La Habana, 22 dic.- Considerado uno de los meses más secos del año en Cuba, diciembre sorprendió con su clima cambiante al occidente y el centro, donde lluvias intensas, con acumulados significativos, causaron inundaciones y derrumbes.

Los vaticinios del Centro del Clima del Instituto de Meteorología (Insmet) de un duodécimo mes con acumulados superiores a los promedios históricos mensuales en las regiones occidental y central se hicieron realidad en sitios puntuales de la geografía cubana.

En La Habana, entre el 12 y el 13 de diciembre, el retroceso hacia el occidente del quinto frente frío de la temporada invernal de 2023 generó condiciones de inestabilidad atmosférica y precipitaciones fuertes e intensas.

Según datos de la red de estaciones del Insmet y los pluviómetros del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH), los mayores acumulados se registraron en el Correo Jaimanitas, en el oeste, con 294 milímetros; el embalse Bacuranao (229), el Telecorreo Bacuranao (214,3) y el Telecorreo Baracoa (198), los más significativos.

Reportes de la ciudadanía

Aunque no las marcaron los pluviómetros, hubo lluvias de consideración en diferentes zonas de la capital cubana.

Internautas dejaron constancia en las redes sociales de la crecida del río Cojímar, al este de la ciudad, que interrumpió la circulación de vehículos y dejó varios de estos bajo el agua. Reportes de prensa indicaron que en la comunidad El Manguito, las inundaciones del río afectaron 36 casas.

Otras zonas no quedaron ilesas. “En mi casa el agua entró por una ventana que da a otro edificio, por donde nunca antes había entrado, tuve que estar parte de la noche sacando agua”, dijo una joven de las proximidades de la Plaza de la Revolución.

En tanto, un vecino de Diez de Octubre, algo más al sur, también se sorprendió de las lluvias, que dejaron las marcas en las paredes y la basura a la altura de un metro.

Las interrupciones en el servicio eléctrico tuvieron mayor incidencia en Habana del Este y Boyeros, además de la obstrucción de vías por caída de árboles.

Como era de esperar en tiempos de lluvias, se reportaron varios derrumbes. Según la prensa local, datos preliminares del día 14 revelaron que entre los municipios Centro Habana, Diez de Octubre y Cerro ocurrieron 28 derrumbes, de ellos, 17 parciales de techo y 11 de tipología 1 –paredes y cubierta sólidas–, sin pérdidas de vidas humanas entre sus residentes.

Más lluvias

Los días 17 y 18 continuaron las precipitaciones y tormentas eléctricas en las regiones occidental y central, que llegaron a ser fuertes e intensas en algunas localidades.

Según la red de estaciones meteorológicas del Instituto de Meteorología y los pluviómetros del INRH, en 117 localidades se reportan acumulados que superaron los 50 milímetros, tras precipitaciones en cortos periodos, por lo que se consideran fuertes e intensas.

Los reportes muestran que en 19 localidades de la Isla de la Juventud, Matanzas, Cienfuegos y Sancti Spíritus, las precipitaciones estuvieron por encima de los 100 milímetros.

Se registraron acumulados superiores en la Isla de la Juventud: Embalse Los Indios I (172,3 milímetros), Derivadora Jagua (166), Embalse Vietnam Heroico (152,6), y en Sancti Spíritus, en la Estación Meteorológica de Trinidad (143,4).

Las precipitaciones asociadas al paso de la vaguada prefrontal de mediados de diciembre se desplazaron hacia las provincias de Ciego de Ávila y Camagüey, en el centro y centro oriente del país, respectivamente, donde incentivaron la actividad de chubascos, lluvias y tormentas eléctricas.

ENOS

De acuerdo con el Instituto de Meteorología (Insmet), diciembre es el segundo mes del periodo poco lluvioso en Cuba, que se extiende hasta abril, y uno de los meses menos lluviosos del año pues las precipitaciones dependen fundamentalmente de los sistemas frontales que afectan al país.

Actualmente continúa en desarrollo el evento El Niño Oscilación del Sur (ENOS) en el Océano Pacífico. La mayor influencia de este evento sobre Cuba ocurre entre noviembre y abril, con acumulados de precipitaciones por encima de lo normal, en todas las regiones, sobre todo de diciembre a marzo.

La magnitud del impacto del ENOS, explica el Insmet, depende de la intensidad que llegue a alcanzar, en la medida que transcurre el año.

Según algunos pronósticos, este evento se desarrollará y persistirá al menos hasta finalizar la próxima primavera, alcanzará su máxima intensidad entre noviembre y enero, como un ENOS moderado o fuerte. Otros prevén que se extenderá hasta abril o mayo del 2024 y alcanzará su mayor intensidad entre febrero y marzo. (2023)