Violencia de género en Cuba: el desafío de las estadísticas
Medir la violencia de género en Cuba sigue siendo un desafío a pesar de los esfuerzos institucionales, académicos y de la sociedad civil.
Múltiples han sido los esfuerzos en los últimos años para acercarse estadísticamente a la violencia de género en Cuba, teniendo en cuenta todas sus manifestaciones, desde las más sutiles hasta las más extremas, como puede ser la muerte de mujeres y niñas por motivos de género, también conocido como femicidio o feminicidio, según las diversas fuentes de información.
En un recorrido que ha transitado desde la negación explícita de un fenómeno que afecta a todos los países del mundo, independientemente de su nivel económico o sistema político, a un amplio reconocimiento público, se visualiza también el desafío de las estadísticas con las mismas tendencias que se registran a nivel global: vemos solo la punta del iceberg.
En otras palabras, conocemos solo los casos que llegan a registrarse o denunciarse y que, según estudios internacionales, son menos del 10% de la violencia por motivos de género que realmente viven las mujeres en todo el curso de la vida. Tampoco se conoce con exactitud el impacto de la pandemia de la covid que, en Cuba como en el resto del mundo, colocó a las mujeres en situación de mayor vulnerabilidad.
Rompiendo el silencio estadístico
El año 1999 marca un antes y un después en el abordaje de la violencia de género en Cuba. La visita al país de la relatora especial sobre la violencia contra la mujer de las Naciones Unidas Radhika Coomaraswamy fue un paso sin precedentes en el reconocimiento de un problema social que había sido considerado oficialmente como incomplatible con el sistema socialista.
“Es difícil determinar el alcance y la prevalencia de la violencia contra la mujer en Cuba. La falta de estadísticas al respecto sigue siendo un problema importante, reconocido por la mayoría de las personas”, asegura la relatora en su informe de misión que incluye los únicos datos recibidos de la Policía Nacional Revolucionaria.
Los casos reportados, que abarcan 1998 y primer semestre de 1999, incluyen: 7735 lesiones; 1307 violación: 33 abuso sexual; 65 ultraje y 577 injurias lascivas. Adicionalmente, se conoció que, en 1998, 3,6% de las víctimas femeninas eran menores de edad y la mayoría de los victimarios eran “amantes, esposos y ex esposos”.
En los años siguientes, Cuba presentó informes ante el Comité de Expertos de la Convención de las Naciones Unidas para la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer (2000, 2004 y 2013). Los documentos limitan la información estadística a 2409 casos de violencia intrafamiliar que se recepcionaron en 185 Casas de Orientación a la Mujer y la Familia (COMF) de la Federación de Mujeres Cubanas, en años seleccionados.
Según el último informe de Cuba, “entre los años 2006 y 2009, el 88,5 por ciento de las víctimas que acudieron a las COMF fueron mujeres. En el 50,7 por ciento de los casos, los agresores fueron sus parejas, predominando la violencia psicológica. El hogar es el lugar más frecuente donde se manifiesta la violencia con un 68,1 por ciento”.
Mayoritariamente el maltrato es justificado como expresión del rol de género impuesto por la familia patriarcal y el estereotipo machista. En las mujeres que denunciaron el maltrato no desapareció la agresión y en algunas se incrementaron los actos violentos luego de la denuncia”.
Cuba ante el Comité de Expertos de la Cedaw
El informe, que explica el aumento de las personas que acuden a los servicio con una mayor sensibilización, reconoce que “son pocas las mujeres que comunican a las autoridades la ocurrencia del maltrato y algunas manifiestan dependencia del esposo por diferentes causas, motivo por el cual callan la agresión”.
El Centro de Estudios de la Mujer de la Federación de Mujeres Cubanas publicó en 2018 una recopilación de fichas de investigaciones realizadas desde 1999, incluidos los resultados en el estudio de las violencias y los servicios de atención a las víctimas. Acceda en la sección de Archivo a la ficha de Violencia contra la mujer: un acercamiento desde los libros de registro de las Casas de Orientación a la Mujer y la Familia. |
“Mayoritariamente el maltrato es justificado como expresión del rol de género impuesto por la familia patriarcal y el estereotipo machista. En las mujeres que denunciaron el maltrato no desapareció la agresión y en algunas se incrementaron los actos violentos luego de la denuncia”, asegura Cuba en al menos dos de los informes presentados.
