¿Por qué emigran más las mujeres en municipio del oriente cubano?

A nivel global se constata una creciente feminización de las migraciones, advierten especialistas.

Incluir la categoría género en el estudio de las migraciones internas permite analizar las diferencias entre varones y mujeres en la toma de decisiones a la hora de emigrar.

Foto: Jorge Luis Baños_IPS

La Habana, 3 jun.- Más de la mitad de quienes emigran en el municipio cubano de Guamá son mujeres, muchas veces como estrategia para mejorar la economía familiar y con un fuerte impacto en los indicadores demográficos, físicos, económicos, culturales y de género del territorio.

Así lo confirma el artículo “Cuando la mujer migra. Una mirada a las migraciones internas, desde la perspectiva del desarrollo sostenible, en el municipio costero de Guamá, Santiago de Cuba”, publicado en el No.28/2018 de la revista Novedades en Población, del Centro de Estudios Demográficos de la Universidad de La Habana.

Las autores son un equipo de profesores de la Universidad de Islas Baleares, España y el Centro de Estudios Multidisciplinarios de Zonas Costeras de la Universidad de Oriente, en Santiago de Cuba, a 860 kilómetros de La Habana.

Recuerdan que el desplazamiento de población dentro del municipio en ocasiones es obviado en los estudios de migración, al no ser registrados estadísticamente.

Sin embargo, apuntan que la combinación de estos con las migraciones genera un impacto importante en el desarrollo socioeconómico de la región.

Defiende asimismo la inclusión de la categoría género en el estudio de las migraciones internas a fin de analizar las diferencias entre varones y mujeres en la toma de decisiones a la hora de emigrar, cómo éstas están condicionadas por la familia y la comunidad, así como el desigual impacto en la reorganización de los cuidados y el mantenimiento de los vínculos con la comunidad de origen.

¿Qué ocurre en Guamá?

El municipio, muy montañoso y donde se ubican las mayores elevaciones cubanas, se localiza en el suroeste de la oriental provincia de Santiago de Cuba; cuenta con una población de algo más de 34.000 habitantes, de los cuales menos del 48 por ciento son mujeres.

Sin embargo, contrastan los estudiosos, en el periodo analizado de 2012 a 2015 salieron del territorio más personas que las que entraron, y el 51,3 por ciento de los migrantes fueron féminas, hacia municipios de mayor desarrollo.

Las causas estuvieron asociadas a la búsqueda de mejoras económicas y de desarrollo profesional, divorcios, casamientos, entre otras, con un impacto importante en las dimensiones del desarrollo sostenible de este municipio costero.

En este sentido, resumieron las afectaciones en algunas dimensiones:

Dimensión económica: Abandono de zonas altamente productivas en las montañas y la pérdida de mano de obra calificada, y con ello la descualificación de algunos servicios comunitarios.

Dimensión social: Pérdida de potenciales lideresas en la gestión empresarial y la dirección comunitaria e institucional, así como la no cobertura de plazas especializadas en algunas zonas de la montaña.

Dimensión ambiental: Ocupación de espacios sensibles en la zona costera para la ubicación de viviendas, lo cual genera vulnerabilidades frente a la penetración del mar por el efecto de fenómenos meteorológicos extremos.

Dimensión de género: Provoca desequilibrios en los hogares y cambios en las estrategias de cuidado de las familias.

Detallaron que cuando las mujeres migran hacen recaer en las personas que quedan atrás tareas relacionadas fundamentalmente con el cuidado.

Sin embargo, la mayoría de los entrevistados reconocieron que la familia agradece a la persona que se desplaza, pues ayuda con dinero, ropas, zapatos, alimentos a los niños, padres y ancianos que quedan en casa.

Asimismo, se modifican comportamientos en relación con los niños y niñas cuando quedan al cuidado de abuelas y abuelos, tías u otros familiares, mientras que la ausencia de mujeres en edad reproductiva en determinadas zonas de la montaña, pudiera ser la razón de las relaciones entre hombres y mujeres de edad muy jóvenes, generando disfuncionalidades en la fecundidad adolescente, contrastan los expertos.

A juicio del grupo de investigación, migraciones, género y sostenibilidad es una triada analítica necesaria para aproximarse a las complejidades del desarrollo humano y comunitario y de la implementación de políticas y programas de desarrollo sostenible a escala local.

Por ello exhortan a efectuar nuevas investigaciones de estos procesos migratorios vinculadas a otras variables que, como la fecundidad y el desarrollo local, permiten profundizar en el conjunto de factores que intervienen (contexto familiar, rol y autonomía de las mujeres en la comunidad, y sus oportunidades laborales en el territorio), así como en el impacto que generan en la comunidad. (2019)

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