Mega apagones y huracán Oscar profundizan dificultades en Cuba

Tres desconexiones del sistema electroenergético nacional y el paso del ciclón Oscar en el oriente del país agudizan la crisis sobre todo en la población

Las autoridades cubanas anunciaron medidas para disminuir el consumo de electricidad, a fin de preservar en lo posible el servicio al sector residencial.

Foto: Jorge Luis Baños/IPS

La Habana, 22 oct.- Varias jornadas sin electricidad, escasez agravada de alimentos y de agua potable por las desconexiones del sistema electroenergético nacional, así como los impactos del huracán Oscar en el oriente de Cuba, ponen en tensión a la ciudadanía y las autoridades.

Tras un giro dramático de su crisis energética, con tres desconexiones totales este fin de semana, las autoridades del gobierno y especialistas de la Unión Eléctrica de Cuba y del Ministerio de Energía y Minas prosiguen las labores para estabilizar y restablecer el servicio eléctrico a la población.

En estos momentos, las provincias de Santiago de Cuba, Holguín, Granma, Las Tunas y Guantánamo (donde el huracán tocó tierra con vientos máximos sostenidos de 130 kilómetros por hora en la tarde del domingo 20) se encuentran en fase de recuperación.

De acuerdo con informaciones oficiales, en Guantánamo se reportan derrumbes totales y parciales de viviendas, afectaciones en viales y cultivos, entre otros daños aún sin cuantificar, debido a fuertes lluvias y vientos.

Paralización parcial

Con énfasis en mantener los servicios vitales para la población, la orientación gubernamental ante la crisis de energía eléctrica dada a conocer el día 20, incluye la suspensión de las actividades administrativas no imprescindibles y las docentes hasta el 23 de octubre.

Respecto a las acciones gubernamentales, una publicación en la red social X del presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, resalta la “absoluta prioridad” de resolver “esta contingencia energética de alta sensibilidad para la nación”.

La población cubana de alrededor de 10 millones de habitantes sufre constantes cortes eléctricos y, en la mayoría de las provincias, algunas comunidades todavía están sin electricidad desde la primera desconexión del sistema electroenergético nacional, en la mañana del pasado viernes.

Según publicaciones en el canal de Telegram de la Empresa Eléctrica de La Habana, todas las fuentes de abasto de agua de la ciudad y unos 800 000 clientes cuentan con servicio eléctrico.

Mediante esa vía de comunicación con casi 128 000 usuarios, la entidad estatal insiste en no conectar equipos de alto consumo, para evitar “demandas abruptas” mientras el sistema electroenergético se estabiliza “poco a poco”.

Impacto de huracán Oscar en la región oriental y crisis del sistema electroenergético ponen en tensión a ciudadanía cubana.

Historia conocida

Los apagones (cortes eléctricos) no resultan una novedad para la población cubana que los sufre con bastante regularidad desde la década de 1990, tras el desplome de la desaparecida Unión Soviética, con el consiguiente fin de los subsidios de petróleo regulares provenientes de ese país.

La mayoría de las centrales eléctricas de la isla tienen más de 50 años y el gobierno carece de fondos para darles mantenimiento regular o modernizarlas.

Al referirse a las causas de la agravada crisis, el presidente y el primer ministro cubano insisten en que la falta de combustibles para la generación en las termoeléctricas y los sistemas de generación distribuida se debe “al brutal cerco económico, comercial y financiero impuesto por el bloqueo de Estados Unidos”.

Hace más de tres años, Cuba afronta grandes dificultades para cubrir con sus deterioradas termoeléctricas la demanda de electricidad de la población y el funcionamiento de su industria.

Situación excepcional

Como una situación excepcional califica el mandatario cubano la situación que enfrenta el país, “marcada por la emergencia energética y la alarma ciclónica para las provincias orientales”, informa el portal web Cubadebate.

La fuente cita la declaración del gobernante sobre los disturbios ocurridos en La Habana en la noche del 21 de octubre: “un mínimo de personas, la mayoría en estado de embriaguez, se han comportado de manera indecente. Han tratado de provocar alteraciones del orden público, cometer vandalismo y alterar la tranquilidad ciudadana”.

En tal sentido, también se resalta el anuncio sobre los procesos judiciales, “con el rigor que corresponde”, que deben enfrentar esas personas.

Desde el primer mega apagón, el pasado viernes, tras la salida imprevista de la central termoeléctrica Antonio Guiteras, en la occidental provincia de Matanzas, cientos de publicaciones en plataformas digitales expresan preocupaciones y angustias ciudadanas.

La mayoría refleja falta de confianza en la capacidad oficial para cambiar la situación y coinciden en apuntar que el agravamiento de la crisis “se veía venir”.

Por su parte, Josefina Pérez, una jubilada de 72 años, señala: “en medio de los apagones, la situación en la isla se deteriora junto con la escasez de alimentos, problemas en el suministro de agua, proliferación de vertederos de basura y enfermedades”. (2024)

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