Las autoridades cubanas sostienen que el endurecimiento del embargo de Washington busca asfixiar al país y es la causa fundamental del deterioro de la situación económica.
Uno de los efectos de la profundización de la crisis económica y la escasez de divisas en este país insular del Caribe ha sido las cada vez más frecuentes irregularidades en la distribución de los insumos racionados.
Cuba enfrenta cíclicas crisis energéticas, más recurrentes desde 2019, en paralelo al deterioro de la situación económica interna y la carencia de divisas.
Disímiles factores internos y externos conspiran contra el apremiante aumento de la producción agropecuaria en este país de 11 millones de habitantes.
La falta de capitales es un problema fundamental de la economía insular, a lo que se suman varios otros que repercuten hoy en la vida cotidiana del pueblo cubano.
El acceso a estos mercados es muy difícil para personas con bajos ingresos en un entorno, además, inflacionario.
El más reciente Censo de Población, en 2012, arrojó que 35 % de los habitantes de este país insular del Caribe se reconocen como personas mestizas o negras.
