La Habana, 15 feb.- Un folleto digital sugiere cómo incluir más a poblaciones vulnerables en el contexto cubano durante situaciones de emergencia, a partir de saberes acumulados en la pandemia de la covid-19.

Se trata del documento “Enfoque inclusivo y de género en la respuesta ante emergencias sanitarias. El caso de la covid-19”, que fue realizado por la iniciativa Ponte Alerta ante la covid-19, a través de la cual el consorcio entre las oenegés internacionales Oxfam y Humanity and Inclusion apoya los esfuerzos nacionales para frenar la epidemia.

El folleto de 30 cuartillas contiene sobre todo los resultados del debate generado en un seminario virtual de intercambio entre actores nacionales y locales de los municipios de Matanzas, Santiago de Cuba y Baracoa, sobre el enfoque inclusivo y de género en la gestión de riesgos.

Por la parte cubana, participaron la Agencia de Medio Ambiente, el Centro de Estudios Ambientales del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente; la Defensa Civil, los Centros de Gestión para la Reducción del Riesgo de Desastres y los acápites de la Cruz Roja en Matanzas, Santiago de Cuba y Baracoa.

Y contó con el financiamiento de la Dirección de Protección Civil y Ayuda Humanitaria  de la Unión Europea, la Embajada de Canadá en Cuba y la organización Socorro Popular Francés.

Enfoque de género

El folleto enfatiza en los segmentos vulnerables de las mujeres, personas con discapacidad y adultas mayores, para prevenir y atender riesgos asociados a la covid-19.

Se analizan las principales concepciones sobre el género, las implicaciones de adoptar este enfoque y su importancia en la situación particular de la actual emergencia sanitaria.

En ese sentido, remarca varios impactos de la pandemia en estas poblaciones:

• Aumento del trabajo doméstico y de cuidados que recae usualmente sobre mujeres, y en ocasiones sobre niñas.
• La situación de mujeres y hombres en la primera línea de respuesta (por cientos, relaciones y niveles de exposición).
• Incremento de la violencia contra las mujeres, llamada como la pandemia en la sombra.
• Los cambios en los roles económicos de mujeres y hombres, con el cierre de algunas actividades productivas y la instalación del teletrabajo.
• Ciertas limitaciones en el acceso a servicios de salud sexual y reproductiva.
• Las tasas de mortalidad muestran que más hombres, personas de la tercera edad y con sistemas inmunológicos comprometidos, mueren a consecuencia de la enfermedad.
• La reducción de la movilidad de las personas adultas mayores y con disca­pacidad puede suponer menor acceso a espacios sociales y de cui­dado.

Inclusión de personas con discapacidad

El documento aborda el enfoque de inclusión de las personas con discapacidad en la respuesta sanitaria, en una sección que expone también los principales factores de riesgo a los que está expuesta esta franja.

Ofrece claves para la autopreparación de las personas con discapacidad y la desinfección de los productos de apoyo que utilizan, como bastones y sillas de ruedas.

Recomienda “la capacitación a personas decisoras que ejercen como funcionarias del gobierno, Defensa Civil y proveedoras de servicios (salud, de respuesta a emergencias), sobre los derechos de las personas con discapacidad y los riesgos asociados con las complicaciones de enfermedades crónicas para las personas que tienen discapaci­dades específicas”.

Y sugiere involucrar a las asociaciones existentes en Cuba “en la confección y puntualización de los Planes de Reducción de Desastres a todos los niveles”, además de incluir protecciones específicas para este grupo poblacional durante cuarentenas u otras medidas restrictivas.

Comunicación inclusiva

El proceso de respuesta a la pandemia necesita de una comunicación efectiva que acompañe estos enfoques interseccionales, y que lo haga igualmente desde una perspectiva inclusiva. El folleto ofrece elementos al respecto, señala los puntos que definen una buena estrategia de comunicación y apunta qué se debe tener en cuenta para que todas las personas se sientan representadas e incluidas.

Propone crear “un clima positivo, el logro de empatía con quien escucha, el desarrollo de un liderazgo transformador (construir en comunidad, llegar a consensos), la protección a las personas más vulnerables, la obtención de resultados más efectivos y sostenibles, entre otros”. (2021)