Mujeres al mando: situación en cooperativas rurales

Un estudio de casos revela cómo entre la población campesina existen resistencias para la revalorización del papel social de la mujer.

Jorge Luis Baños - IPS

La presencia femenina en puestos de dirección aumenta solo en los niveles municipales, afirman especialistas.

La Habana, 18 oct.- En la provincia Camagüey, 534 kilómetros al este de la capital, la presencia de mujeres en puestos de dirección no se corresponde con el potencial profesional capacitado para ejercer labores relacionadas con la gestión agropecuaria, corroboró una investigación publicada por la revista Temas en su número 70.

Sus autoras, Maribel Almaguer Rondón, profesora de la Universidad de Camagüey, y Ana Lidia Torres Armenteros, docente de la Universidad Médica de ese territorio, analizaron las dinámicas de funcionamiento de doce cooperativas en el período comprendido entre enero de 2006 y diciembre de 2010.

Hasta el presente acercamiento, en la provincia no se habían desarrollado investigaciones de este tipo, a pesar de que las estadísticas por sí mismas demuestran la desigualdad que existe entre hombres y mujeres para ocupar responsabilidades de dirección.

En Cuba, unas 200.000 mujeres están vinculadas al sector agropecuario, de las cuales 17.000 se han acogido a los beneficios de la legislación que otorga tierras en usufructo a quien quiera cultivarlas, se conoció el pasado lunes 15, durante la celebración de Día Internacional de la Alimentación y el Día Mundial de la Mujer Rural.

Según el estudio difundido por Temas, de las 283 cooperativas que funcionan en Camagüey, solo nueve están presididas por mujeres, realidad que se sustenta fundamentalmente en el predominio del modelo de dirección masculino y de patrones sexistas para la distribución de los roles en el hogar.

“A las mujeres se les reconoce más su contribución al desarrollo rural por el papel que desempeñan en la reproducción y el mantenimiento de las unidades domésticas, que por su aporte económico”, aseguran Torres y Almaguer.

El desempeño de la mujer dirigente en las cooperativas, mucho más escaso que en la industria y los servicios, se ve frenado también por el poco reconocimiento social que reciben las personas empleadas en cargos de dirección y la valoración negativa que sufren al permanecer menos tiempo con la familia, explican las especialistas.

A continuación la redacción de IPS Cuba resume las causas del fenómeno reconocidas por el estudio y los puntos principales de una estrategia de género propuesta por las investigadoras:

Factores que limitan el acceso de las mujeres a cargos de dirección

Vinculados al trabajo:

1. Carencia de medios de transporte y comunicación.

2. Capacitación insuficiente.

3. Agenda cargada de reuniones en horario extralaboral.

4. No logran consolidar un estilo de dirección propio por estar obligadas a trabajar sobre la base de patrones masculinos.

Vinculados a las condiciones de vida:

1. El acceso a servicios elementales y de apoyo al hogar como las escuelas, peluquerías, instalaciones gastronómicas y reparación de equipos, se hace complejo por las grandes distancias que deben recorrerse y la carencia de transporte.

2. Mayores responsabilidades en las tareas domésticas, así como en el cuidado de niños y ancianos.

Propuestas para complementar la estrategia de género de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP):

-Levantamiento del potencial femenino con posibilidades de incorporarse a cargos de dirección.

-Desarrollo de talleres de género con la colaboración de activistas para sensibilizar a mujeres y esposos.

-Trabajar por mejorar las condiciones de vida y de labor.

-Diagnosticar las causas de la poca incorporación de jóvenes a puestos de dirección.

-Coordinar con las organizaciones de masas en la comunidad para generar actividades culturales y recreativas, entre otras, que estimulen la presencia de jóvenes como socios en las cooperativas. (2012)

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