El actual dominio de primer nivel territorial geográfico de Cuba es el .cu, que permite identificarle con un nombre, producto o marca en internet mediante un sitio web u otros servicios como el correo electrónico.

Activo desde 1992 y solo admite registros de ciudadanos o empresas establecidas en el país, este dominio hoy vive un crecimiento, al parecer relacionado con diferentes cambios locales en el acceso a internet, la política de promover el gobierno electrónico y la creación de empresas privadas.

El Anuario Estadístico de Cuba, en su capítulo 17, dedicado a la Tecnología de la Información y las Comunicaciones, recoge que hasta 2023 el total de dominios registrados bajo .cu era de 7 695, lo que representa un aumento de más de dos mil en relación al 2019.

Arroja el documento que de esa cifra los subdominios más utilizados son los que llevan como terminales .co.cu; .com.cu; .edu.cu; .inf.cu; .net.cu; .org.cu; .nat.cu y .sld.cu, relativos a sitios asociados con la educación, el comercio, la salud, personas naturales y organizaciones en general.

No obstante, las estadísticas arrojan una tendencia al incremento en los últimos dos años de los subdominios .tur.cu; .gob.cu y .cult.cu, que responden a sitios vinculados con el turismo, el gobierno y la cultura.

Una normativa para actualizar

El Ministerio de Comunicaciones aprobó en 2013 un reglamento de nombres para dominios de internet en Cuba.

La normativa, publicada entonces en la Gaceta Oficial de la República bajo la Resolución 72, establece un sistema de ordenamiento y planes para la asignación y registro de los nombres de dominio de todos los órganos estatales y de la Administración Central del Estado.

El documento, que requiere de actualización a tono con la nueva política de comunicación en el país, define las condiciones necesarias para adecuar, coordinar y regular las políticas que rigen Internet, en un contexto en el que el correcto funcionamiento de las redes resulta importante para el desarrollo económico y social.

De acuerdo con sus requisitos el dominio cubano lo puede solicitar cualquier organización o persona física, aunque en ocasiones se exige una marca comercial.

Puntualiza además que los dominios genéricos o geográficos están prohibidos, en tanto supone una limitante otorgar registros de dominios internacionales de primer nivel como los conocidos .com, .net, y .org, entre otros adquiridos a través de empresas estadounidenses.

Pese al bloqueo impuesto por la nación norteña y sus restricciones en el sector de las telecomunicaciones, actualmente muchos sitios digitales que promueven o prestan servicios privados en Cuba han sido alojados en Estados Unidos y portan dominios internacionales.

Cubanic administra para Cuba

Internet, desde su mismo surgimiento, ha presentado un crecimiento acelerado que implica el desarrollo de los elementos técnicos que la conforman, entre estos, lo relativo a los nombres de dominio.

Según reseña el proyecto Inventario, desde la emisión en 1996 de las primeras normas de este tipo en Cuba, la obtención de nombres de dominios cubanos había estado limitada solo a empresas y organizaciones.

“No fue hasta 2015 que se autorizó por primera vez a que un residente en Cuba pudiera solicitar el dominio .nat.cu, un privilegio que era solo para empresas y organizaciones”, añade Inventario.

El sitio web del Centro Cubano de Información de Red (Cubanic) es el responsable hoy de administrar los dominios para Cuba. Así le designó la delegación de la Internet Assigned Numbers Authority (IANA), autoridad máxima del sistema de nombres de dominios en Internet (DNS).

Cubanic presta sus servicios por medio de la estatal Empresa de Tecnologías de la Información y Servicios Telemáticos Avanzados (Citmatel), perteneciente al Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente.

Para el otorgamiento de un cupo en el Sistema Nacional de Nombres de Dominio bajo el indicativo del país, la red utiliza plataformas propias que propician una gestión y operación eficiente del servicio y de los servidores primarios y secundarios del sitio.cu.

Mientras que para la inscripción del dominio se exige un nombre que incluya letras y números, con mínimo de tres caracteres y máximo de 63, y no se permiten guiones al inicio o al final. Otros requerimientos se especifican en la web.

Las reglas generales de registro de dominios son universales y simples, si bien algunos casos están sujetos a reglas individuales. Por ejemplo, en muchos países no pueden ser ofensivos, ni incitar a la violencia, la discriminación o a actividades ilegales.

Una actualización de las normas de Cubanic en 2022 refiere que los nombres de dominio cubanos “no podrán atentar contra la independencia ni la soberanía nacional” y amplía la lista de motivos para la denegación de solicitudes a aquellos que impliquen supuestos daños contra estos dos objetos de protección y otros como la ética.

Alternativa para consulta

En julio del 2015 se presentó la plataforma digital CUBA (Contenidos Unificados para Búsqueda Avanzada). Se trata del primer buscador cubano en Internet para acceder a la información alojada en los más 7 000  sitios de dominio nacional.

La herramienta disponible en la dirección www.redcuba.cu fue desarrollada por un equipo de la Universidad de las Ciencias Informáticas (UCI) para unificar en un mismo portal la serie de productos y aplicaciones nacionales en línea que se encuentran dispersas.

CUBA opera con el motor de búsqueda Orion, también desarrollado por la UCI, y está administrada por los Joven Club de Computación y Electrónica.

Como plataforma aglutinadora de contenidos posee una serie de categorías predefinidas para facilitar las búsquedas. Entre ellas destacan accesos directos a sitios de deportes y recreación, entretenimiento, noticias, salud y arte, entre otras.

A través de ella, se puede acceder también a más de 500 000 páginas indexadas en el dominio Cuba.

Constituye una herramienta útil, no solo para encontrar contenidos y facilitar el acceso al creciente número de sitios web con dominio .cu; sino también como potencial instrumento educativo para el nuevo curso escolar, que en etapa de perfeccionamiento busca incorporar aún más el uso de las nuevas tecnologías en el aprendizaje. (2024)