Mirada desde Cuba a impactos de la pandemia en arte del Caribe

La Casa de las Américas no cesó su actividad investigativa y los encuentros virtuales durante los dos años de restricciones por la covid-19.

Con la participación de estudiantes de la Universidad de La Habana, se abordaron aristas de los escenarios educativos regionales, la academia y la gestión cultural, la enseñanza de la Historia del Arte.

Foto: Tomada de Facebook

La Habana, 29 may.- Las complejidades y oportunidades, la difusión y enseñanza de las artes en tiempos de covid y poscovid, la emergencia de formas de creación y la reinvención del trabajo cultural analizó el VIII Coloquio Internacional “La diversidad cultural en el Caribe: Resiliencia y creación en escenarios de pandemia”.

Con sede en la Casa de las Américas, de La Habana, entre el 24 y el 26 de mayo, la cita representó el retorno de este encuentro, que tuvo su anterior edición en 2019, antes de que la pandemia impidiera su continuidad.

Sin embargo, aclaró Gabriela Ramos, especialista del Centro de Estudios del Caribe de la Casa de las Américas, esa situación “no implicó, en medida alguna, que se detuviera el trabajo; solo tuvimos que encontrar un nuevo curso para seguir desarrollando nuestra misión fundamental: la investigación y gestión cultural desde, sobre y para el Caribe”.

De acuerdo con Ramos, “los dos últimos años han llevado al límite las capacidades de todos los actores sociales a nivel mundial y, más allá de la batalla contra el virus, el mundo ha asistido a la reinvención del trabajo cultural, imprescindible como parte de las economías y esencial para la supervivencia de la humanidad”.

Alternativas culturales en tiempos difíciles

La especialista destacó que, durante este tiempo, dicha institución se apropió de la virtualidad para continuar acercando a los pueblos a través de la cultura y el pensamiento crítico, con la realización, por ejemplo, de dos Ciclos de Pensamiento Social Caribeño, el Premio Literario Casa de las Américas y reciente edición de Mayo Teatral.

“Defendemos y confiamos en la posibilidad de articular redes en todas las direcciones y de manera interseccional”, con el acompañamiento de actores del feminismo, el trabajo ambiental y comunitario, la gestión artístico-cultural virtual, las industrias creativas “desde y para las que se ha desplegado la praxis cotidiana, durante este periodo, en la diversidad que compone los países y la cultura del Caribe”, señaló.

En la conferencia Impactos de la covid-19 en las industrias culturales en el Caribe, la profesora Jacqueline Laguardia, de la Universidad de las Indias Orientales, Trinidad y Tobago y la Cátedra de Estudios del Caribe Norman Girvan, de la Universidad de La Habana, analizó los modos a los que acudieron artistas para continuar su obra.

La investigadora y coordinadora de la organización feminista SOFA, de Haití, Sabine Lamour, destacó que durante el confinamiento las mujeres experimentaron un incremento de violencia sexual y doméstica, en todos los estratos sociales, a la vez que fueron activas en la gestión del enfrentamiento, mediante grupos de apoyo creados por los movimientos sociales y artísticos.

Según trascendió en el encuentro, artistas y otros actores sociales adaptaron sus prácticas al nuevo contexto, valiéndose de la multimedialidad, conectaron las esferas socioeconómica y cultural.

Por otra parte, se enfatizó en que la pandemia puso en evidencia las desigualdades en el acceso al conocimiento y la conectividad en los países del Caribe, así como de la fortaleza de la cultura como espacio de diversidad, de defensa de la identidad, de las que pueden emerger iniciativas y emprendimientos basados en el arte y la cultura.

Caminos por andar

El encuentro incluyó el panel “Gestión patrimonial y religiosidad: alianzas para el trabajo comunitario”, donde se expusieron diferentes experiencias, entre ellas, el ruego masivo desarrollado por practicantes de la religión yoruba en Matanzas, durante uno de los momentos altos de la pandemia, y el patrimonio cultural, los escenarios comunitarios y el espacio virtual desde el oriente de Cuba.

Como parte de la mesa “Nuevas formas para la circulación del arte. Plataformas expositivas online, eventos virtuales y artistas jóvenes”, se presentaron las experiencias de Behart, un espacio para la difusión de las artes visuales, y La Jeringa: una inyección de arte y cultura, que saltó de lo virtual a lo presencial, con exposiciones que combinan las artes plásticas y la literatura, entre otras expresiones artísticas.

El panel “Turismo y cultura en el Caribe” abordó los problemas relacionadas con las políticas y realidades, la complementariedad y las alternativas para la región; en tanto, en la mesa “Alternativas ecológicas, sostenibilidad y seguridad alimentaria” se valoró la permacultura como herramienta teórico-práctica para la creación de asentamientos humanos sostenibles y la experiencia cubana.

Con la participación de estudiantes de la Universidad de La Habana, se abordaron aristas de los escenarios educativos regionales, la academia y la gestión cultural, la enseñanza de la Historia del Arte.

A la vez, se presentó el libro Afrontamiento positivo a la covid-19 y sus implicaciones psicológicas. Percepción de riesgo, cuidado, autocuidado y responsabilidad social. También se proyectó el documental Belkis Ayón: grabados de desasosiego, de Juanamaría Cordones-Cook. (2022)

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