Mujeres giran la polémica sobre caso judicial
Hasta la noche del 12 de marzo, 198 personas se habían adherido al llamamiento por la no violencia hacia las mujeres en Cuba.
La Habana, 13 mar.- Diversas opiniones desde el punto de vista del feminismo y el enfoque de género circulan vía correo electrónico, después que ocho activistas por la equidad entre hombres y mujeres lanzaran una declaración a partir de la polémica suscitada por el caso judicial del escritor cubano Ángel Santiesteban. Las escritoras Laidi Fernández de Juan y Marilyn Bobes, las críticas de literatura Luisa Campuzano y Zaida Capote Cruz, las periodistas Helen Hernández Hormilla y Lirians Gordillo, la psicóloga Sandra Álvarez y la académica Danae C. Diéguez leyeron un texto que alertó sobre la persistencia de la violencia contra la mujer en la isla caribeña, el pasado 8 de marzo, en la sede de la no gubernamental Unión de Escritores y Artistas de Cuba, en esta capital.
Santiesteban, de 46 años, comenzó el pasado 28 de febrero a cumplir una condena de cinco años de privación de libertad, después que un tribunal lo encontrara culpable de agredir, en 2009, a su ex esposa y madre de su hijo, Kenia Rodríguez. Intelectuales de Cuba, residentes fuera y dentro del país, organizaron la recogida de firmas y realizaron declaraciones en defensa del acusado.
Algunas de estas voces sostienen que los hechos fueron amañados por las autoridades e inventados por Rodríguez, debido a que el autor del blog “Los hijos que nadie quiso” es considerado un opositor político. Por su parte, el grupo de mujeres enfatizó en que muchas de las interpretaciones del caso desacreditan a la esposa y reproducen la violencia de género.
“Nadie puede juzgar estos hechos sin conocer la profundidad de los daños causados por Santiesteban a su ex esposa y a su hijo”, indicó el colectivo, que realizó la declaración de manera autónoma y reprodujo al final la carta de apoyo a Santiesteban realizada por el poeta Rafael Alcides.
Para ellas, el texto de Alcides, titulado “Lamentaciones y esperanzas por un nuevo escritor encarcelado”, tiene un carácter misógino.
“La violencia contra la mujer tiene su origen, precisamente, en ese gesto tan usual de imaginarla carente de juicio, de independencia, o de opinión propia, y quienes esgrimen esas tesis están reproduciendo la agresión; como aquellos que culpan a la víctima de una violación de haber provocado a su agresor”, explicaron las activistas en las palabras tituladas “8 de marzo: tod@s contra la violencia”.
Asimismo, propusieron que “las instituciones y organizaciones cubanas deben pronunciarse sobre este caso en particular y también acerca de la violencia contra la mujer en nuestra sociedad”.
“Combatir la violencia contra la mujer solo puede lograrse si nos unimos tod@s contra la desigualdad que la inspira y reconocemos el derecho de las mujeres violentadas a defenderse de su agresor y a denunciar la agresión”, amplió el llamamiento, seguido por otra declaración, del 10 de marzo.
En su último pronunciamiento público, las activistas expresaron: “Rechazamos la manipulación política de este caso, con su consecuente naturalización de la violencia contra la mujer, así como la repetida agresión a la víctima, al exponerla repetidamente sin consideración alguna”. Asimismo, reiteraron la necesidad de que Cuba cuente con una ley específica sobre la violencia de género.
Hasta la noche del 12 de marzo, el grupo había recibido en la cuenta creada para ese fin, cubacontralaviolencia@gmail.com, la adhesión de 198 personas, de 5 países.
A continuación, la Redacción de IPS Cuba resume algunas de las opiniones vertidas por quienes se han sumado a esta lucha:
Leticia Pérez, estudiante de psicología: “No es injusta la pena, realmente lo injusto ha sido las consecuencias que para ella y su hijo ha tenido esta violencia, que no se limitan solo a daños físicos sino también psicológicos y con las que tendrán que lidiar por el resto de sus vidas”.
“Todas las mujeres deberíamos unirnos y comenzar a luchar para que estos hechos salgan a la luz y exigir que se tomen medidas no solo para juzgar la violencia contra la esposa, la amiga, la compañera de trabajo, en fin la mujer en general, sino también para exigir la búsqueda de nuevos recursos y formas para que toda mujer pueda acudir a buscar ayuda segura en el momento en que se presente el primer indicio de violencia”.
Livia Quintana, psicóloga: “Conocí el sufrimiento de esta mujer (Rodríguez) y las repercusiones que tuvo esta situación en su vida. No es justo minimizar las implicaciones de los actos de violencia contra las mujeres”.
Leslie Salgado, periodista: “Tengo la esperanza de que un día la violencia contra la mujer no sea tratada como un asunto menor, ni minimizada a las consecuencias de una “simple riña” (calificativo usado por Alcides para definir los hechos). Esa naturalización del maltrato, ese asumirlo como lo “normal” es lo único que podría explicarnos la sinrazón de ciertos razonamientos donde se intenta dar sentido a lo inexplicable”.
Norma Medero, profesora: “Estoy muy consciente de que nuestra construcción cultural ha sido y continua siendo, en muchos ámbitos, elitista, purista, MACHISTA y discriminatoria. Es hora de hacerlo visible. Es hora de no permitirnos el silencio, por principio y convicción, ante ningún acto de humillación, vejación o discriminación, sea este de la naturaleza que sea.”
Berta Carricarte, profesora: “Me alegra saber de este caso donde la violencia contra la mujer ha sido denunciada, procesada y condenada. Por lo general, cuando una llega a una estación de policía, a pedir siquiera ayuda contra un acosador, suelen mirarte como si fueras un bicho” (“como si fueras un bicho”, frase popular que significa “como si fueras algo raro”).
Marcia Collazo, abogada uruguaya: “Disculpar, justificar o hacer invisible la violencia, por cualquier medio, equivale a hacerse cómplice de ella, y refuerza desde las instituciones la regresión y la degradación ética y social que hoy queremos combatir”.
Lohania Aruca, historiadora: “De las mujeres depende fundamentalmente el futuro de nuestro país, la educación y cultura humana de nuestros niños y niñas, el respeto que se deben entre sí, y a sus mayores, a todos los conciudadanos y conciudadanas. Ser hombre también obliga a ser consciente de los límites que existen en el trato hacia otras personas, particularmente hacia las mujeres, niñas y niños”.
Ernesto Pérez Zambrano, realizador audiovisual: Remarcó “la necesidad y oportunidad de extender redes de apoyo y solidaridad hacia las víctimas de violencia y maltrato por razones de género en Cuba”.
Gustavo Arcos, crítico de cine: “Aunque el asunto (la violencia de género) se ha discutido y visibilizado puntualmente en nuestros medios o foros, aún queda mucho camino por recorrer. Precisamente, el caso que ahora motiva vuestro llamado, es una muestra del inmenso vacío que existe entre las palabras y los hechos”.
“Ese espacio debe ser llenado, sí, con el diálogo y el activismo social, con debates públicos y propuestas concretas pero sobre todo, con la definitiva implementación en nuestros niveles de enseñanza de una verdadera cultura del respeto, la ética y la igualdad de derechos”. (2013)
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