La Habana, 4 feb.- Hace siete años, Ernesto participa en los talleres organizados por Cáritas Cuba en la occidental ciudad de Matanzas. En esos espacios de socialización, aprendizaje e intercambio, el niño encuentra motivaciones y herramientas para desarrollar su creatividad y bienestar.

Una reciente publicación de la organización religiosa resalta los aprendizajes de grupos infantiles y de personas mayores participantes en los tallares que imparte la profesora Mariela González desde 2016 en la ciudad matancera.

La licenciada en Educación Plástica, docente de la Universidad de Matanzas, imparte estos talleres como parte de los programas Grupo de Desarrollo Humano y Grupo de Personas Mayores, impulsados por Cáritas Cuba.

Los encuentros con niñas, niños y adolescentes, indica la fuente, se enfocan en motivar su creatividad aplicada al dibujo, la impresión, el marmolado, entre otras artes plásticas; mientras que las personas mayores se adiestran en el uso de técnicas artesanales de tejido, costura, decoupage o recortado, entre otras.

El texto incluye testimonios sobre los aportes de los encuentros durante ocho años. Por ejemplo, la madre de Ernesto destaca cómo el ahora adolescente de 13 años aprende en los talleres de verano técnicas de manualidades y a actuar ante diversas situaciones, al conocer sobre compañerismo, solidaridad y comprensión.

Por su parte, Ledia, de 84 años, comenta su experiencia en los cursos para personas mayores, donde se aprende “lo mismo puntadas que muñequería, con resultados muy buenos que nos han permitido hasta hoy ser más autónomas en nuestra economía”.

Apoyo a personas vulnerables

La pasada semana, miembros y activistas de la institución de la iglesia católica en la isla e integrantes de la Fundación Amigos de Cáritas Cuba recorrieron varias provincias para vivenciar el desarrollo del Programa de Personas Mayores.

Una reseña en Facebook informa sobre la visita al municipio San Cristóbal, de la provincia Pinar del Río, en el extremo occidental del país. Allí, 19 ancianas y ancianos vulnerables de la comunidad se benefician de un servicio de comedor, dos veces por semana.

Otro post en esa red social expone detalles del paso de la delegación por sitios de La Habana Vieja donde varias iniciativas de Cáritas Cuba benefician a personas vulnerables de la comunidad.

Según se refiere, el pasado 27 de enero tuvo lugar el intercambio con el grupo responsable de La Guardería Padre Usera, dedicada a labores de cuidado y educación de niñas y niños en edad preescolar.

Esa misma jornada, el grupo de visitantes conoció la labor del servicio de comedor para personas mayores en la Iglesia del Santo Ángel Custodio, que atiende unas 25 personas dos veces a la semana.

Otro día, en la Finca San Antonio de Padua, uno de los tres proyectos agrícolas impulsados por Cáritas en la central provincia de Cienfuegos, se interesaron por la diversidad de producciones (yuca, frijol, plátano, boniato, tomate, entre otros alimentos) que se destinan al servicio de comedor del Programa de Personas Mayores en el municipio de Lajas.

Más de tres décadas de labor

La constitución de Cáritas Cuba data del 25 de febrero de 1991, a partir del decreto de la Conferencia de Obispos Católicos. Esta organización religiosa enfoca su labor a través de seis programas y diversos proyectos dirigidos especialmente a personas en situación de vulnerabilidad y desventaja social.

El trabajo de acompañamiento a niñas, niños, personas adultas mayores, afectadas por VIH/sida e infecciones de transmisión sexual, así como por situaciones de desastres o riesgos sociales recibe el apoyo de organizaciones internacionales como la red Cáritas Internationalis y fondos públicos donados por entidades extranjeras o la sociedad civil cubana.

Durante la contingencia sanitaria que provocó la pandemia de covid, las donaciones gestionadas por Caritas Cuba beneficiaron a varios hospitales del país. (2024)