La crisis energética limita el acceso al gas licuado en Cuba
Debido a la crisis energética, la escasez de gas licuado dificulta las actividades fundamentales del sector residencial

Las filas para comprar los cilindros de gas licuado se mantienen casi todo el día, a pesar de que la Empresa de Gas Licuado informa a las y los clientes sobre la distribución en las sedes comerciales de cada provincia.
Foto: Jorge Luis Baños/IPS Cuba
La Habana, 13 ene.- El servicio de abastecimiento del gas licuado se mantiene con grandes afectaciones en provincias del occidente y el oriente cubano, como resultado de los impactos de la crisis energética, según informa la estatal empresa Unión Cuba-Petróleos.
Desde el pasado 29 de noviembre, en La Habana, Artemisa y Mayabeque se restablece con lentitud la venta de ese combustible esencial para cocinar los alimentos en la mayoría de los hogares. Se prioriza a quienes no pudieron adquirirlo durante el ciclo afectado (del 4 de octubre al 9 de noviembre).
En el penúltimo mes de 2024, “no lograron acceder al servicio 99 000 clientes de La Habana, Artemisa y Mayabeque, mientras que, en el resto del país, unos 735 000 clientes no pudieron comprar el producto”, de acuerdo con declaraciones de Irenaldo Pérez, director adjunto de la empresa Unión Cuba-Petróleos.
Como causas de esa afectación en el abasto de gas licuado, el funcionario señaló las “demoras en la descarga del barco por parte del proveedor y un cambio imprevisto en las formas de pago, al ser retirado el crédito”, sin ofrecer detalles al respecto.
Además indicó que las sanciones impuestas por Estados Unidos constituyen “una barrera para realizar las transacciones” (del pago a proveedores extranjeros del citado combustible).
Aseguró Pérez que “se tiene garantizada la distribución (del gas licuado) en la región central” por la estabilidad en la producción de la refinería de petróleo de Cienfuegos, que abastece también a la provincia de Villa Clara y al Municipio Especial Isla de la Juventud, en el suroeste del archipiélago.
Causas y consecuencias no deseadas
Entre las críticas de las y los clientes de la empresa comercializadora de gas licuado sobresalen la falta de organización en los puntos de venta, que generan hechos de corrupción como la venta ilegal de cilindros de 10 kilogramos.
Yisell Machado, de 36 años, ama de casa que vive en el municipio Boyeros, explica: “Puede haber gas, pero la fila para adquirirlo se organiza por listas, en las que, a veces, ni uno sabe cuándo le toca y entonces tienes que pasar el día en la cola sin saber si vas a alcanzar”.
Residente en la ciudad de Matanzas, a unos 100 kilómetros de La Habana, la maestra jubilada Zuleyma Díaz, de 65 años, advierte que luego de esperar por casi cinco meses su turno para comprar el cilindro de gas licuado decidió comprarlo a 10 000 pesos cubanos (unos 41 dólares según la tasa de cambio en el mercado informal) “porque no tenía con qué cocinar en fin de año”.
Por otro lado, ante la falta del combustible doméstico agudizada por las desconexiones totales del Sistema Electroenergético Nacional en noviembre y los continuos cortes de electricidad programados en horarios de mayor demanda obligan a las familias a buscar alternativas muchas veces bastante dañinas para la salud.
“En mi casa (donde habitan dos personas adultas y dos menores de edad) tuvimos que armar un horno y cocinar con carbón en los días sin luz y durante los horarios de apagones programados”, confiesa Pablo Pérez, un vecino del municipio habanero del Cerro.
El sitio web Our World in Data recoge que el 94,3 % de la población cubana tiene acceso a fuentes limpias de energía en el ámbito doméstico, en esa categoría se incluye mayoritariamente el gas licuado del petróleo, el gas manufacturado y la electricidad, además de las fuentes renovables que constituyen una minoría.
Sin embargo, en situaciones excepcionales, las familias deben emplear la leña, el carbón vegetal, el queroseno y el alcohol desnaturalizado como combustibles domésticos.
Un callejón sin salida
La Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI) revela que el consumo de gas licuado del petróleo en 2022 fue de 179,1 millones de toneladas, de las cuales 140,3 correspondieron a las viviendas.
Asimismo se informa que durante 2023, el sector residencial también fue el de mayor consumo eléctrico, por tanto, constituye uno de los periodos más afectados en el contexto de la crisis energética.
Muchos hogares en Cuba dependen de este tipo de energía a partir del programa de la Revolución energética, destinado a implementar el uso de energía eléctrica en la cocción de alimentos, que genera el mayor consumo de electricidad durante los horarios de mayor consumo en el sector poblacional, señalan estudios.
Mientras en el mercado informal, el precio de la unidad de gas licuado del petróleo ronda los 30 000 pesos cubanos, equivalentes a 125 dólares en el mercado informal, el valor de venta establecido por Unión Cuba-Petróleos es de 225 pesos (unos 1,82 dólares según la tasa de cambio oficial).
En la actualidad, el servicio solo se ofrece a los clientes que poseen contrato, pues está suspendida la venta liberada. La página web Cubatrámite informa que “la contratación de nuevos clientes y el arrendamiento de cilindros dependerán de las posibilidades de la industria nacional para garantizar la cantidad de unidades que demanda el país”. (2025)
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