La Habana, 15 ago.- Paredes otrora grises ahora cuentan historias, reivindican la cultura local, exhortan a cuidar el entorno y reconocer al personal de la salud, a través de murales que el proyecto Color Cojímar regala a esa localidad costera de la capital cubana en tiempos de pandemia.

Se trata de un proyecto comunitario, multicultural y autogestionado, que desde enero de 2020 “organiza el arte del mural y el grafiti, música, talleres diversos, así como actividades recreativas y medioambientales”, explicó a la Redacción IPS Cuba Yosmel Sarrías (Sekou), músico y productor general.

Además de Sekou, lo integran el artista plástico Alián Acosta (Manson), la fotógrafa y pintora autodidacta Jessica Betacourt (Piyai), la también artista plástica Ana Luisa Escobar y Alejandro Agüero, quien se desempeña como asistente general.

En enero confluyeron muralistas de varios países quienes, por razones burocráticas, no pudieron concretar la idea de un gran mural para la localidad que pudo haber inspirado el poema Los zapaticos de rosa, de José Martí (1853-1895); y donde el escritor estadounidense Ernest Hemingway (1899-1961) ambientó su novela “El viejo y el mar”.

La gente no solo pasa y mira, sino que se involucra. Después de hecho un mural, muchos se esfuerzan en mantener las áreas circundantes limpias. Lo hemos logrado con la constancia del trabajo”.

Yosmel Sarrías (Sekou)

Sin embargo, el encuentro al que denominaron Color Cojímar no estaba destinado a quedar en el intento, por lo cual Sekou y Acosta decidieron continuar con medios propios y se fueron sumando colegas hasta completar los cinco que hoy integran el proyecto.

“Con la aparición de la covid-19 vimos la necesidad de establecer una comunicación visual con los vecinos de la comunidad y levantar los ánimos, dándoles una nueva visión a los muros abandonados y convirtiéndolos en galería al aire libre”, abundó el productor general.

“Hemos conocido a personas que nos ha apoyado de diferentes formas, ya sea con las pinturas, aportes monetarios e incluso con el hielo para las meriendas, pues trabajamos al sol y muchas veces hasta el anochecer”, refirió.

Asimismo recalcó en la importancia de la retroalimentación con la comunidad: “la gente no solo pasa y mira, sino que se involucra. Después de hecho un mural, muchos se esfuerzan en mantener las áreas circundantes limpias. Lo hemos logrado con la constancia del trabajo”.

Color Cojímar también colabora en limpiezas de playa y apoya la realización de talleres, ya sea de pintura o sobre medio ambiente, un tema presente en varios grafitis.

“Algunos murales refuerzan mensajes como: tu basura contamina. Quizás no están todos los tanques colectores necesarios, pero es importante crear la conciencia de que un papel o una bolsa plástica que no tiremos en cualquier espacio, será menos suciedad que nos encontramos”, señaló Sekou.

Significó asimismo la construcción de alianzas con otros proyectos como Excelencias del Motor y Guarida de Sueños.

“Estamos en diálogo con el proyecto Akokán, en Los Pocitos, en el municipio Marianao, para en algún momento, cuando pase la situación con la pandemia, trabajar en conjunto. Podemos ir hasta Santiago de Cuba, Párraga o la Isla de la Juventud, solo es cuestión de coordinarlo y tener intereses comunes”, argumentó.

Unirnos para mejorar Cojímar

La limpieza de un sector de playa de Cojímar hizo que confluyeran los esfuerzos e intereses de Sekou y Ana Luisa Escobar, coordinadora del proyecto Guarida de Sueños.

Se trata de una organización comunitaria enfocada en el cuidado y mejoramiento del medio ambiente, así como el uso responsable y eficiente de los recursos naturales y humanos para contribuir al desarrollo sustentable y la mejora de la calidad de vida.

En 2019 convocaron a varias limpiezas de la playa para eliminar gran parte de la suciedad y contaminación que arrastra el río Cojímar desde aguas arriba, y “en ese contexto conozco a Sekou. Empezamos a entrelazar intereses”, indicó Escobar.

Consideró que cada uno puede tener su proyecto, “la cuestión es unirnos porque lo fundamental es que queremos lo mismo: mejorar Cojímar, que la gente vuelva a sentir que vale la pena (…) Nosotros somos capaces, este es nuestro mundo”, argumentó.

Otro de los integrantes, Acosta, insistió en la importancia del trabajo en equipo, pues si bien inicialmente se conciben los bocetos, “luego cada quien aporta su idea. Todos los murales tienen mensajes positivos y sencillos, para que las personas al verlos puedan captar rápidamente el mensaje”.

Finalmente Alejandro Agüero comentó sobre qué lo llevó a abrazar el proyecto cuando vio “que era en serio esto de darle significado a los muros”.

“Los colores le dan alegría al ser humano, le enseñan algo. Esto puede ser el comienzo de algo hermoso para Cojímar… jóvenes con ganas de hacer e incentivar a que otros se sumen”, dijo.

Y concluyó: “Es importante que las personas hagan cosas por sus localidades, en cualquier lugar de Cuba. Que cada quien salga y aporte lo que sabe. No hace falta ir a una universidad para hacer algo por la comunidad y por uno mismo. Así lo entendemos y es nuestro propósito”. (2020)