Casa de las Américas reivindica trascendencia de pueblos originarios
El VI Coloquio Internacional del Programa de Estudios sobre Culturas Originarias de América sesionó en Casa de las Américas
Literaturas y valores de los pueblos indígenas, desplazamientos, diásporas, activismos, procesos de resistencia de las mujeres y saberes de los pueblos originarios ocuparon las sesiones del VI Coloquio Internacional del Programa de Estudios sobre Culturas Originarias de América, celebrado en Casa de las Américas.
El encuentro, del 15 al 18 de octubre, tuvo como tema central: Alternativas contrahegemónicas desde la ciencia y los saberes originarios. Participaron representantes de países como Canadá, Chile, Cuba, México, Perú y Estados Unidos, así como de los pueblos Maya K’iche’, P’urhepecha, Taíno, Aymara, Kanien:keha’ka/Mohawk, Niimiipuu/Nez Perce y Hñähñu.
Se abordaron las migraciones, la creación y la comunicación desde el accionar de las mujeres indígenas, los procesos de resistencia, así como diferentes prácticas de los pueblos originarios.
En la sexta edición del coloquio, el invitado especial fue José Barreiro, activista y escritor de origen guajiro-taíno cubano, exdirector e investigador de la Oficina para América Latina en el Museo Nacional Smithsonian del Indio Americano, de Estados Unidos, donde radica.
De acuerdo con Jaime Gómez, vicepresidente de Casa de las Américas, “Barreiro es uno de los más fieles colaboradores del Programa de Estudios sobre Culturas Originarias de América”.
Presencia originaria en Cuba
Participantes en el coloquio señalaron la importancia de analizar dichos temas y reivindicar el legado y la presencia de los pueblos originarios en momentos de auge de la colonización cultural e intentos por hacer desaparecer sus prácticas y valores.
Según declaró Barreiro: “Es muy especial lo que se está haciendo en Casa de las Américas, algo que al principio no se entendía, porque se está buscando una fertilización de intelectualidad, al buscar las bases de descolonización y ver la espiritualidad de colectividad y otros conceptos, enraizados en lo sociocultural de un pueblo o una comunidad”.
Consideró que ese quehacer intelectual “se mantiene siempre, en defensa u oposición de la colonización cultural espiritual y económica”.
A su juicio, en Cuba “hay una gran necesidad de una nueva ola espiritual, cultural, que venga de adentro y eso es lo que está haciendo Casa de las Américas”.
Entre los participantes estuvo Alejandro Hartmann, director de la Oficina del Conservador de Baracoa, en la oriental provincia de Guantánamo, quien desde hace más de tres décadas investiga junto a Barreiro las huellas aborígenes en Cuba.
Durante su intervención aseguró Hartmann: “Somos asediados por la hegemonía de las comunicaciones, donde las nuevas generaciones reciben mensajes que no tienen nada que ver son las identidades de nuestros pueblos, incluida la del pueblo cubano, que tiene su historia, su resistencia y resiliencia”.
En esta edición, como en ocasiones anteriores, en el encuentro intervinieron descendientes de las familias indígenas cubanas, quienes expresaron el orgullo de pertenecer a la llamada gran familia taína de Cuba, grupos de familias que tienen lazos de sangre y se identifican como descendientes de los indocubanos.
Por primera vez asistió Mariurkys Soler, nieta de Francisco Ramírez, el cacique Panchito, descendiente de los aborígenes cubanos, residente en la localidad La Ranchería, de Guantánamo.
Soler se refirió a la importancia dada por su abuelo a “tejer la familia taína, que se ha dispersado, porque estamos regados, desde La Habana hasta la zona oriental, aunque se mantienen los contactos”.
Por su parte, Idalys Ramírez, hija del cacique Panchito y otros integrantes de la gran familia, relataron anécdotas, experiencias de uso de plantas y de trabajo colectivo.
Hasta el nuevo encuentro
La sexta edición del coloquio incluyó paneles dedicados al remapeo, resurgimiento y reasentamiento de los pueblos indígenas contemporáneos, desde las perspectivas de los mohawks, los taínos y los mayas, así como el retorno de las lenguas y los conocimientos.
Además se recordaron antiguos parentescos a través de las lenguas, el arte y el activismo.
Uno de los libros de la Editorial Guaní (radicada en Nueva York) presentados en el coloquio fue Panchito, cacique de montaña, de José Barreiro. Se resaltó que el volumen editado por Casa de las Américas recoge testimonios, pensamientos y recuerdos del descendiente de los primeros habitantes del archipiélago cubano.
“A la altura del siglo veintiuno, la voz de Panchito representa para los cubanos la continuidad de aquellas culturas milenarias secuestradas, escamoteadas a nuestra identidad”, destacó en la contraportada el investigador Antonio Martínez (1944-2020). (2024)
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