Presentan en Cuba Catálogo Audiovisual de Tecnologías Agroecológicas (III)

El tercer volumen del catálogo centra la atención en las experiencias de mujeres que asumen prácticas agroecológicas en el país caribeño.

El Catálogo Audiovisual de Tecnologías Agroecológicas cuenta con dos entregas realizadas en la Cuba (I y III) y con un volumen que expone las experiencias de Argentina y Uruguay (II).

Foto: Jorge Luis Baños/IPS

La Habana, 18 mar.- Temas como el uso del biogás y su impacto en la calidad de vida de las mujeres, las casas de tapado, los vínculos entre juventud y resiliencia y la agroecología en la vida de las campesinas son visibilizados en el tercer volumen del Catálogo Audiovisual de Tecnologías Agroecológicas (CATA).

La presentación del tercer volumen en La Habana, el día 16, reunió a especialistas de diversas organizaciones nacionales y proyectos que trabajan estos temas, así como a productores y productoras agrícolas.

Esta iniciativa del realizador Alejandro Ramírez tiene como premisa compartir aprendizajes sobre la aplicación de la agroecología en Cuba. De manera especial, las recientes cápsulas audiovisuales, grabadas en las provincias Artemisa, Matanzas, Sancti Spíritus y Santa Clara, se enfocan en los aportes femeninos.

Para realizar esos videos, el equipo liderado por Ramírez contó con el acompañamiento de la oenegé internacional Oxfam y la Estación de Pastos y Forrajes Indio Hatuey, así como con el apoyo financiero de la Embajada de los Países Bajos.

Durante la presentación, Ramírez comentó sobre el proceso de realización y los retos que le impuso la pandemia: “yo no pude estar en las filmaciones, tuvimos que trabajar online con cuatro equipos de filmación locales, que asumieron los contenidos de cada región”.

Aseguró el director que continuará el proyecto “mientras tenga fuerzas” y expresó su aspiración de que “otros realizadores se sumen, porque no quisiera ser yo solo”.

También valoró que “el saber relacionado a la agroecología y la sustentabilidad es completamente infinito, cada región tiene sus propios saberes, sus diferencias, así que creo que estamos aún en el comienzo de lo que puede ser el catálogo”.

Para el director Alejandro Ramírez, el saber relacionado a la agroecología y la sustentabilidad es muy diverso y amplio en cada región de Cuba.

Un producto para compartir

El producto se colocará en el canal de Youtube de CATA y, además, formará parte de la plataforma digital Cuba Resiliente, que Oxfam en Cuba lanzará próximamente.

Yuván Contino, investigador de la Estación Experimental de Pastos y Forrajes Indio Hatuey, afirmó que “el catálogo es una herramienta para difundir y dialogar con diversos públicos que necesitan utilizarlo”.

Según el especialista, “el catálogo muestra la posibilidad de un tipo de agricultura diferente y la necesidad de propiciar elementos para el cambio, para promover concepciones de sostenibilidad y perdurabilidad”.

Por su parte, Elena Gentili, directora del programa de Oxfam en Cuba, comentó que se trata de un producto que permite visibilizar los aportes de las mujeres en el sector agrícola, colocando una visión más resiliente de las zonas rurales a través de la agroecología.

“Oxfam ha promovido a través de estos años la transformación agroecológica, así como el movimiento de campesino a campesino. El catálogo es el resultado de un trabajo colectivo, articulado entre diferentes actores, y esa es una de sus fortalezas como producto. Debemos cuidarlo, multiplicarlo y compartirlo para que sea una herramienta viva”, apuntó.

Asegura Elena Gentili, directora de Oxfam en Cuba, que el catálogo permite visibilizar los aportes de las mujeres en el sector agrícola, colocando una visión más resiliente de las zonas rurales a través de la agroecología.

Mujeres en resiliencia

María Andrea Cordero, de 70 años, es una de las protagonistas de las cápsulas. Lidera la finca San Juan Bautista, en la provincia de Artemisa, y la acompaña en este empeño su nieto Raudel García.

La productora agrícola cuenta en el audiovisual el proceso de transformación de su finca, dedicada a cultivos varios y que se transformó como parte del proyecto “Acelerar la producción sostenible de alimentos en municipios cubanos” (PROSAM), implementado por el Instituto de Suelos del Ministerio de la Agricultura con el apoyo de las oenegés Care y Oxfam en Cuba.

“Fuimos beneficiados con un sistema de riego alimentado con paneles solares, y cambiamos entonces el sistema de agricultura que había. Se dejó de usar el químico, empezamos con los agentes biológicos y hemos ido aprendiendo, nos ha dado buenos resultados”, explica Cordero.

Subraya que “cualquier mujer puede dirigir una finca, entiendo que no hay limitación ninguna para que las mujeres trabajen en el campo”. Asimismo, expone cómo comparte sus experiencias con su nieto: “Él ha estudiado mucho, pero también conoce las tradiciones que le he enseñado de la finca”.

El joven, a su vez, confirma esa relación de aprendizaje y cariño que les une: “el campo es tranquilo, una fuente de ingresos en la que somos autónomos, me he ido enamorando del campo”.

Y añade: “Desde que nací estoy vinculado con mi abuela y mi bisabuelo en la finca, aprendiendo y mirando. Yo empecé a aprender de la experiencia de ella a través de los años, ha sido mi guía en la agricultura”. (2022)

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