Premio Casa de las Américas, “una causa que se defiende”
Donde se promueve lo mejor de la literatura del continente.
La Casa de las Américas, consagrada desde hace décadas al conocimiento y promoción de la vida y la obra de lo mejor de la intelectualidad de la pluma y las tablas de este otro lado del mundo, abrió sus puertas a la edición 58 de su premio homónimo como “una causa que se defiende”, según el escritor cubano Virgilio Piñera, miembro del jurado del primer certamen, en artículo publicado en el periódico Revolución en febrero de 1960. Un Premio que ha logrado concretar y expandir, durante casi seis décadas, el carácter y la fuerza del pensamiento de este continente.
Así, entre el 16 y el 26 de enero, los integrantes del jurado del Premio Literario Casa de las Américas, tendrán que evaluar unas 390 obras entre las que se incluyen —con la mayor participación—, un total de 135 pertenecientes a la literatura brasileña. En suma, una azarosa labor para un jurado constituido por connotadas figuras del ámbito cultural de este otro lado del mundo.
El certamen acoge en esta oportunidad a los géneros de novela, poesía, ensayo de tema histórico-social, literatura testimonial, brasileña y premio sobre la presencia negra en la América y el Caribe contemporáneos, este último respaldado además por su recién creado Programa de Estudios. Esta edición coincide, igualmente, con el aniversario 50 de la publicación de la novela Cien años de soledad, del prestigioso escritor colombiano Gabriel García Márquez, una de las más grandes de América Latina, a la cual se le rendirá homenaje durante el transcurso del evento.
En esta ocasión, Nuestra América conversa con el profesor y ensayista dominicano Silvio Torres-Saillant, jurado del premio de estudios sobre la presencia negra en la América Latina y el Caribe contemporáneos, quien tuvo a su cargo las palabras inaugurales de la edición 58 del Premio Casa:
Nuestra América (NA): ¿Qué apreciaciones tiene sobre la literatura latinoamericana y caribeña actual? ¿Cuáles son sus perspectivas a partir de la presencia y desarrollo, durante décadas, del Premio Casa de las Américas?
Silvio Torres-Saillant (STS): América Latina constituye un escenario muy diverso donde existen un grupo de ideologías y de estéticas compartiendo espacios y también entre ellas mismas, y donde existen comunidades y personas que consideran que hay que superar las diferencias entre el norte y el sur; que el antiyanquismo ya no funciona; pero a la vez existen otros que analizan la existencia aún de relaciones y pugnas entre ambos hemisferios. En todo ello también observamos la existencia de centros literarios que hoy se sobrevaloran extraordinariamente; me refiero a la utilización de Internet y a todo lo que esta tecnología ha traído consigo para el mundo contemporáneo. Algo que, en otras épocas —incluso cuando yo era niño—, se manejaba de otra forma a través de la novela gráfica, las publicaciones de ficción, los comics… y que incluso asociábamos con una lectura de tipo juvenil. Sin embargo, ahora hay grandes núcleos de personas —muchas de ellas pertenecientes a la tercera edad— muy ocupadas en el panorama de búsqueda o de cierto entretenimiento que les brindan tales medios de comunicación. A veces nos diluimos en ellos de una forma increíble, sin darle paso a lecturas más serias, responsables y donde prime la espiritualidad, la solidaridad y el amor que tanto se necesitan. El panorama actual es entonces muy complejo poder armar un mapa literario en nuestro continente; requiere de una atención muy especial y a todo ello hay que agregarle la existencia de determinados escritores cuya fundamentación profesional está basada en la línea comercial: el escribir y vender para el mercadeo.
Quieo resaltar que ya inicié la escritura de un libro que versará sobre el tema racial; acerca del por qué y cómo nos hicimos racistas. En él destaco los estudios e investigaciones que he realizado sobre Historia Antigua, Moderna y Contemporánea, y me baso en que el problema racial desde un punto de vista genético no existe; nunca ha sido medidor ni mediador en las relaciones sociales. Han existido etnias cuyas diferencias fueron —y continúan siendo— muchas y que han llegado a desembocar en serias confrontaciones, mas nunca esto ha tenido relación alguna con los genes o cromosomas hereditarios.
Este libro explicará cómo surgió esta problemática, a partir de los diversos niveles de explotación impuestos por pequeños grupos de poderosos sobre grandes y variadas comunidades existentes en cada punto del planeta. Aspiro a que sea un ensayo que llegue a hacerse popular por su prosa digerible, comprensiva y dirigida a cualquier tipo de lector. En suma, que su lectura llegue a todos. Por supuesto, me gustaría presentarlo al Premio Casa de las Américas una vez que lo concluya.
Por otra parte, en su discurso inaugural, Silvio Torres-Saillant enfatizó en algunos aspectos relacionados con la Historia de Cuba muy implicados con la de su país mediante hechos y personajes de enorme trascendencia:
“Los dominicanos, dijo, han preservado la solidaridad con la Cuba revolucionaria. Se recuerda la participación de los hermanos Marcano y de Máximo Gómez en la Guerra de los Diez Años en Cuba, e igual perdura en la memoria aquella evocadora reunión de 1895 entre Gómez y José Martí en la ciudad dominicana de Montecristi, donde acordaron la logística, y redactaron el Manifiesto que anunciaría al mundo la visión liberadora detrás de la guerra independentista cubana que arrancaría a partir de ahí”.
“El Movimiento 26 de Julio y el gobierno cubano que comenzó en enero del 1959, rememoró Torres-Saillant, fueron alicientes importantes para los dominicanos que resistían la cruenta, genocida y espeluznantemente corrupta dictadura del estuprador y cleptócrata Rafael Leónidas Trujillo».
«La frustrada expedición anti-trujillista que zarparía en el 1947 desde Cayo Confites, una isla en la geografía de Camagüey, no solo contaba con el apoyo decisivo de revolucionarios cubanos sino que Fidel mismo figuraba entre los expedicionarios que intentarían derrocar el funesto régimen trujillista, señaló el intelectual caribeño.
«Otra expedición conocida por el nombre de Constanza, Maimón y Estero Hondo, señaló, la cual sí zarpó el 14 de junio de 1959 y que sufrió una derrota lamentable en el encuentro con el ejército de Trujillo, se había entrenado en Cuba, y contaba entre los combatientes al Comandante Delio Gómez Ochoa, un integrante del Movimiento 26 de Julio que traía experiencia guerrillera de la Sierra Maestra».
«Para el Caribe, la Casa ha sido vital. Aunque dominicano, me descubrí caribeño solo después de entrar en contacto con los textos clave del pensamiento, la literatura, las artes, la cultura y la historia del mundo antillano de distintas zonas lingüísticas de la región que Casa se dedicó a difundir. Para mí fue todo un despertar. Si hoy siento que puedo hacer ese trabajo se debe al provecho que he sacado del proyecto rehumanizador de Casa de las Américas”.
Un comentario
ARMANDO
Considero es una reseña excelente, muy completa y abarcadora, que nos indica el relevante y prestigioso papel que desempeña Casa de las Américas en la vida cultural del continente y su impacto internacional..