La Habana, 13 nov.- Para conocer y luego comunicar sobre este proceso en Cuba, un grupo de periodistas de varias provincias y medios de comunicación participan en el taller El periodismo ante la Agenda Global de Desarrollo, que se desarrolla en esta capital, el 12 y 13 de noviembre.

Organizado por la agencia de noticias Inter Press Service y el Instituto Internacional de Periodismo José Martí (IIPJM), la iniciativa cuenta con el apoyo del Sistema de Naciones Unidas (SNU) en Cuba y el aporte de especialistas de lujo y alta calificación.

Ariel Terrero, director del IIPJM, destacó en la inauguración que el taller fue concebido como un primer acercamiento a este tema, que requerirá un profundo estudio, permanente y sistemático, así como analizar qué papel les corresponde a los medios de comunicación en la agenda global.

Myrta Kaulard, coordinadora residente del SNU, explicóque no se trata de una agenda de Naciones Unidas, sino de los países miembros, cuyas sociedades tuvieron una amplia participación en el proceso de discusión y construcción de los 17 objetivos y 169 metas.

“La prensa y el periodismo tienen un papel fundamental como parte privilegiada de la sociedad para comprender las cosas y su alcance en la comunicación necesaria para realizar la agenda de desarrollo sostenible”, dijo Kaulard.

Por eso, “este evento es una oportunidad y un primer paso”, aseveró.

En su conferencia “La construcción de una Agenda de Desarrollo común para la humanidad: de los ODM (Objetivos del Milenio) a los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible)”, la coordinadora residente indicó en que son universales, de carácter integrado e indivisible.

Los ODS conjugan las tres dimensiones del desarrollo sostenible: social, económica y ambiental, y persiguen un gran desafío: erradicar la pobreza y las disparidades, con la premisa de salvar el planeta para las generaciones futuras y sin dejar a nadie atrás.

Con la entrada en vigor en enero de 2016, el proceso hacia los ODS 2020-2030, explicó Kaulard, tiene como próximo paso la adopción, en marzo del venidero año, de los indicadores que permitirán medir los progresos.

Los países firmantes de la agenda comenzarán sus propios procesos con el desarrollo de marcos legales, políticas y la definición de las fuentes de recursos para lograrlos, más allá de las ayudas externas que podrían obtener, aclaró.

La realización de estos objetivos, insistió, demandará no solo de voluntad política y recursos financieros sino también de conocimientos y mucha innovación a todos los niveles, participación e intercambio para romper barreras verticales de toma de decisiones, que permitan construir sociedades inclusivas, seguras y sostenibles.

Theodor Friedrich, representante de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, se refirió a la pobreza y al hambre como metas pendientes.

Destacó que, aunque en el mundo se producen alimentos suficientes, el incremento de la producción no alcanza para satisfacer las crecientes necesidades, por lo que 14 de los 17 objetivos tienen que ver con estas dos deudas con la humanidad.

Friedrich alertó que deben tenerse en cuenta elementos como el agua, modelos sostenibles de producción y consumo, el desperdicio de alimentos, la pérdida del suelo, la nutrición, los efectos de la agricultura en el cambio climático y la energía como elemento clave en el logro de la seguridad alimentaria, entre otros.

A su juicio, “si no se garantiza el incremento de la producción de manera sostenible, tampoco vamos a reducir el hambre”.

El representante de FAO consideró posible erradicar el hambre para 2030 como resultado de la combinación de inversiones en agricultura sostenible a favor de los pobres, el desarrollo rural y medidas de protección social para sacar a las personas de la subalimentación crónica y la pobreza.

Sobre los desafíos para Cuba de la nueva agenda, las oportunidades y posibles obstáculos, disertó la investigadora del estatal Centro de Investigaciones de la Economía Mundial (CIEM), Blanca Munster.

Apuntó que, en el caso de la nación caribeña, las prioridades fundamentales estaríanvinculadas con dimensiones del crecimiento inclusivo, no solo cuánto se crece sino la calidad de ese incremento, con criterio de inclusión social amplio, el respeto ambiental y la equidad social,

Para la investigadora, esto implica un redimensionamiento de políticas universales y focalizadas de protección social y, sobre todo, abrir espacio a la participación popular y local, de modo que las personas no sean beneficiarios pasivos, sino actores en la construcción de esa agenda.

A su juicio, también generarátensiones y restricciones relacionadas con el bloqueo económico impuesto desde 1962 por los Estados Unidos, las vías de financiamiento y entre objetivos de diferente naturaleza, como armonizar objetivos de crecimiento macroeconómico con otros de equidad y sustentabilidad ambiental.

La profesora Norma Vasallo explicó la relevancia de la igualdad de género para un desarrollo sostenible: “la mitad de la población es femenina, lo que significa la mitad de las potencialidades de desarrollo y de los recursos humanos, con sus infinitas posibilidades de creación”.

Los cambios al interior de la familia en términos de redistribución de roles domésticos, opinó, no se acercan a lo necesario, ni a la magnitud de los cambios en la participación de las cubanas, lo que constituye uno de los mayores obstáculos para continuar avanzando en la igualdad de género.

En el taller, que se aspira tenga una continuidad en 2016 para profundizar sobre los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, participan periodistas de Las Tunas, Pinar del Rio, Ciego de Ávila, Camagüey, Granma, Holguín, Santiago de Cuba y La Habana, procedentes de medios radiales, televisivos e impresos. (2015)