Cuba, otra cara de las criptomonedas
Esta blockchain (base de datos descentralizada) de criptomonedas ya se ha convertido en una opción atractiva dentro del ciberespacio cubano.

Mientras la comunidad de Hive siga creciendo, serán más las personas que acepten directamente sus criptomonedas en pagos habituales.
Foto: Tomada de portalcripto.com.br
El uso de criptomonedas como Bitcoin o Ethereum se ha afianzado con fuerza en Cuba: cada vez más personas las aceptan como moneda de cambio, e incluso hasta algunos negocios.
Y las maneras de obtenerlas también han variado, al punto de que ya no es necesario tener conocimientos intrínsecos de la informática o las finanzas: pudiera bastar, por ejemplo, con poseer habilidades comunicativas básicas.
Ese es el caso de Hive, una blockchain descentralizada con un ecosistema con más de 120 aplicaciones y más de dos millones de cuentas registradas.
Como su base de datos está enfocada esencialmente a la interacción social, cuenta con muchas plataformas de blogueo y de redes sociales (Hive.Blog, Peakd, Ecency, 3Speak, etc). Además, ha diversificado sus herramientas y cuenta también con videojuegos como Splinterlands y Rising Star, interfaces para inversiones financieras (LeoFinance, Tribaldex), creadores de NTF (NTFShowroom, HivePunks…) capaces de garantizar el origen y propiedad de un contenido, y muchas propuestas más.
Básicamente, los usuarios pueden aprovechar y disfrutar Hive de disímiles maneras y, de paso, ganar dinero por ello en forma de las criptomonedas propias del proyecto: Hive (tiene el mismo nombre que la blockchain), HBD (Hive Backed Dollars) o Hive Power (que son los Hives “congelados” en una suerte de cuenta de plazo fijo).
Sin embargo, la mayoría de las ganancias están destinadas a las personas creadoras de contenido y a las “curadoras”, que son las que ayudan votando a favor de las publicaciones. Del total de criptomonedas creadas diariamente por la blockchain, un 65 por ciento va hacia las billeteras virtuales de estos tipos de usuarios.
En resumen, un usuario postea en cualquiera de las redes sociales de Hive y tiene siete días para recibir votos y valoraciones. Mientras más interacción y apoyos genere, más monedas virtuales gana. Cuando termina el plazo de recaudación, quien publicó se queda con el 50 por ciento de ese dinero virtual acumulado, mientras que el otro 50 por ciento pasa a los curadores.
Pero existe un límite para la cantidad de “apoyo” que se puede proporcionar a un contenido (que se recarga y también varía en dependencia de los Hive Power y la influencia que la persona posea dentro de la blockchain), razón por la que los curadores se lo piensan dos veces antes de votar y los autores se esfuerzan por crear productos competitivos: al final, todo se traduce en dinero.

Y llegados a este punto, quizás alguien se pregunte: ¿de qué me sirve el hive que gané? Fuera de Cuba, esa criptomoneda puede ser intercambiada por otras más comunes como el bitcoin, –o dinero Fiat (dólares o euros, por ejemplo)– a través de un Exchange o casa de cambio (Binance es de los más universales). Actualmente, el valor de un hive equivale a aproximadamente un tercio de dólar.
No obstante, en la isla caribeña, también puede terminar convertido en pesos o MLC (moneda libremente convertible). Eso sí, mediante una ruta más larga, aunque no tan engorrosa como para que los usuarios descarten la opción por completo.
Cuba no se queda atrás
En un ciberespacio universalizado, el ecosistema de Hive no resulta ajeno para los internautas cubanos.
De hecho, existe una comunidad propia llamada HiveCuba, cuyo propósito es “ayudar a los cubanos en su camino dentro de Hive. A cómo entrar, hacerse la cuenta, y otras cuestiones básicas. La comunidad es totalmente educativa”, dice su líder, Manuel Alejandro Saiz Moya, en entrevista con IPS Cuba.
“Yo llevo más de un año dentro y todavía hay cosas que sigo aprendiendo, porque es un ecosistema muy grande, y no conlleva solo saber de redes sociales, sino también de criptomonedas, de blockchain y de economía”, agrega.
Según Saiz, es casi imposible categorizar al público promedio de Cuba que utiliza la red, pero asegura haber conocido desde usuarios adolescentes hasta mayores de 70 años. “Los cubanos suelen crear todo tipo de contenidos. He visto blogs audiovisuales en la plataforma 3Speak, poetas, escritores, fotógrafos, incluso comentaristas sobre pelota (béisbol) cubana”, cuenta.
Desde Cuba es demasiado complicado recibir ganancias creando contenidos en redes sociales convencionales como Instagram o YouTube, debido a la incompatibilidad entre las cuentas bancarias nacionales y otras internacionales, y los obstáculos a la hora de realizar transacciones o pagos en línea como sucede en la mayoría de los países.
Por ello, Hive se presenta como una alternativa para este tipo de personas emprendedoras.
Además, al tratarse una red con contenidos inalterables y descentralizados, estos usuarios pueden publicar cualquier cosa sin tener que someterse a las políticas de una de esas plataformas convencionales, o a la cancelación de su cuenta por violar alguna regla específica.
Desde Cuba no se puede acceder a Binance u otro Exchange reconocido, pero existen soluciones criollas para convertir las criptomonedas de Hive. Por ejemplo, sin desconectarte del celular puedes convertir los hives en bitcoins; entonces, como estos sí tienen mayor aceptación en el mercado cubano, puedes cambiarlos con los servicios de cambio autóctonos (HeavenEx, cuyo nombre era antes CubaXchange).
Mientras la comunidad de Hive siga creciendo, serán más las personas que acepten directamente sus criptomonedas en pagos habituales.
“El mayor atractivo de Hive es que tengo las mismas posibilidades que cualquier otra persona en el mundo. Ahora mismo, si voy a Instagram, no tengo las mismas posibilidades para crear un reel, o de monetizar”, expresa Saiz.
“Aquí en Hive puedes monetizar desde el minuto uno (siempre y cuando recibas votos), aun sin tener seguidores. Y en tu blog personal puedes hablar sobre lo que quieras, pues no hay nadie que pueda eliminar el contenido que hayas creado. Tampoco hay un algoritmo que te diga qué debes ver o qué no. Ni siquiera existen las promociones pagadas”, abunda.
Sin embargo, HiveCuba intenta no enfocar sus ventajas únicamente en su aspecto económico, ya que dicha monetización no está garantizada: depende del tipo de contenido que se haga, su calidad y originalidad, y hasta del público que frecuente la blockchain. Si no se tienen esos aspectos en cuenta, cualquiera puede llevarse un fiasco al revisar su billetera virtual.
“No hacemos hincapié en eso, para que la gente no entre a Hive con una ilusión muy grande de que su vida va a cambiar, y de que ya no necesitarán trabajar”, dice Saiz. “Solo la comunidad en sí, y nadie más, decide el valor de tu publicación”, concluye. (2023)
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