Opinión


¿Quién salvó a James Stewart?

PREMIER FILME VESTIDO DE NOVIA EN FESTIVAL NUEVO CINE LATINOAMERICANO

A propósito de Vestido de novia

En los filmes de Hitchcock, muchas veces las cosas ocurren «por capricho» de su autor. ¿Por qué los pájaros persiguen y matan a picotazos a la gente de aquel pueblo maldito? Jamás lo sabremos. Otro ejemplo: la primera secuencia de Vértigoconcluye cuando, a más de 100 metros de altura, James Stewart se queda colgando de una cornisa, mientras ve el cuerpo de su compañero policía que se precipita al vacío y revienta contra el pavimento. Corte, y en la siguiente escena vemos a Stewart ¡¿convaleciente?! Solo viniendo de entre los muertos, podría estar sentado en aquella sala, bastón a la mano, comentando que padece un vértigo infernal desde la muerte de su colega. Por más forzado que parezca, nadie se lo cuestiona seriamente.


Para cultivar negocios con extranjeros

Como novedad y expresión del giro cubano hacia las inversiones foráneas, la feria agropecuaria de Rancho Boyeros comenzó este año con la presentación de la Cartera de Negocios del sector agropecuario.

La tradicional feria agropecuaria de Rancho Boyeros abrió sus puertas hace unos días, a pocos kilómetros de La Habana, francamente orientada hacia los negocios con empresas extranjeras. En vez de ceñirse como en sus orígenes solo a la exhibición de un toro monumental, bellos cerdos o los sacos de granos con que sueña la agricultura cubana, desde hace tres años esta plaza de exposición privilegia cada vez más la asistencia de compañías productoras de alimentos y medios de labranza de Europa, América Latina y también de Estados Unidos.


¡Vámonos con Pancho Villa!

Apuntes sobre el cine de la Revolución Mexicana. (Primera parte)*

Es la Revolución, la palabra mágica, la palabra que va a cambiarlo todo y que nos va a dar una alegría inmensa y una muerte rápida. Por la Revolución el pueblo mexicano se adentra en sí mismo, en su pasado y en su sustancia, para extraer de su intimidad, de su entraña, su filiación.

Octavio Paz

Hoy las guerras se hacen también (o quizá sobre todo) mediáticamente. Resulta cuánto menos obsceno que la gente del mundo entero siga las incidencias de la Guerra de Irak por televisión, como otro «reality show» cualquiera, con la diferencia de que aquí se trata del sufrimiento, el dolor y la muerte de cientos de miles de personas convertidos en mero entretenimiento (aunque ello implique el sumun del morbo y la deshumanización), mientras la subjetividad que siempre implica el cine ofrezca, desde esos momentos, el súper objetivo que le interesa mostrar a quien registra y proyecta, al punto de que no sea necesario esperar a la próxima «ficción» (deliberada, asumida) para que estos reportajes o documentales siembren, en la amplia teleaudiencia global, lo que anhelan los estudios, pero sobre todo los gobiernos que financian y generan tales conflictos.


El indeseable maltrato a los animales

Un correlato de malas prácticas sociales.

Hace tres días fui al estadio del Cerro a ver un juego de béisbol y cuando más emocionante se puso el mismo decidí regresar a mi casa porque el ruido que emiten cientos de pitos artesanales ha convertido el Latinoamericano en un infierno: otra mala costumbre que se instaura en el espacio público, como si ya no hubiera suficientes en La Habana, como si no lleváramos varias décadas denunciando la agresión sonora.