Cuba: economía en la cuerda floja
En medio de complejidades no queda claro el programa para revertir la actual crisis económica, caracterizada por la inflación, los altos precios y creciente desigualdad

El mercado Marea Alta inició el proceso de apertura de tiendas en dólares, una posibilidad que se había cerrado hace años en la nación caribeña.
Decreciente producción nacional, apagones, desplome del comercio estatal, inestabilidad en surtidos básicos en las redes privadas, escaso transporte público, precios que exprimen la capacidad y traspaso mayoritario del comercio en moneda libremente convertible (mlc) a dólares estadounidenses, dificultan la existencia de la población cubana.
Todos esos elementos apuntan a una realidad: impactos en los niveles de consumo y calidad de vida de una parte considerable de la población efectiva del país y el empobrecimiento progresivo de sectores vinculados al empleo estatal y a las personas jubiladas, en un país donde quienes tienen 60 años y más representan más de 26 % del total de habitantes.
Caída libre
La frágil economía cubana está en la cuerda floja. El sector turístico, que se pensó sería la tabla de salvación en sustitución del azúcar, no da señales de recuperación, sino todo lo contrario: hasta junio –que incluye los meses de temporada alta-, se habían recibido 327 799 visitantes internacionales menos que en similar etapa de 2024.
Cuando se analizan los datos de la industria manufacturera cubana en el periodo 2020-2024, con 1989 como línea base, se aprecia el declive en casi todos los renglones, con excepción de la fabricación de muebles.
La contracción en volumen físico es generalizada: decrece la elaboración de productos alimenticios, bebidas, tabaco, textiles, prendas de vestir, madera, plásticos, materiales de construcción, aparatos de radio y televisión, metales comunes, aparatos eléctricos, entre otros, que quedan muy por debajo de los niveles de 1989 y 2020.
El capítulo Industria Manufacturera del Anuario Estadístico de Cuba muestra como excepciones las manufacturas de consumo, los bienes domésticos de uso duradero y otras manufacturas.

En la elaboración de productos alimenticios, el reporte de la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI) evidencia una caída en las producciones de carne deshuesada de res de 35 600 toneladas en 2020 a 14 400 en 2024, hígado de res, cerdo en bandas, harina de trigo, carnes en conserva, mantequilla, yogur, pan, pastas y conservas de frutas y vegetales.
En la lista de surtidos de la rama alimentaria con decrecimientos se encuentran también el café tostado y envasado, filete de pescado, langosta (cola y entera precocinada y congelada), camarón, este último con una notable contracción: de 4 785,4 toneladas en 2020 a 1 092,7 t en 2024 en el caso del entero y de 247 a 0,7 en cola congelada.
También decreció la elaboración de bebidas alcohólicas, sobre todo, los rones, casi a la mitad, y los refrescos, mientras que comparado con 2020, creció ligeramente solo la malta.
Entre las producciones industriales seleccionadas decrecieron la mayoría de los rubros, entre estos sogas, medias, ropa exterior e interior, calzado, madera, papel, envases, periódicos, revistas, libros, libretas, pinturas, piezas de acero fundidas, calderas, cilindros de gas, cocinas de gas, productos de cerámica, cemento y baldosas.
En las condiciones en que está operando en 2025 la economía cubana, es de esperar que los resultados al cierre de año, no den señales de recuperación en materia de producción manufacturera.
El cuento del lobo
En lo transcurrido de 2025 una espada de Damocles gravita como péndulo sobre parte de la población que recibe remesas o algún tipo de remuneración en mlc: su muerte anunciada, con la conversión de las tiendas que operaban en esa moneda virtual a tiendas en dólares en efectivo, mediante tarjetas magnéticas internacionales o la cubana Clásica.
Anunciado por el primer ministro Manuel Marrero en 2024, el proceso comenzó a hacerse efectivo con la apertura de la tienda Marea Alta, en La Habana, en los días previos al aniversario de la llegada al poder de Fidel Castro (1926-2016) lo que no pocos consideraron una ofensa.
Ese mercado de alimentos, donde según comentaron extraoficialmente directivos se puede recaudar hasta 100 000 dólares al día, fue el primero de un grupo de 50 anunciados como parte de la necesaria dolarización de la economía, al decir de las autoridades cubanas. De forma progresiva y en silencio, otras tiendas han pasado a operar en dólares.
Personas consultadas en provincias cubanas constatan similar tendencia. “En mlc quedan rastrojos en alguna tienda”, respondió una trabajadora de Bayamo, en la provincia Granma.
Sucede también en Guantánamo, donde “muchas tiendas –La Perla, El Orbe, El Guararey y otras-, que eran en mlc pasaron a usd y a Clásica…solo quedan dos o tres en mlc”.
Las modalidades para las tiendas en dólares son varias, algunas pertenecen a las cadenas de tiendas de recaudación de divisas, otras al conglomerado militar Grupo de Administración Empresarial (GAE), en estos días en la palestra pública, tras revelarse sus elevados activos, en medio de la crisis económica que vive el país, y también mediante empresas mixtas vinculadas al Ministerio del Comercio Interior.

Quejas populares
Al respecto, las personas cuestionan el hecho de que sus familiares les depositaron dólares en sus cuentas bancarias que fueron convertidos a una moneda virtual que apenas les sirve hoy, pues no puede extraerse ni emplearse en las tiendas en dólares.
Actualmente, el dólar en el mercado informal ha alcanzado por primera vez los 400 pesos cubanos, mientras que el euro se ubica en los 445 pesos.
Por otra parte, los rumores sobre la extinción del mlc ha llevado a poseedores de esa moneda a realizar compras desenfrenadas en las pocas tiendas que todavía operan con esta.
«Fui al hotelito de Tulipán y compré champú y cremas para vender, porque es una forma de recuperar el dinero…dicen que lo van a poner a 120 en el banco y la pérdida sería grande», dijo Josué, un trabajador por cuenta propia del municipio Cerro.
Ante la deprimida y nunca puntual oferta mediante la cartilla de racionamiento –apenas arroz y azúcar morena-, la salida que tienen las personas para la alimentación son los mercados agropecuarios y comercios privados, de precios altos para los salarios estatales y la mayoría de las pensiones.
El reciente incremento para más de un millón de personas cuyas pensiones oscilaban entre 1 528 y 4 000 pesos, resulta tibio cuando un cartón de 30 huevos en tiendas privadas, prácticamente las únicas que cuentan con ese alimento, puede llegar a costar 3 000 pesos.
Ante la inestabilidad de la fuerza de trabajo y el éxodo del sector presupuestado al privado o al empleo informal, este agosto se aprobó la redistribución de las inejecuciones del fondo de salarios en unidades presupuestadas, en función de disminuir la fluctuación laboral.
(2025)
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