JÉRÔME FAURÉ: “Cuba me ha cambiado la manera de ver el mundo”

Fauré fue director de la organización internacional humanitaria Oxfam en Cuba hasta 2020.

Jérôme Fauré director Oxfam en Cuba

Jérôme Fauré dirigió Oxfam en Cuba hasta 2020.

Foto: Cortesía de Oxfam

Al despedir a quien fuera su director durante los últimos siete años, el francés Jérôme Fauré, el equipo de Oxfam en Cuba escribió en su página en la red social Facebook: “su capacidad para el diálogo y la construcción colectiva, su cercanía y transparencia, su sensibilidad y humildad, le hicieron ganar el cariño y el respeto de quienes han estado a su lado, emprendiendo iniciativas y proyectos”.

“Con su impulso, Oxfam profundizó los aportes al desarrollo resiliente en la isla, con prioridad para los derechos de las mujeres, la gestión inclusiva de riesgo de desastres, las respuestas humanitarias, la agroecología, la intercooperación agropecuaria, la adaptación al cambio climático y la transformación de las violencias machistas”, añadió el post compartido por una gran cantidad de seguidores.

Un tiempo antes de su salida de la organización no gubernamental internacional, Fauré accedió a conversar informalmente con IPS Cuba vía telefónica, en medio de las medidas de aislamiento por la covid-19.

Además de una importante experiencia profesional, Fauré asegura quenunca podrá ser la misma persona que llegó a trabajar en la isla hace ya siete años.

Rescatamos una versión de los principales temas abordados durante la conversación del 27 de julio de 2020.

 

Construyendo el diálogo

JÉRÔME FAURÉ (JF): A partir de lo que he podido saber, todo empezó a inicios de los años 90 del siglo pasado, cuando en medio del llamado Período Especial varias organizaciones se acercaron a Cuba en muestra de solidaridad, entre ellas Oxfam. Y se empezaron a producir acercamientos con tres organizaciones, que se fueron convirtiendo en el corazón de nuestro trabajo: la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP), la Federación de Mujeres Cubanas (FMC) y el Centro Memorial Martin Luther King. Con ellas estaban los temas de participación, educación popular, mujeres, desarrollo rural y cooperativismo. Esas relaciones se fueron diversificando con el tiempo y, en uno de los últimos informes, ya se hablaba de la relación con unos 50 actores sociales: algunos con proyectos, otros con donativos o, simplemente, con los que se mantiene algún tipo de diálogo.

Si miramos a aquellos años, la primera etapa de Oxfam en Cuba podría definirse como de estructuración de las relaciones. Hubo una contribución importante de ambos partes para la apertura de un diálogo entre las organizaciones de la sociedad civil cubana, organizaciones de cooperación internacional y, también, de la sociedad civil de varios países. Recuerdo, por los años 90, una serie de encuentros, por ejemplo, entre organizaciones canadienses y cubanas, con la idea de trascender el diálogo puramente bilateral y pasar a un intercambio más colectivo. Y creo que fue importante para Cuba y para el mundo de la cooperación, tanto europea como de América del Norte, porque en este tipo de diálogo se aprende mucho. Además, en el caso cubano, en particular, siempre ha llamado la atención su historia, su historia de lucha y resistencia, de paradigma diferente de lo que había en otros países. Entonces, este proceso ha hecho que la relación se fortalezca en ambos sentidos.

 

Ejes prioritarios

JF: Siguiendo desde los años 90 el trabajo sobre la seguridad alimentaria y los derechos de las mujeres, Oxfam como organización humanitaria ha tenido una presencia importante también durante la respuesta y recuperación ante emergencias. En esto ha sido clave la relación establecida con el Estado Mayor de la Defensa Civil que, sin dudas, ha marcado nuestro trabajo aquí y que se ha intensificado en los últimos 10 años con todo el tema del cambio climático y las alianzas que se han establecido con otras organizaciones como Handicap International, que ahora se llama Humanity&Inclusion, o Care. También estamos trabajando con la Agencia de Medio Ambiente del Citma, con la Cruz Roja cubana y con las asociaciones de personas con discapacidad para impulsar todo este tema de respuesta y preparación ante desastres de la manera más inclusiva posible.

Infografía Recomendaciones para auxiliar y apoyar a personas con discapacidad Oxfam

Si miramos atrás desde 2020 pienso que los grandes temas se han mantenido, lo que ha variado es la manera de trabajarlos. Hemos pasado de un programa amplio -que en realidad funcionaban como tres-, a un programa único donde se trata de encontrar los puntos de contacto entre los temas para trabajarlos de manera más integrada. En vez de trabajar de forma independiente desastres, cambio climático, seguridad alimentaria, derecho de las mujeres, hemos intentado integrarlos bajo el concepto de desarrollo resiliente, poniendo mayor énfasis en lo que llamamos influencia y que pasa por cómo podemos contribuir en cambiar imaginarios, políticas, prácticas, actitudes para llegar a las transformaciones que aspiramos. Y este ha sido un proceso de construcción con organizaciones e instituciones nacionales, que viene acompañado de la posibilidad de monitorear y sacar aprendizajes de una manera más colectiva.

