Jóvenes cambian el rostro cultural de una comunidad cubana

Un grupo de mujeres y hombres promueven diversas acciones como parte del proyecto Sitispe, que se desarrolla en el poblado de La Sierpe, en el centro del país.

Sitispe apuesta por la participación juvenil como motor impulsor de nuevas dinámicas socioculturales en un poblado eminentemente agrícola y ganadero.

Foto: IPS_Cuba

La Sierpe, Sancti Spíritus, 12 de nov-. Proyección de audiovisuales al aire libre, espacios de intercambio dedicados a temas tecnológicos, guerrillas culturales, concursos de historia, flora y fauna, además de diversos cursos formativos figuran entre las propuestas de una iniciativa que transforma prácticas culturales en esta ciudad.

Esas actividades forman parte del proyecto Dinamización sociocultural y participación juvenil. Tradición y contemporaneidad, conocido como Sitispe, que se desarrolla en el municipio La Sierpe, provincia Sancti Spíritus, a unos 354 kilómetros de La Habana.

Sitispe enfoca su trabajo, fundamentalmente, en tres ejes: formativo, artístico y sociocultural, con el objetivo de contribuir al rescate de la historia, las tradiciones locales y el respeto al medio ambiente, además del fortalecimiento de capacidades locales.
Entre las acciones públicas más importantes de la iniciativa figuran la creación del espacio de proyección audiovisual Cine bajo las estrellas, la Noche de las Tecnologías, las guerrillas culturales en poblados distantes del centro urbano, así como concursos temáticos.
El proyecto Dinamización sociocultural y participación juvenil. Tradición y contemporaneidad, cuenta con el acompañamiento del Ministerio de Cultura y el Centro de Intercambio y Referencia Iniciativa Comunitaria (Cieric), además del apoyo de Oxfam en Cuba y la Embajada de Australia en México.

“Las personas que hemos vivido aquí toda la vida notamos el cambio, se respira un aire diferente en lo cultural, en la mentalidad y las ganas de participar de las personas”, dijo a la Redacción de IPS Cuba Maibelys Hidalgo, una de las activistas de la iniciativa.

“El movimiento se percibe, van más personas a las actividades, se conoce más lo que hacemos e incluso hemos intercambiado con proyectos de otras provincias”, agregó la artista de 37 años.

Sin embargo, el informático Andreivy Albelo considera importante “sumar a un mayor número de jóvenes a la gran familia que se ha creado alrededor del grupo gestor”.

Para él, “aunque a veces hay apatía, los que se acercan o ven lo que se hace, luego se motivan a participar”.

Precisamente que las nuevas generaciones “sean protagonistas e impulsores” de cada actividad, es uno de los grandes aportes del proceso iniciado hace unos dos años, afirmó la psicóloga Raisa Labrada, especialista del Centro de Intercambio y Referencia Iniciativa Comunitaria (Cieric), institución que acompaña el proyecto, junto al Ministerio de Cultura.

A su juicio, “muchas veces ocurre a la inversa, y después que un proceso está en curso, los actores participantes se proponen involucrar más a los jóvenes”.

En Sitispe, remarcó Labrada, “han sido ellos y ellas los principales impulsores de una iniciativa que los trasciende como grupo, pues se aspira a promover un mayor desarrollo de la localidad”.

El proyecto ha organizado espacios formativos sobre gestión de proyectos, comunicación y justicia de género, así como intercambios de conocimientos con otras iniciativas socioculturales y la participación en eventos.

Asimismo, comentó que además de identificar la participación juvenil como motor impulsor de nuevas dinámicas socioculturales, puede ser vista “como elemento de cohesión entre actores de diferentes ámbitos”.

Según Labrada, otro de los aspectos más relevantes de la iniciativa es que estimula una visión amplia de la cultura, que no se circunscribe solo a lo artístico.

El proyecto promueve la idea de que “el desarrollo del territorio depende igualmente de cuán proactivos seamos para transformar imaginarios que perpetúan prejuicios y brechas de equidad y pudieran limitar la participación de algunos sectores de la población”, acotó.

Y aseguró que “la dinamización sociocultural genera un contexto favorable para que, cada vez más, emerja la creatividad, la motivación por participar y la percepción de que cada persona es muy importante para el proceso”.

El nombre Sitispe hace referencia a una laguna que, según la historia local, ni en los momentos de mayor sequía se ha quedado sin agua.

 

Capacitaciones

Aunque La Sierpe es un poblado con un gran número de personas vinculadas a las labores agrícolas y ganaderas, en particular al cultivo del arroz, paulatinamente han dejado de ser ajenos los espacios formativos, en los cuales participa el grupo de jóvenes más allegados a Sitispe, pero también representantes de organizaciones e instituciones gubernamentales.

Gestión de proyectos, comunicación, justicia de género, el intercambio de conocimientos con otras experiencias y la participación en eventos forman parte de las acciones de capacitación generadas por la iniciativa.

“Hemos aprendido, incorporamos conceptos y luego en cualquier espacio, la casa u otro lugar público, compartimos los conocimientos con quienes no pueden participar en los talleres”, dijo Maibelys Hidalgo.

Raisa Labrada, a su vez, apuntó que “los procesos formativos, además de estimular la reflexión y el conocimiento, han colocado a los y las jóvenes en posición de diálogo con actores importantes de la localidad, que también se capacitan en esos espacios”. (2018)

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