Premios y fondos apoyan el cine independiente cubano

Con la realización del primer festival de cine independiente, el Instituto de Artivismo Hannah Arendt amplía su trabajo respecto a esta manifestación del arte en Cuba.

Proyección del documental Mi alma azul, sobre hombres trans de Cuba, de Liam Durán, que resultó ganador en la edición de 2018 del fondo PM.

Foto: Archivo IPS Cuba

La Habana, 9 dic.- Con la entrega de los premios Instar 2019 y la proyección de audiovisuales ganadores de 2018, concluyó en esta capital el primer festival de cine independiente, que entre el 6 y el 8 de diciembre organizó el Instituto de Artivismo Hannah Arendt (Instar).

“Se considera el primer festival independiente toda vez que, a diferencia de la Muestra joven del Instituto de Arte e Industria Cinematográficos (Icaic), este certamen es el primero fuera de una institución establecida”, dijo la actriz Lynn Cruz, en la clausura del Festival Instar, el 8 de diciembre.

La idea de realizar un festival surgió luego de que Cruz organizara este año en la sede del instituto, en La Habana Vieja, una muestra de cine con autores independientes y jóvenes.

 

Los primeros

En la ceremonia se proyectaron los primeros ganadores del Fondo PM:

-En la categoría documental: Mi alma azul, de Liam Durán Cardona

-En ficción La hora azul, de Orisue García

-En transmedia: Los ojos de  Mila Caos,  de Yimmit Ramírez, un proyecto de realidad virtual interactiva.

 

“El antecedente principal es la muestra Cine independiente, cine pendiente, de Instar, mediante la cual he descubierto la cantidad de películas y directores que trabajan al margen de las instituciones establecidas, el cine libre, nuevo cine y el cine imperfecto constituyen la guía”, dijo al público asistente, que llenó la sala de proyección.

Este evento, destacó, que no cumple con los cánones de otros festivales, incluyó cine punk, documentales, ciencia ficción, drama, bocetos de animación, cine experimental tradicional y hasta la película Desarraigo, de 1965, del realizador Fausto Canel, que estuvo escondida en las bóvedas del Icaic por 51 años.

Ese fue el espacio para entregar un premio diferente, que desde el inicio optó por reconocer óperas primas en varias categorías, como respuesta a las escasas posibilidades que tienen los realizadores jóvenes a la hora de competir con los experimentados.

El futuro del cine cubano

“Han sido dos años, más de desaprendizaje que de aprendizaje. Hacer cine independiente tiene unos presupuestos que una tiene que vivir, para poder entender cómo desmontar parte de la burocracia cinematográfica”, dijo Marta María Ramírez, coordinadora de los Premios PM.

El jurado de la segunda edición del premio PM Fondo Instar para audiovisuales cubanos 2019 estuvo integrado por la productora Marcela Esquivel, de Costa Rica junto al crítico de arte Dean Luis Reyes y el realizador Juan Carlos Cremata, de Cuba.

Su fallo, leído por Ramírez, resaltó como “un síntoma de alto valor para el cine cubano  del futuro lo diverso de las carpetas consideradas, así como lo interesante y necesario, tanto en forma como en contenido de sus propuestas”.

En ficción, el premio fue para New Eva, de Nathaly Cardet y Yanisleysi Vázquez, por su aproximación a los neomachismos, que “desde la creación de una metáfora visual y la generación de una atmósfera distópica,  permite un abordaje transgresor y reflexivo de un tema que suele permanecer invisibilizado”.

El documental premiado fue Riomar, de Lestter Lejardi y Camila Carballo, “que ofrece una aproximación a la comunidad humana que resiste a través de la memoria y el reclamo de atención al estado ruinoso en que se ha convertido el edificio homónimo” en el municipio habanero de Playa.

Convocado por primera vez, como aprendizaje del año precedente, en animación el jurado premió a Pirita, de Carlos Manuel Paifer y Adriana García, por su potencial visual para crear un universo abstracto de connotaciones filosóficas y alta intención alegórica.

En la categoría transmedia, resultó ganador 59 cuban-docs, de Eliecer Jiménez, al considerarse  que “podría convertirse en un plan piloto para crear iniciativas expansivas con formatos similares, todas con la capacidad para contar historias cubanas en la forma de un canal  alternativo en redes sociales”.

De izquierda a derecha, Marta María Ramírez, Gretel Marin y Tania Bruguera durante la premiación.

Residencias

Según dio a conocer Camila Lobón, este año Instar convocó por primera vez un premio para residencias, dirigido a proyectos artísticos y sociales.

Por unanimidad, el jurado premió a la Iniciativa pedagógica creativa de intervención permacultural en el Reparto Eléctrico (La Habana), de Arleen Plasencia y Mario González, por su proyección desde las prácticas cívicas y el trabajo ecológico hacia lo artístico.

A su vez, premió a La maleza, del Lester Álvarez, en colaboración con Julio Yokis Casal, Santiago Díaz, William Bol y Román Gutiérrez, por la incidencia del trabajo artístico y editorial en el ámbito social y su evolución como propuesta cívica.

El premio especial Nicolás Guillén Landrián, convocado también por primera vez, fue compartido por el documental ¿Cómo educar a un niño?, de Gretel Marín y María Elisa  Pérez, y Persona con persona, de Karel Ducasse, Raúl Escobar y Yanet de Paz.

Varios de los protagonistas de Mi Alma Azul asistieron a la proyección de un documental que lleva un mensaje de respeto y aceptación a la sociedad cubana.

Instar

La artivista Tania Bruguera, directora de Instar, explicó que el instituto nació en 2017 como “un  proyecto donde se mezcla lo artístico, lo cívico”.

Para sustentar la iniciativa, se creó un fondo mediante una colecta (crowfunding), a la que contribuyeron más de 600 personas y es considerada la primera de su tipo en Cuba para financiar “un proyecto independiente, que no tuviera deudas con ninguna institución”, según Bruguera.

La actriz Lynn Cruz durante la clausura del Festival Instar.

Tras dos años, Instar tiene varias secciones de trabajo, entre ellas la social, que este año apoyó a personas damnificadas por el tornado del 27 de enero pasado, mientras la pedagógica coordina talleres con activistas y artistas cubanos y extranjeros.

En 2020, dijo Bruguera, abrirán otras tres secciones: una galería, una línea de trabajo para recuperar archivos de instituciones alternativas y una editorial digital para publicar historias e investigaciones. (2019)

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