Y ese ha sido otro cambio si miramos a los años 90. Aunque el aprendizaje siempre ha estado presente, ha ido cobrando mayor fuerza. Desde el principio estaba claro que queríamos aprender de las experiencias cubanas en campos como la agroecología, la defensa civil y el sistema de respuesta que puede considerarse el mejor de la región. Cuando trabajamos el tema del VIH/sida, recuperamos las buenas prácticas. Ahora ante la pandemia de la covid-19, también tenemos la voluntad de aprender de Cuba y las experiencias.

 

Alianzas para el desarrollo

JF: Como ONG internacional, Oxfam impulsa un trabajo de acompañamiento a las organizaciones de la sociedad civil y de fortalecimiento de capacidades, un aporte que al mismo tiempo se nutre de las experiencias, los pensamientos, las reflexiones de esas organizaciones de la sociedad civil de diversos países. Y como parte de este esfuerzo hemos contribuido a fomentar espacios de diálogo, crear redes a nivel más regional o continental, a propiciar la participación en foros de las asociaciones sociales, foros temáticos o vinculados a Naciones Unidas. Espacios en los que Oxfam participa con posicionamientos comunes con organizaciones de la sociedad civil de diversos países, en temas como los derechos de las mujeres, el derecho al aborto o la violencia.

En Cuba, por ejemplo, desde mitad de los años 2000 se ha venido trabajando la violencia contra las mujeres, tema que ha cobrado fuerza y ha ganado visibilidad con la Campaña Evoluciona, un esfuerzo que acompañamos y que es considerada como una campaña muy potente y un interesante aporte de Cuba. También hemos contribuido al debate interno sobre la introducción de los transgénico y a la socialización de experiencias como el movimiento campesino a campesino, iniciativa que ha sido clave no solo en América Latina sino también en África como una experiencia de construcción de resiliencia y lucha contra la pobreza.

Yo creo que hemos podido avanzar a partir de la teoría de Oxfam de trabajar los cambios a partir de tres puntas: 1) una sociedad civil organizada, bien capacitada, y que hace propuestas; 2) un sector privado responsable (actúa con responsabilidad social, medio ambiental y fiscal); 3) un estado garante de los derechos. Entonces, se trabaja en función de los países, pero por tradición nuestro principal actor sigue siendo la sociedad civil, las organizaciones sociales. Ahora, en Cuba se da un diálogo importante entre el Estado y la sociedad civil y hemos identificado la importancia de trabajar con los actores gubernamentales. Y se ha hecho tanto a nivel local como nacional: desde el apoyo a procesos de desarrollo local en el municipio de Jesús Menéndez (Las Tunas) hasta el trabajo con la Agencia de Medio Ambiente del Citma, el Ministerio de la Agricultura, el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos y el Centro de Estudios de la Economía Cubana. En las condiciones actuales podría ser interesante desarrollar más el enlace con el sector privado, que tiene como antecedente el trabajo con cooperativas agropecuarias.

Entonces, depende un poco de las relaciones y de las posibilidades que tienen las organizaciones en el sentido amplio de la palabra para trabajar y qué relevancia tiene cada actor en los temas en los que se están promoviendo los cambios.

 

Posición ante el bloqueo de Estados Unidos

JF: Oxfam ha denunciado a lo largo de esos años el bloqueo de Estados Unidos en varias ocasiones y lo seguirá haciendo mientras perdure y se endurezca, como es el caso ahora con la administración de Donald Trump. Este bloqueo, el más largo de la historia, está haciendo mucho daño, desde hace mucho tiempo y es absolutamente injusto e inhumano. Por ejemplo, durante la covid-19 no solo está frenando la lucha eficiente y responsable que lleva Cuba contra la pandemia en la isla y hacia otros países donde quiere ofrecer su colaboración médica, sino que es una “roca” en el zapato de la recuperación económica de cubanas y cubanos.

 

Vivencias personales

JF: Trabajar en Cuba ha sido para mí, en primer lugar, una experiencia humana extraordinaria, que me ha permitido construir y seguir construyéndome como persona. He podido hacer una reflexión más profunda sobre lo que es la cooperación, nuestro rol como organización, y lo que puede hacer uno como persona dentro de este sistema. Finalmente, para mí ha sido aprender la resiliencia a partir de entender cómo están viviendo cubanas y cubanos, su amor por el país y, a la vez, sus necesidades primarias, básicas, en una lucha permanente que se lleva con mucha dignidad y mucha ternura.

A mí, además, los debates entre las personas me han llamado mucho la atención. Porque cuando uno llega viene pensando que este país tiene una sola voz y no va a haber debate, pero es impresionante la riqueza del debate y del conocimiento humano.

Cuba me ha cambiado la manera de ver el mundo. Me cuesta y me costará mucho volver a sociedades consumistas donde las relaciones se deshumanizan cada vez más. Me ha impactado la creatividad desde el “invento” cubano para reciclar bicicletas hasta el arte que explota en la calle y los teatros. Me llevo esas capacidades de resiliencia que tienen en el ADN, el sentido del humor y el helado de mamey…(2020)

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