Otro acercamiento a los registros de las COMF se realizó en 2013 por el Centro de Estudios de la Mujer de la FMC: de 1707 víctimas que acudieron a las casas en 2011 y 2012, 89,2% eran mujeres; del total de agresores, 81,9% eran hombres que ejercieron la violencia en la relación de pareja o hacia su ex pareja (61,3%). Las víctimas de violencia en la pareja fueron 98% mujeres y 2% hombres.
Tendencias más allá de los casos
Coincidiendo con la apertura de espacios académicos para el abordaje de la violencia de género en Cuba, el Programa de Estudios de la Mujer de la Casa de las Américas realizó, del 18 al 22 de febrero de 2008, el Coloquio Internacional Violencia/Contraviolencia en la cultura de mujeres latinoamericanas y caribeñas.
En una intervención poco usual, la profesora de la Universidad de La Habana Clotilde Proveyeraseguró que “al no aparecer como figuras aparte, muchos delitos de género están incluidos dentro de los delitos generales y por eso están invisibilizados”. Considerada entre las más importantes especialistas cubanas en el tema, Proveyer reveló información relevante sobre Cuba:
- Las mujeres son la cuarta parte de las víctimas y la novena parte de los agresores.
- Por cada hombre que es asesinado por su pareja, casi tres son las mujeres que corren igual destino.
- La totalidad de las mujeres que cometen asesinato contra su pareja lo hacen como último recurso, ante la reiterada violencia ejercida contra ellas.
- El 70% de las víctimas son madres de familia
- El 50% muere en el propio hogar y el otro 50% fallece en un entorno físico cercano a la familia, por ejemplo, en casa de un pariente o de la madre.
- En el delito de homicidio de mujeres que mueren a manos de hombres, en 50% de los casos sus victimarios resultan sus maridos y 60%, fallece a consecuencia de algún tipo de vínculo con la relación de pareja, casi siempre por sus ex maridos.
- Mientras en el homicidio existía una relación previa entre víctima-victimario en 44,4% de los casos, en el asesinato la relación previa estuvo en 70,5%.
El impulso de las encuestas nacionales
Teniendo en cuenta que la mayoría de las víctimas en el mundo nunca acuden a la policía y los femicidios/feminicidios suelen subregistrarse, estudios de Naciones Unidas consideran que las encuestas a la población, con muestras representativas, son los métodos más confiables para medir la incidencia de la violencia de género y entender sus tendencias.
Si algo caracterizó la segunda década del siglo XXI fue el levantamiento de datos sobre diversas formas de violencia de género en Cuba, fundamentalmente en el seno de la pareja, en varias encuestas nacionales:
Encuesta de Indicadores Múltiples por Conglomerados (MICS-2014): El 27% de las entrevistadas y el 36% de los entrevistados, en un rango de 15 a 49 años, conocían a alguna mujer que había sido golpeada por su esposo o pareja estable. Ante la pregunta de si está justificado que el esposo golpee a la mujer “si llega tarde sin avisarle”,“si descuida a los niños”, “si discute con él”, “si se niega a tener sexo con él”, “si no se siente atendido”, “si le es infiel”, 3,9% de las mujeres y 6,9% de los hombres dijeron que sí.
Mientras 1 de cada 100 mujeres y 2 de cada 100 hombres justificaron el golpe ante la negativa a tener sexo, 2% de las mujeres y 6% de los hombres justifican el golpe en caso de infidelidad.
Encuesta sobre Indicadores de Prevención de Infección por el VIH/sida (2015): El 9,3% de las mujeres fueron víctimas de violencia física o sexual por parte de su pareja durante el año anterior, contra 7,6% de los hombres.
Si bien en la mayoría de las parejas estables (9 de cada 10) no se reconoció haber vivido manifestaciones de violencia física o sexual durante el año anterior, en más de la mitad (53,3%) se registró alguna forma de violencia psicológica: 52,8% de los hombres y 53,7% de las mujeres aseguraron haber sido víctimas de este tipo de violencia, aunque en ocasiones no se percataran.
Las manifestaciones más frecuentes pasaron por ejercer control sobre la pareja, acusaciones de infidelidad por celos, críticas y el silencio o la indiferencia. Las menos comunes fueron las amenazas de agresión o de muerte.
Encuesta Nacional de Igualdad de Género (ENIG-2016): La ENIG incluyó un módulo para levantar información específica sobre violencia de género en el seno de la pareja, además de incorporar el tema en otras partes de la encuesta aplicada a mujeres y hombres, de 15 a 74 años y de todas las regiones del país. Entre los principales resultados aparece:
- 26,7% de las mujeres fueron víctimas de violencia “en los últimos 12 meses”; el 39,6% “en algún otro momento de su vida” y 22,6% “a lo largo de su vida”.
