Matemáticas y Ciencias, e investigó las habilidades socioemocionales asociadas a los logros de aprendizaje, también trascendió que Cuba posee el más elevado nivel de autorregulación escolar en la región.

Con un 87 por ciento de respuestas positivas, las y los encuestados de la nación caribeña manifestaron su capacidad para regular emociones, pensamientos y comportamientos durante la experiencia de aprendizaje y perseverar hacia el logro deseado.

En su mayoría, respondieron “varias veces” o “casi siempre o siempre” a situaciones como

“antes de ponerme a jugar, termino de estudiar”; “sigo las reglas de la clase, aunque el profesor no me esté mirando”; “pido ayuda al profesor cuando no entiendo qué hay que hacer”, y “aunque las cosas no me resulten, sigo intentándolo”.

Por otra parte, se destacó la isla al reportar niveles de empatía más altos que la media regional (70 por ciento de respuestas positivas). En tal sentido, niñas y niños marcaron las respuestas “varias veces” o “casi siempre o siempre” ante preguntas que plantearon situaciones donde debían ponerse en el lugar de otra persona emocionalmente o comprender su punto de vista y actuar sintonizando con lo que le sucede.

El rol de las y los docentes

ERCE 2019 también midió el interés en las escuelas por el bienestar de sus estudiantes, mediante la consulta a estos últimos sobre la frecuencia con que perciben que sus profesoras y profesores expresan apoyo emocional (demostrando interés por ellos, estando atentos a situaciones que les preocupan, animándolos a sentirse mejor, etc.).

En el caso de Cuba, el puntaje de las mediciones de empatía, autorregulación escolar y

apertura a la diversidad aumentó en las escalas que expresaban la relación de esas habilidades socioemocionales con un elevado interés de las y los docentes.

Asimismo, se visibilizaron los saldos positivos de la relación alumnos-docentes en las mediciones del apoyo al aprendizaje y de la organización de la enseñanza.

Logros y retos de una educación integral

La evidencia aportada por ERCE 2019 corrobora que las y los estudiantes reportan mayores niveles de habilidades socioemocionales en escuelas donde existe mayor interés hacia ellas y ellos por parte del personal docente, donde hay mayor apoyo al aprendizaje y donde la enseñanza muestra una alta organización.

Según la Unesco, la pesquisa evidenció “que las escuelas hacen una diferencia en el desarrollo de estas habilidades, aunque su incidencia es menor que en el logro de aprendizajes. Existe una oportunidad para que los centros educativos contribuyan y promuevan su desarrollo desde edades tempranas”.

La asistencia a la educación preescolar también mostró una relación positiva con el desarrollo de habilidades socioemocionales. Se constató que quienes reciben educación temprana muestran niveles más altos de autorregulación escolar y de apertura a la diversidad respecto a otros que no acceden a ese nivel de enseñanza.

Por último, el estudio resaltó diferencias de género en las tres habilidades socioemocionales reportadas. Las niñas consiguen mayores niveles al respecto en 15 de los 16 países involucrados en la pesquisa.

Claudia Uribe, directora de la Oficina Regional de Educación para América Latina y el Caribe, alertó que “tras los cierres prolongados de las escuelas es hoy más urgente que nunca dar herramientas a las y los docentes para que puedan acompañar a sus estudiantes en su dimensión socioemocional, que se ha visto fuertemente impactada por la pandemia”. (2021)

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