Proyecto cubano de audiovisuales sensibiliza sobre la abuelidad

Este 13 de junio se estrenó en la televisión estatal el primer corto de la serie Fábrica de felicidad. La abuelidad, del Proyecto Palomas.

Esta nueva serie del Proyecto Palomas, según sus realizadores, convoca al debate público que debe preceder el referendo del Código de las Familias en Cuba.

Foto: Tomada del Proyecto Palomas.

La Habana, 14 jun.- Los espacios perdidos, la entrega incondicional, las abuelas esclavas, el entorno familiar y la urgencia de una mirada humanista y más comprometida desde la sociedad aborda la nueva serie Fábrica de Felicidad, del proyecto de audiovisuales Palomas, dedicada esta vez a la abuelidad.

Se trata de tres cortos, de cuatro minutos de duración: Producción de respeto, Producción de esperanza y Producción de dignidad, que persiguen abordar un asunto poco tratado y en el que, supuestamente, no existen conflictos.

“La creación de estos cortos es una oportunidad para sumarnos y expresarnos como parte de las demandas de las agendas sociales cubanas e internacionales en la necesaria movilización de una conciencia ciudadana alrededor de la sensible temática de la abuelidad”, declaró Sergio Cabrera, coordinador general de Palomas.

La abuelidad forma parte de la serie Fábrica de Felicidad, un deseo desde 2012 de la directora del proyecto, la realizadora Lizette Vila. La primera entrega de este seriado fue a inicios de la pandemia y abordó aspectos de la temática de género.

La abuelidad es un concepto fijado por la médica argentina Paulina Redler, a finales de los años 70 del siglo pasado, para denominar a la relación y función de las abuelas y los abuelos hacia sus nietas y nietos, así como los efectos psicológicos de este lazo afectivo.

Según profundizó Cabrera, la abuelidad no es un fenómeno exclusivamente relacionado con la vejez, porque hay un grupo grande de abuelas y abuelos que no son ancianos, sino más bien personas jóvenes que comienzan esa experiencia con todos sus desafíos.

En el caso de las personas adultas mayores, opinó, esa población está en un aumento rápido y progresivo a nivel mundial y Cuba no escapa de eso, lo cual se asocia a un incremento de abusos, maltratos e incomprensiones, incluso en formas silentes.

“Hemos descubierto conceptos de la academia como el síndrome de la abuela esclava, que muchas veces no las mismas personas, ni siquiera las propias abuelas lo reconocen, con fuertes implicaciones en la calidad de vida de esas poblaciones”, dijo.

Oportunidad especial

En los cortos aparecen expresiones como: “cargas familiares muy superiores a las que nuestras capacidades físicas y mentales pueden soportar”, “el sentido excesivo de compromiso nos obliga a negar y ocultar nuestro agotamiento por no molestar”, “nunca tenemos una vida propia” y “ser abuela no es una carga impuesta… es una oportunidad para sentirnos útiles”.

Al decir de Cabrera, con estos tres cortos Palomas se propone “iluminar el panorama social cubano, no solo desde lo afectivo que hay detrás muchas veces de la abuelidad, sino también desde lo efectivo: los derechos, los límites, el alcance, la denuncia y la reparación de todas esas desigualdades que se esconden detrás”.

Las abuelas y los abuelos, puntualizó, muchas veces renuncian a los proyectos de esa etapa de la vida, fruto de las desigualdades que se establecen.

“Con frecuencia, las abuelas renuncian a proyectos individuales, por ayudar a las aspiraciones de los demás y terminan quedándose sin espacios privados, sin espacios de realización, lo cual es una de las tantas desigualdades para el alcance de esa justicia, que es derecho de todos y todas”, alertó.

Esta serie, dijo Cabrera, convoca al debate público que debe preceder el referendo del proyecto del Código de las Familias y “que salgan (los cortos) justamente en este minuto señala la urgencia de emprender acciones dirigidas a mejorar la vida de las abuelas y los abuelos en el panorama social cubano”.

A su juicio, el Código de las Familias exige de la sociedad cubana un enfoque diverso, que incluye a varios sectores de la población actual y futura, que demanda una atención desde lo jurídico, lo social, lo económico y desde los derechos.

“El último documental de Palomas, Mujeres, sus cuidados y cuidadoras, es una de esas acciones que pretenden sensibilizar a la población cubana, y ahora La abuelidad es otra herramienta que Palomas pone a disposición de la gente en Cuba para sensibilizar sobre esas tantas realidades que no excluyen que los derechos sean para todos y todas”, dijo.

Realización de estos tiempos

A diferencia de otras realizaciones de Palomas, “en estos cortos no hay protagonistas ni una temática única porque los tres tocan la abuelidad”.

Obelia Blanco y Enrique Molina, artistas con una impronta en el panorama cultural cubano, llevan la narración de los conceptos fundamentales de las dinámicas que viven las abuelas y los abuelos”, explicó Sergio Cabrera.

También puntualizó que se escogió este formato con la intención de que “puedan ser transmitidos en la televisión, con una dinámica y una rapidez diferente”. Según adelantó, con la canción “Tan lejos”, del dúo Iris, “están también diseñados para las redes sociales, donde los mensajes deben ser cortos”.

El primer corto se estrenó en la televisión estatal este 13 de junio, fecha también del lanzamiento de los tres audiovisuales en las redes sociales.

Con guion de Vila y de Cabrera, los cortos son una producción del proyecto Palomas y del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (Icaic), con la contribución del Centro Félix Varela, la Empresa de Grabaciones y Ediciones Musicales (Egrem) y la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación (Cosude).

En la actualidad Palomas trabaja en el diseño intelectual de un proyecto con el Programa Integral de Envejecimiento Saludable (PIES), del municipio Plaza de la Revolución, que agrupa a un equipo multidisciplinario y está financiado por la Unión Europea. (2021)

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