- La violencia más experimentada es la psicológica, tanto “en los últimos 12 meses” (25,7%) como “en otro momento de su vida” (38,4%). Le siguen, en el año anterior a la encuesta, la económica (6,6%), la física (2,4%) y la sexual (2,2%).
- 17,7% del total de las mujeres alguna vez unidas (68,9% de las víctimas de violencia psicológica), sintió que su pareja “le controla su vida”. El 7,8% de la muestra (30,3% de las víctimas de violencia psicológica) aseguraron que su pareja o expareja “le ha limitado el contacto con amigos, familiares, compañeras de trabajo”.
- Las manifestaciones de violencia económica más mencionadas son: “ha gastado el dinero que se necesitaba para la casa” (3,6% de la muestra y 54,5% de las víctimas) y “le ha impedido alguna vez que trabaje” (3% de la muestra y 45,6% de las víctimas).
- Las agresiones experimentadas por las mujeres que reconocieron haber sufrido violencia física (2,4% de la muestra) fueron: abofeteado o golpeado (69,8%); empujado o halado los pelos (60,6%); lanzado cosas que pudieran herirla (43,1%); pateado o arrastrado (23,5%); asfixiado o quemado (20,6%).
- Las manifestaciones de violencia sexual experimentada por las mujeres que reconocieron haberla sufrido (2,2% de la muestra) fueron: obligado a tener relaciones sexuales aunque usted no quiera (68,8%); obligado a tener relaciones sexuales sin condón (66,9%); obligado a hacer algo sexualmente que usted no quería o que consideraba denigrante o humillante (26,9%); exigido filmar las relaciones sexuales (18,8%); exigido tener relaciones sexuales con otras personas o en presencia de estas (17%).
- Una parte de las mujeres que en algún momentode la vida fueron víctimas de violencia por parte de su pareja, lograron salir de esta situación: 17% de la muestra y 38,9% del total de las víctimas.
- Al indagar sobre “cómo reaccionaría” en caso de agresión de parte de su pareja, el 61,9% dijo que buscaría ayuda: 45,3% haría una denuncia, el 28,8% llamaría a la policía y el 57,4% aseguró que optaría por el divorcio o separación. Sin embargo, solo 3,7% de las mujeres víctimas de violencia aseguró haber acudido a alguna institución o servicio “buscando ayuda”.
- 38,6% de las mujeres y el 42% de los hombres estuvieron de acuerdo con que “la violencia en la pareja es un asunto privado”.
- Del total de mitos y valoraciones exploradas, cuatro fueron las más mencionadas por mujeres y hombres: “la mujer que soporta el maltrato es porque le gusta sino ya hubiera roto la relación” (59,5%); “en los casos de violencia de pareja la mayoría de las mujeres retiran la denuncia” (63,3%); “el consumo de alcohol es la causa de la violencia” (65,9%); “los hombres también son víctimas de violencia en sus relaciones de pareja” (72,9%).
Otros resultados de la ENIG relacionados con la autonomía de las mujeres, los estereotipos alrededor de la sexualidad, la relación al interior de la pareja y el uso del tiempo, también muestran interrelaciones con diversas formas de violencia.
Encuesta sobre Indicadores de Prevención de Infección por el VIH/sida (2017): Al indagar sobre la proporción de personas de 15 a 49 años con pareja estable que fueron víctimas de violencia física o sexual por parte de su pareja en los últimos 12 meses, la encuesta confirma a las personas trans como la población que más sufre estas violencias (70,2%).
A este grupo siguen las personas que se prostituyen (22%), seguidas de los hombres que tienen sexo con otros hombres (11%). Al interior de los grupos de mujeres, la violencia física y sexual se declara de la siguiente manera: negras (9,9%), mestizas (7,1%) y blancas (6,1%).
Cerca de una de cada diez personas con pareja estable (12.3 %) fueron víctimas de violencia económica y en 47% de las parejas se registró violencia psicológica. Mientras 4,3% de los hombres y 4,1% de las mujeres reconoció hacer sido víctima de violencia física, 3,7% de los hombres y 4,6% de las mujeres aseguró haber sufrido violencia sexual.
Encuesta de Indicadores Múltiples por Conglomerados (MICS-2019): Aunque la mayoría de las mujeres (88,3%) aseguró sentirse “seguras” o “muy seguras” caminando solas en su vecindario después del anochecer, 3,8% declaró sentirse “inseguras” o “muy inseguras” y 7,9% dijo que “nunca camina sola de noche”. Mientras, el 98,6% de los hombres manifestó sentirse seguro y apenas 0,2% reconoció que “nunca camina solo de noche”.
