Discapacidad y acceso al empleo: la punta del iceberg
Blanca Esther Figueredo
Persona sordociega que vive en el poblado de Babiney, provincia Granma
Soy una cubana de 65 años, que recibo los beneficios del proyecto que la Iglesia Bautista desarrolla en la provincia Granma, al oriente de Cuba.
Gracias al apoyo de la iglesia, recibo frijoles y carne de ovejo, pepino, lechuga, naranja, limón, tomate, cebolla; además de sábanas, toallas, desodorante, jabón, champú.
Trabajo en un taller haciendo manualidades pero al verme imposibilitada por mi discapacidad, me jubilaron y ahora cobro una chequera de 200 pesos, de ellos 150 se me va en comida. No me queda para nada más. En el taller laboran muchas personas con distintas discapacidades.
Vivo con tres hermanos y una hermana y mi problema fundamental es la mala situación física de mi vivienda.
* Las entrevistas a Esther Figueredo y a Addiel Figueredo fueron realizadas gracias al apoyo de Elvira Cruz Montejo, intérprete se señas.