Las tiendas recaudadoras de divisas en Cuba y sus aspiraciones

¿Qué venderán por internet, si ni en las tiendas físicas se pueden encontrar los productos básicos?

Las personas realizan largascolas porque temenal desabastecimento.

Foto: Jorge Luis Baños_IPS

La Habana.- Lo que está sucediendo actualmente en el mercado minorista en divisas en Cuba no se podría haberse imaginado ni en las peores predicciones de meses atrás. Factores internos y externos lo han provocado, desde el recrudecimiento del bloqueo estadounidense a Cuba hasta las bajas producciones nacionales, que incluyen ineficiencias productivas e institucionales, entre otros aspectos.

Se está ante una escasez de productos, incluso de primera necesidad. La población siente preocupación porque debe hacer largas filas para adquirir productos que aparecen y con la misma desaparecen de los anaqueles. Las familias realizan compras masivas para cubrirse de futuros desabastecimientos y otros hacen lo mismo para revender en lugares alejados adonde no llegan las mercancías con la misma frecuencia. La red de tiendas muestra estantes vacíos o con el mismo tipo de producto, incluso muchas cerraron áreas destinadas habitualmente a ferretería, por ejemplo.

Estas realidades hubiesen podido preverse en caso de realizarse una unificación monetaria mal diseñada y/o ante imprevistos de esta unificación. ¡Pero aún no se ha realizado la unificación monetaria y se siguen comercializando los productos en pesos cubanos convertibles (CUC) al tipo de cambio en Cadeca! ¿Qué está pasando? Las acciones aisladas o “experimentos” de camino a la unificación como dar vueltos en pesos cubanos (CUP) en algunas tiendas y no aceptar CUC por parte de transportistas o en ciertas instalaciones, no impactan como para provocar tal desabastecimiento.

Llama la atención cómo periódicamente se realizan programas televisivos, donde se explican las nuevas formas de comercialización de productos en moneda libremente convertible (MLC), se habla de ferias comerciales de las cadenas de tiendas o sobre las nuevas aplicaciones para comercializar productos a través de internet. Pero no se le ha dado las suficientes explicaciones al pueblo sobre los faltantes de mercancías que está habiendo, los motivos reales, soluciones y plazos, aspectos que son mucho más importantes y cruciales para la población. ¿Qué venderán por internet, si ni en las tiendas físicas se pueden encontrar los productos básicos?

Supuestas causas

A falta de información oficial, solo queda suponerque las nuevas medidas del bloqueo de EE.UU. hacia Cuba no solo están golpeando las compras de petróleo y sus derivados, sino también las compras de mercancías para las cadenas de tiendas; o que una nueva crisis financiera esté reduciendo la asignación de liquidez en MLC para que las cadenas de tiendas puedan adquirir las mercancías y reabastecerse.

Lo primero parece lo menos probable, ya que las tiendas mayoritariamente lo que comercializan no son productos de origen norteamericano, y el bloqueo no tiene por qué haber alcanzado con igual virulencia –como sí en el petróleo- la transportación y seguro marítimo de los productos destinados al comercio minorista, provenientes de otras naciones. La falta de MLC y los impagos a proveedores extranjeros parecen ser los motivos fundamentales de la actual situación. ¡Impagos considerables a proveedores, no ya de productos utilizados en la economía interna en CUP, sino destinados para ser comercializados en divisas! Incluso impagos a los proveedores recién estrenados de la Zona Especial de Desarrollo del Mariel (ZEDM), mostrando un camino empedrado a potenciales inversionistas que estén pensando invertir ahí.

No obstante, recordemos las preguntas que nos hacemos constantemente: ¿No creamos las tiendas en divisas precisamente en otra época de crisis para recaudar divisas necesarias? ¿El objetivo no es aumentar las ventas para recaudar más divisas? ¿La actividad de las tiendas recaudadoras ya no es beneficiosa para el país o para su balanza de pagos en divisas, con esos márgenes sobre costos que muchas veces alcanzan o superan el 140 por ciento?

Parece que prevalece el criterio de que los CUC que obtienen las tiendas no salen de las divisas que obtiene el país, por el canje de monedas en Cadeca o de las transferencias internacionales recibidas por bancos y canalizadoras de remesas de ayudas familiares. Si es así, ¿dejaremos morir de asfixia a la clásica “gallina de los huevos de oro” o seguiremos manteniéndola en ese estado de supervivencia inestable?

No cabe duda que se deben estar buscando soluciones para esta situación, pero las mismas no pueden seguir demorando. Y no se refiere a la solución de la escasez de un determinado producto u otro, sino a la solución del dilema de importar más para incrementar la recaudación, o disminuir las importaciones.

Posibles soluciones

Soluciones siempre existen, aunque también suelen ir acompañadas de aspectos negativos.