Las provincias donde se concentran las mayores proporciones de mujeres que se sienten “inseguras” son Ciego de Ávila (10%), Artemisa (7,1%) y Holguín (6,7%). En tanto, 16% de las mujeres de Ciego de Ávila dijo que “nunca camina sola de noche”, así como el 17,3% de las mujeres de Las Tunas y el 15,3% de las de Holguín.
Las MICS desglosan todos los indicadores por territorio, sexo, grupos de edades, color de la piel y dificultades funcionales.
Encuesta Nacional de Fecundidad (ENF-2022): La edad media a la primera relación sexual tanto para la población femenina como masculina de 15-54 años ronda los 16,5 años. En el grupo de edad 15-19 años, cerca de 6 de cada 10 adolescentes se ha iniciado sexualmente independientemente de su sexo.
Según el informe de la encuesta, “la iniciación sexual temprana está asociada a cuestiones negativas tales como la violencia de pareja, el embarazo adolescente, el matrimonio (o unión) infantil que a su vez está asociado también a la violencia basada en género y al abandono escolar, entre otros aspectos nocivos”.
En Cuba, el 69,8% del total de mujeres y el 75,8% de los hombres –que han tenido relaciones sexuales y recuerdan la edad de este evento– se iniciaron sexualmente antes de los 18 años y el 30% de esas personas calificó la experiencia como no satisfactoria: 23,3% no la realizó por deseo o convencimiento propio sino mediado por otro tipo de influencia y42,9% considera no haber estado suficientemente preparada para este evento.
La encuesta aporta información también sobre el matrimonio infantil, enfatizando en el caso de las adolescentes que se unen a personas de edad mayor a ellas, asociándose a condiciones de violencia y abuso entre otros impactos en todo el curso de la vida. El 17% de las niñas y adolescentes de 15 a 19 años que están actualmente casadas o unidas tienen una pareja 10 o más años mayores que ellas. En zonas rurales se eleva al 25% de las niñas casadas o unidas.
Estadísticas continuas oficiales
El Anuario Estadístico de Salud de Cuba publica cada año los fallecimientos por agresión desglosados por sexo, como parte de las causas de muerte de declaración obligatoria. El dato no incluye las causas relacionadas con esa muerte por agresión y, por ende, limitan así la posibilidad de definir cuántas de esas muertes pueden relacionarse con violencia por motivos de género.
Según las estadísticas oficiales de la última década, solo en 2020 – año marcado por la pandemia de la covid- la cifra de mujeres fallecidas por agresión fue ligeramente inferior a 100. El comportamiento histórico muestra que los hombres mueren más que las mujeres por causas violentas. En 2022, en un total de 513 muertes por agresión, 406 fueron hombres y 107 mujeres.
Solo a partir de acercamientos especializados puede asumirse que, como ocurre a nivel global, la mayoría de los hombres cubanos que mueren por causa violenta lo hacen a manos de otros hombres, mientras las mujeres mueren sobre todo a mano de sus parejas masculinas íntimas, exparejas u otros hombres del entorno cercano.
Según el Estudio Mundial sobre el Homicidio 2023, publicado en diciembre por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), los hombres son las víctimas y los perpetradores más probables de homicidio, ya que constituyen 81% de todas las víctimas de homicidio y 90% de los sospechosos en contacto formal con la policía por homicidio.
El hogar sigue siendo el lugar más peligroso para las mujeres, quienes continúan soportando la mayor carga de victimización letal como resultado de la desigualdad y los estereotipos de género”.
UNODC
Sin embargo, añade el informe basado en datos de 2021, “las mujeres experimentan un mayor riesgo de violencia en el hogar”: son 19% de las víctimas de homicidio en total; 54% de los homicidios en el hogar y 66% de las víctimas de homicidios cometidos por la pareja. Como alerta adicional, el informe añade que el 15% de estas muertes violentas fueron de niñas y niños.
Para UNODC, “el hogar sigue siendo el lugar más peligroso para las mujeres, quienes continúan soportando la mayor carga de victimización letal como resultado de la desigualdad y los estereotipos de género”.
¿Qué dicen los observatorios?
En ausencia de estadísticas oficiales que permitan conocer las muertes de mujeres por razón de género que ocurren en el país, los observatorios impulsados por espacios de la sociedad civil permiten acercarse a esta problemática, siempre teniendo en cuenta que se trata de un registro de la información a partir de los casos que pueden confirmarse por activistas en todo el país.
