Iniciativas cubanas de tejido buscan crecer como comunidad
Para abril venidero se prevé la realización del segundo Encuentro de Tejedoras Habaneras
La Habana, 19 mar.- Asegura Yenifer Álvarez, fundadora del emprendimiento Tejidos Leyda, que “para beneplácito de amantes del arte de tejer, cada día surgen proyectos liderados por jóvenes” en Cuba.
Ella es una de las gestoras del Encuentro de Tejedoras Habaneras, cuya segunda edición se prepara para los primeros días de abril venidero. Otra vez con sede en la capital cubana, su programa incluirá la exhibición de tejidos, conferencias y talleres, anuncia Álvarez.
“Se trata de un evento que busca visibilizar el arte del tejido y permite que las personas de cualquier edad y género aprendan la gran variedad de técnicas que existen. Conozcan todo lo que se puede crear. Algo muy importante es que posibilita establecer nuevas alianzas, pues pretendemos crecer como comunidad”, refiere la joven.
Asimismo, comenta: “Me siento muy comprometida con mantener viva la tradición y que se reconozca el valor artístico que posee el arte de tejer. Por ello, junto a Karla Dedieu y Mirelys Céspedes —fundadoras de Chulita Teje— organizamos el primer Encuentro de Tejedoras Habaneras que, para nuestra felicidad, fue todo un éxito”.
En octubre del 2022, un grupo de 21 proyectos y emprendimientos dedicados al tejido participaron en el encuentro que sesionó en Habana Espacios Creativos, de la Oficina del Historiador de la Ciudad.
Fortalecer la tradición y las alianzas
De acuerdo con Álvarez, aunque muchas personas “piensen que el tejido como tradición cultural se ha ido perdiendo”, Tejidos Leyda y otras iniciativas de similar perfil demuestran lo contrario. En tal sentido, menciona sus experiencias personales y de mujeres, también jóvenes, creadoras de los negocios Chulita Teje, Ynfansi, Danycrochet y Guaudium.
Asimismo, Álvarez menciona su participación en varios espacios junto a representantes de emprendimientos cuyos fines “también encuentran sinergia con la propuesta del tejido”. Entre ellos, destaca a Golden Kids, “que realiza talleres de enseñanza y, al abordar diferentes temas, se apoya en las propuestas de tejido para ejemplificarlos”.
De igual modo, apunta, realizan sus acciones de capacitación el proyecto Peque Espacio y el taller Miramar Estudios.
Por otra parte, Tejidos Leyda contribuye al desarrollo de actividades de organizaciones ciudadanas como el Grupo Bienestar Animal Cuba (BAC) y Aldama, iniciativa dedicada también a la protección y el bienestar animal.
A partir de intercambiar con esos grupos, “nos centramos en realizar amigurumis (muñecos tejidos con formas de animales) porque sumamos, entre nuestros objetivos colaterales, potenciar y desarrollar el amor de niñas y niños por los animales”, puntualiza la creadora.
En el recuento de sus casi cuatro años de labor al frente de Tejidos Leyda, Álvarez resalta la posibilidad ofrecida por la Casa de la Obrapía, en La Habana, de intervenir en charlas destinadas a ayudar a mujeres en situación de vulnerabilidad.
De igual modo, agradece al grupo gestor de Gao Habana, “que nos ha abierto las puertas de su hermosa tienda, en La Habana Vieja, donde Tejidos Leyda cuenta, por primera vez, con un espacio físico donde se pueden ver y tocar nuestras creaciones”.
Según Álvarez, a partir de esa experiencia, desea ampliar la presencia de sus propuestas en otros municipios de la capital cubana y de otras provincias.
Mundo creativo abierto a la infancia
“Al año de dedicarme casi por completo a este arte, decidí transformarlo en una marca y enfocarme en productos para niños y niñas. Tejidos Leyda no es solo una empresa, es mi mundo”, explica su creadora.
Con esa visión, la joven se propone “contribuir al desarrollo intelectual y emocional de niños y niñas, a partir de ofrecerles productos y artículos confeccionados de modo artesanal (tejidos) que les provoquen felicidad”.
De ahí que en el catálogo del negocio se encuentren ofertas como amigurumis, mantas de apego, disfraces, marugas, mordedores, sonajeros, estrellas sensoriales, títeres, juguetes didácticos y otros.
“Ponemos especial cuidado en que estos productos sean seguros para niñas y niños. Cosemos cada pieza y la rellenamos con algodón hipoalérgico, para que no cause alergias. Varios hijos e hijas de nuestros clientes sufren de ello y los únicos juguetes que les dejan utilizar son los nuestros, por la seguridad que les ofrecen”, apunta Álvarez.
Además, indica, su marca es responsable con el medio ambiente. “Usamos materias primas biodegradables y nuestras bolsas (en la cuales se entrega cada producto) son hechas con papel reciclado, algo que aporta más exclusividad”.
Entre las metas de Álvarez enfocadas en favorecer en infantes y adolescentes el interés por el tejido, como expresión cultural asociada a la belleza y la funcionalidad, ella menciona el interés de contar en el futuro con un espacio para impartirles clases. (2023)
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