El hip hop se afirma en Cuba como auténtica expresión cultural
De manera virtual se celebró el XIV Simposio Internacional del género con homenajes a figuras y agrupaciones poco visibilizadas en el país.

En sus 15 años de trayectoria, Negrons ha defendido una mezcla de funk, reggae, dancehall, rap y expresiones musicales de la cultura afrocubana.
Foto: Cortesía del grupo Negrons
La Habana, 25 oct.- Más de 500 agrupaciones conforman en Cuba el movimiento de hip hop, que trasciende las fronteras nacionales siendo protagonista, entre otros hechos culturales, del XIV Simposio Internacional del género, celebrado hasta hoy de manera virtual en el contexto de la Jornada por la Cultura Cubana.
Dentro de las agrupaciones representativas de la variedad de caminos que puede tomar el hip hop en la nación caribeña destaca el grupo Negrons, cuyos 15 años de trayectoria artística fueron celebrados durante el simposio.
Como parte del proyecto Afroindustria, creado en 2004 en la ciudad de Bayamo, en Granma, Negrons nació el 23 de abril del 2005. Desde entonces, amplía su espectro musical con una labor comunitaria que conecta al hip hop con la responsabilidad social que lo ratifica como genuina expresión sociocultural.
Todos graduados universitarios, los integrantes del grupo, David Pérez (vocalista), Reynaldo Reymir Amaya (vocalista y productor musical) y Ramón Enrique Sánchez (director y vocalista) manifiestan desde la propia estética y obra musical de su propuesta una postura antirracista y por la no discriminación en sentido general.
Más allá de la música
Según Sánchez, el nombre de la agrupación es un homenaje a aquellos primeros espectadores que llenaban los espacios donde se presentaba Negrons en sus inicios, y si bien predominaban personas negras, no eran espectáculos exclusivos para ellas.
En su visualidad el grupo propone “una mezcla de colores”, a modo de hacer más inclusivo su discurso, que abarca la crónica social y temas como el amor, la familia, con mensajes totalmente positivos. Para ello se apoya en ritmos como el funk, el reggae, el dancehall, a fin de universalizar su propuesta, explica el director.
La agrupación ha formado parte de una guerrilla de teatreros y así ha accedido a innumerables entornos urbanos y rurales del Oriente cubano. Al respecto valora Sánchez que resulta “muy interesante, en medio de esos contextos, exponer nuestro estilo y verlo mezclarse con otras manifestaciones artísticas. El resultado ha sido muy positivo en los espectadores, que salen entonces de la rutina diaria”.
Asimismo, menciona otras experiencias actuando en centros de reclusión penitenciaria de La Habana. “Todas estas acciones han sido organizadas por el Instituto Cubano de la Música y la Agencia Cubana de Rap, a la que pertenecemos”, señala.
Para Sánchez, vivencias como la última referida “resultan muy enriquecedoras,
porque, además de mostrar nuestro quehacer artístico, nos permite interrelacionarnos con algunos convictos, conocer los distintos motivos de sus condenas, muchos de sus sentimientos encontrados; pero, lo más importante, hemos conocido su arrepentimiento y los deseos de llevar una nueva vida”.
Añade que muchas veces encuentran reclusos raperos y estos comparten el escenario con Negrons. “Es muy interesante escuchar sus propuestas. De hecho, hemos encontrado mucho talento y, en reciprocidad, nos satisface haberles dejado un mensaje de paz, amor y mucha fe”, apunta el artista.
Evolucionar sin perder la esencia
Negrons cuenta con tres producciones discográficas, algo poco común en las agrupaciones de su tipo en Cuba. Su álbum más reciente, Binary, obtuvo el Premio Cubadisco en 2019, máximo galardón que confiere el más importante certamen competitivo del disco en la isla.
Ello refuerza el compromiso con un género que, al decir de Sánchez, “ha evolucionado y, por su propia génesis, debe adaptarse a las nuevas formas de hacer, sin perder su identidad y buen hacer, si no, podría correr el riesgo de caer en el olvido”.
De acuerdo con el artista, “podemos nutrirnos de nuevos aires, pero es necesario seguir interpretando el rap cubano aun cuando haya mezcla de otros tantos ritmos”.
El hip hop es reconocido como el conjunto de manifestaciones estéticas y sociales que conforman la esencia de un imaginario cultural, sujeto a un modo de vida y a un reconocimiento identitario, fundamentalmente para las llamadas subculturas juveniles.
En Cuba, desde la década de los años 80 del pasado siglo, ese fenómeno sociocultural cuenta en mayor o menor medida con exponentes de sus representaciones fundamentales: el rap (texto hablado), el breakdance (expresión bailable) y el graffiti (muestra visual).
Si bien en la primera etapa de gestación del movimiento de hip hop cubano este no fue del todo entendido y asumido como parte de la vida cultural del país, fundamentalmente por personas que dirigían el sector artístico institucional, tal situación cambia de manera favorable a partir de la representación oficial que ejerce la Agencia Cubana de Rap.
Como muestra de lo anterior sobresale la realización del XIV Simposio Internacional de Hip Hop, con la participación de Djs cubanos y de varios países, así como de otros artistas urbanos. Su programa incluyó el homenaje a Malcoms Junco (Malcom Justicia), quien falleció en julio pasado y es reconocido como pionero del hip hop en Cuba. (2021)
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