Así al publicar su Informe Anual sobre Feminicidios en Cuba a inicios de 2023, el Observatorio de Género de la plataforma independiente Alas Tensas (OGAT) advirtió que los datos de su informe podrían ser un “subregistro” y que los números reales deber ser “más elevados”. Sin embargo, otras fuentes estiman que algunas muertes reportadas pueden no haber sido por razones de género.
Acceda también a la monografía: Trata de personas en Cuba: riesgos en línea y fuera de línea Las mujeres y las niñas son las principales víctimas de las operaciones de trata de personas en el mundo y también en Cuba, un fenómeno que se entrelazacon las violencias de género. Cuba publica desde 2012 sus informes anuales con datos sobre los casos que se detectan y llegan a los tribunales. |
En cualquier caso, Alas Tensas en alianza con Yo Sí Te Creo en Cuba y la Red Femenina de Cuba verificó 14 casos en 2019, 32 en 2020, 36 en 2021 y 36 en 2022, para un total de 118 en cuatro años. Al cierre de noviembre de 2023, Ogat había verificado 80 muertes de mujeres por razón de género, más del doble de los registrados el año anterior.
Paralelamente, la Oficina Nacional de Estadísticas de Cuba y el Centro de Estudios de la Mujer presentaron en 2023 el Observatorio de Cuba sobre Igualdad de Género (OCIG) que incluyeun indicador sobre “mujeres que han sido víctimas de homicidio intencional como consecuencia de la violencia de género en los últimos 12 meses” (5.4) y el mismo indicador pero “en el seno de la pareja íntima actual o anterior”.
Sin embargo, al usar como fuente los procesos judiciales resueltos en los tribunales durante 2022, el OCIG deja una laguna importante en el acceso necesario a la información oficial sobre las muertes de mujeres: No solo excluye a menores de 18 años que pueden haber muerto por razón de género, sino los casos que pueden no haber llegado aún a la justicia o, como ocurre en ocasiones, cuando el victimario se suicida tras ultimar a su pareja y también a otras mujeres de la familia.
Para 2022 el observatorio oficial cubano reconoce un total de 18 homicidios de mujeres por razones de género en 2022, 16 a manos de la ex pareja (6) o ex pareja íntima (10). La mayoría de las víctimas, cuyos casos llegaron a los tribunales, eran blancas (11), entre 20 y 44 años (13), concentradas en 11 provincias del país, para una tasa de 0,39 por 100.000 mujeres.
El esfuerzo oficial, que según diversas fuentes, podría perfeccionarse en el futuro, tributa información a mecanismos de Naciones Unidas como el Observatorio de Igualdad de Género de América Latina y el Caribe (OIG) de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) que este año reportó la ocurrencia de “al menos un feminicidio, femicidio o a muerte violenta de una mujer por razón de género cada dos horas en la región”.
El Banco Mundial, en tanto, estima que 42% de las mujeres en América Latina y el Caribe pueden haber sufrido violencia física y sexual en algún momento de la vida. Como en Cuba, en el resto de los países de la región y del mundo es un desafío contar con estadísticas fiables que muestren la realidad en toda su extensión e impacto.
En un acto sin precedentes conocidos en el contexto nacional, el VII Pleno del Comité Central del gobernante Partido Comunista de Cuba evaluó el pasado 16 de diciembre las acciones para la atención a la violencia de género y el cumplimiento de los protocolos de actuación, revelando públicamente datos oficiales sobre el total de casos de femicidios registrados en el año en curso.
Según la Fiscal General de la República Yamila Peña, al cierre de octubre de este año se reportaban 117 hechos por muerte violenta de mujeres: la mayor cantidad de casos se concentraron en las provincias de Matanzas, La Habana, Santiago de Cuba, Granma y Guantánamo; 75 % ocurrió en viviendas compartidas por las parejas y 70 niñas, niños y adolescentes perdieron a sus madres.
Al respecto, la secretaria general de la FMC aseguró que se ha creado en el país un protocolo de actuación para una mejor comunicación de los casos de femicidios. “Este componente de comunicación constituye una de las principales insatisfacciones, tanto de los responsables de ofrecer la información, como de los destinatarios”, aseguró. (2023)
Un comentario
María Isabel Domínguez
Es un buen articulo, con mucha información sobre un tema en el que los datos no son abundantes.
Sugiero revisar la fuente de la información sobre Juventud y violencia de género en Cuba pues si bien aparecen en el informe de Oxfam proceden de la investigación del CIPS titulada «Imaginarios sociales juveniles acerca de la violencia por razones de género contra las mujeres» de la cual los tomó Oxfam para su informe. Gracias.