La economía cubana podría crecer en los próximos años por encima de las previsiones gubernamentales para el 2015. Una firma francesa de seguros de crédito, la sociedad Euler Hermes, calcula que del 2016 al 2020 el producto interno bruto (PIB) de Cuba podría aumentar entre cinco y seis por ciento, a cuenta de una normalización de relaciones con Estados Unidos. Otros datos indican que un alza de esa magnitud podría percibirse ya desde el actual año.

En línea con el cambio de postura de Washington frente a La Habana y los crecientes signos y declaraciones de poner fin al bloqueo, se ha incrementado el acercamiento a Cuba de gobiernos y delegaciones de empresarios de Europa, con el objetivo explícito de aprovechar las oportunidades que se abren para estrechar relaciones comerciales y financieras. La tendencia alienta previsiones optimistas entre los observadores de ese continente.

La autora del estudio de Euler Hermes, Daniela Ordoñez, opinó que “en paralelo al acercamiento diplomático (con Estados Unidos), el Estado cubano emite señales muy favorables a los mercados». En consecuencia, esta economista prevé un boom de inversiones extranjeras, que podrían pasar de un 15 a un 20 por ciento en los próximos años.

«La isla tiene la necesidad de modernizar sus infraestructuras y sus capacidades de producción», comenta Ordoñez en el estudio, presentado por el diario francés Le Monde. «El Estado abrirá la economía para que esto sea posible», agrega.

Además de aprobar en marzo de 2014 una nueva Ley de Inversión Extranjera –antes incluso de hacer público el diálogo con el gabinete de Barack Obama-, el gobierno cubano ha manifestado su objetivo de incrementar la participación de empresarios foráneos en la economía nacional. El dato cobra valor para empresarios y analistas.

En la sesión parlamentaria más reciente, el gobierno cubano informó un crecimiento de 4,7 por ciento del PIB en el primer semestre y que espera un avance en torno al cuatro por ciento al cierre del año. Pero la tendencia de los años anteriores indica que la economía suele experimentar una moderada aceleración en la segunda mitad del año. De repetirse un mejor paso en los meses finales del actual año, el PIB ascendería más de un cinco por ciento, revertería definitivamente el magro avance del último lustro, y daría razón anticipada a la experta de Euler Hermes.

La curiosidad o interés de una firma gala de seguros de crédito confirma que desde el ámbito empresarial europeo se vuelven los ojos hacia Cuba, después haberse distanciado de la mayor de las Antillas para evitar tropiezos con las autoridades estadounidenses.

En su editorial, Le Monde estima que “parece ya inevitable” el fin de las sanciones del bloqueo económico de EEUU a Cuba, tras la reapertura de embajadas el 20 de julio y el reinicio de las relaciones diplomáticas. En su opinión, “es probablemente una cuestión de meses”.

El viernes pasado Hillary Clinton, la precandidata demócrata a las elecciones presidenciales de EEUU, añadió otra hoja al expediente en contra del bloqueo. “El embargo tiene que acabar de una vez por todas”, reclamó en Miami. E inmediatamente añadió: “deberíamos reemplazarlo por una estrategia más inteligente”. Aunque no constituye una postura nueva de Clinton, llama la atención que hizo la declaración en el “bastión del exilio anticastrista más visceral”, como le denominó el periódico español El País.

En frecuencia directa con los ataques al bloqueo, aumentan las visitas, estudios y negociaciones de empresas europeas en Cuba. (2015)