La Habana, 9 abr.- La III Muestra Internacional de Cine Educativo (MICE), realizada en esta capital, hizo un reconocimiento a la labor cubana en la visualización de obras de Latinoamérica e Iberoamérica, además de las nacionales, y la premiación de las mejores creaciones audiovisuales infantiles.

El encuentro se desarrolló del 27 de marzo al 8 de abril y llegó hasta los territorios de Holguín, Gibara y La Habana. Esta vez, se dedicó a Argentina como país invitado de honor y a la comunidad autónoma española de Extremadura.

De acuerdo con Ivonne Sánchez, coordinadora general de MICE Cuba, el principal objetivo fue promover la educación audiovisual y el cine para niños, adolescentes y jóvenes.

“Tratamos de hacer un trabajo educomunicativo para formar y crear sujetos críticos, activos, creativos, participativos. Como parte de la muestra, se trabaja para que haya resultados de la labor de niños y niñas, desde las escuelas y los espacios no formales, es decir, desde los proyectos comunitarios”, añadió la investigadora del Instituto Cubano de Investigación Cultural Juan Marinello.

En esta edición se promovió especialmente la presentación de películas realizadas por estudiantes cubanos y de distintas partes del mundo en entornos de aprendizaje, aunque también se presentaron obras profesionales. Diversos cines de La Habana y Holguín, así como centros educativos del país, fueron escenario de las exhibiciones.

El catálogo de la muestra incluyó audiovisuales de los géneros cortometraje, ficción, animación, documental y reportaje, entre los que destacaron el filme argentino Cara sucia, con la magia de la naturaleza, de Gastón Gularte; y de directores cubanos, Fernanda y el extraño caso del mensaje a Figueroa, de Mario Rivas; y La Súper, de Ernesto Piña.

Espacio de formación

Entre sus objetivos, la muestra tuvo espacios e iniciativas de formación tanto de las infancias, como de los profesionales y las personas adultas que trabajan los temas del arte audiovisual con niñas, niños, adolescentes y jóvenes. En este sentido, el programa incluyó diversos talleres, charlas y encuentros de capacitación.

Ivette Ávila, animadora y coordinadora de los talleres realizados en la Academia Animaluz, de los Estudios de Animación del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (Animados ICAIC), comentó sobre los principales ejes temáticos de los talleres.

“Una parte se dedicó al tema medioambiental y otros talleres se dedicaron a la inclusión. La idea era aprender a trabajar para poblaciones diversas, donde están incluidos niños con discapacidad. También se abordó el tema de cómo hacer un uso creativo y provechoso de las nuevas tecnologías”, dijo.

Entre los espacios formativos resaltó la presentación y el debate sobre los materiales accesibles y ecologistas de MICE Galápagos, en centros educativos para infantes con discapacidades.

Estos audiovisuales cuentan con audiodescripción y locución para públicos con dificultades visuales y subtitulaje para personas con problemas auditivos.

Además, sesionaron los talleres “Contenidos para audiencias infantiles», impartido por Mónica Maruri de Ecuador; “Stop motion medioambiental”, a cargo de Betty Cisneros, de Perú, y el “Taller de Cine Educativo”, del profesor holandés Jan-Willem Bult, del proyecto del Prix Jeunesse «No Planet B».

La robótica y la impresión en 3D también acapararon la atención de talleristas durante las sesiones de aprendizaje junto a integrantes del proyecto valenciano El Caleidoscopio.

Aportes y retos

Como principales resultados, MICE ofrece posibilidades de intercambio sobre la producción audiovisual hecha por y para niñas, niños, adolescentes y jóvenes. Durante las acciones en la provincia de Holguín, se reunieron diversos proyectos audiovisuales como Almiquí, Radiovisor y Urbano Noris, para debatir sobre experiencias y retos a la hora de crear.

De acuerdo con Ávila, otro aporte importante de la muestra es la posibilidad de visionar materiales hechos por niños y niñas de diversos países.

“Es un lujo escuchar las voces, las preocupaciones, los sueños de niños de tantos países. También se muestran obras hechas por adultos, pero son obras más alternativas, de calidad y pienso que eso es muy valioso”, comentó.

La animadora también resaltó la importancia del intercambio que se genera entre colegas de muchos lugares.

Por su parte, la coordinadora general de MICE Cuba identificó, como uno de los principales retos del evento, la necesidad de impulsar la educación para la comunicación de manera sistemática.

“Es necesario que esta labor de educación para la comunicación salga desde los contextos escolares y se realce más en estos espacios. Es decir, que no quede como algo puntual, una vez al año o cada dos años, en un evento, sino que sea un incentivo para realizar actividades a lo largo del año, en los diferentes contextos educativos en Cuba”, propuso Sánchez. (2023)