Una de ellas podría ser pasar todaslas ventas de las tiendas minoristas a MLC, a través de tarjetas bancarias nacionales e internacionales, desapareciendo el CUC. No es una unificación monetaria, por cuanto seguiría existiendo el CUP, de conjunto con el USD, aunque este último no pudiese utilizarse en efectivo. La población podría seguir pagando en efectivo en CUP, pero dado el elevado tipo de cambio de Cadeca y los niveles actuales salariales, cabe esperar que el por ciento recaudado en CUP, del total de ventas de las tiendas en divisas, no sea significativo y no afecte la disponibilidad de divisas para el sucesivo reabastecimiento de las tiendas. La mayor complejidad técnica a resolver tendría que ver con la preparación del sistema bancario para la captación masiva de divisas en las cuentas de las tarjetas, así como del sistema de comunicaciones para el cobro de la totalidad de las ventas a través de Terminales de Puntos de Ventas (TPV).

También hay otra complejidad, de tipo político, pues algunas personas podrían argumentar que no toda la población cuenta con divisas y la medida solo privilegiaría a unos cuantos. Esta idea resulta errónea pues la misma población que hoy cuenta con CUC mañana podría contar con USD o EUR u otras MLC. Los CUC no salen mayormente de los salarios. Esos CUC provienen de ayudas familiares del exterior que pueden acreditarse en las cuentas bancarias, de gratificaciones y otros pagos de extranjeros (que también pueden canalizarse a cuentas en MLC si se elimina la desatinada prohibición bancaria que actualmente existe) o de estimulaciones en divisas en algunas empresas estatales y mixtas. Y los trabajadores por cuenta propia (TCP) podrían pasar a cobrar sus productos y servicios en MLC en efectivo, para luego depositarlos en los bancos (en definitiva, los TCP no tienen un status de empresas, sino que son particulares y pueden recibir efectivo en cualquier moneda); o podrían recibir TPV para cobrar por sus servicios sin mediar el efectivo.

Incluso, hoy en día los trabajadores pueden comprar en tiendas que venden en CUC utilizando el efectivo en CUP, pero con esa moneda se les hace difícil comprar los productos que se comercializan en MLC, ya que la venta de divisas en Cadeca y bancos está suspendida o se ralentiza por la falta de la misma MLC. Además, la escasez de productos en CUC no siempre convierte en una realidad la posibilidad de comprar en CUP. La afluencia de divisas a los bancos permitiría restablecer las ventas de MLC en Cadeca para la población que desease vender los CUP de sus salarios y/o ahorros, pudiendo adquirir cualquier tipo de producto.

Otra solución es volver a restablecer la circulación en efectivodel USD y/o el EUR. No conlleva complicaciones técnicas en bancos y en relación a las comunicaciones, pero sería un paso atrás en la política de que en efectivo solo circule/n en el país la/s moneda/s nacional/es, además de la pérdida de control sobre las divisas en circulación.

Otra posibilidad es dar licencias a cadenas de tiendas internacionales (tipo Carrefour, Auchan/Alcampo, Mercadona, etc.) para que establezcan tiendas en Cuba, con la obligatoriedad de que un por ciento de las ventas vayan al Estado como impuesto de circulación. Por ejemplo, cuando hoy un producto que cuesta 100 unidades, se vende en 240, multiplicando el costo de compra por un coeficiente de 2.4 (140 por cientosobre el costo; o 58.3 por ciento de margen sobre venta: 140/240*100), un por ciento estaría cubriendo costos operativos de las tiendas (salarios, insumos para la comercialización, depreciación, transportación, almacenamiento, pérdidas/mermas, etc.) y otra parte cubriría el costo del producto. El resto quedaría como la utilidad neta, que en definitiva es lo que podría obtener el Estado como dueño de la tienda.

Desconociendo la realidad, imaginemos que hoy la utilidad neta sobre ventas totales de las cadenas de tiendas estatales CIMEX y TRDesté en40 por ciento o cercana al 100 por ciento sobre el costo del producto. Bajo este supuesto, si una cadena de tiendas internacional vende un producto por 100 USD y se establece que deben pagar al Estado el 40 por cientode impuestos sobre ventas, el Estado estaría recibiendo prácticamente lo mismo que hoy recibe como dueño de CIMEX o TRD. Lógicamente, las ventas no podrían ser en CUC porque estaríamos ante las mismas dificultades actuales para lograr la convertibilidad a MLC de los CUC obtenidos en las ventas y mantener el reabastecimiento de las tiendas. Las ventas tendrían que ser por tarjetas en MLC, nacionales o internacionales, pero también se sumaría la experiencia y alcance de estas cadenas internacionales para comercializar sus productos por internet, que permitiría al Estado desprenderse de las complicaciones de la logística, administración y otras dificultades que debería enfrentar como gestor y administrador de las tiendas. Sin contar los ingresos que pudieran obtenerse por alquiler de tiendas o por derecho de uso de la tierra, si esas cadenas internacionales deciden construir sus propios locales desde cero. O la posibilidad de que el Estado se quede con un por ciento de las acciones de las empresas mixtas que se pudiesen crear en Cuba, de conjunto con las cadenas de tiendas internacionales.

Opciones puede haber varias, no solo las descritas. En cualquier caso, dejar las tiendas desabastecidas por falta de liquidez externa o por cualquier otro motivo, cuando la mayor parte de la población satisface allí gran parte de sus necesidades de todo tipo no parece que sea la opción más ventajosa ni la más adecuada, bajo ninguna circunstancia. Si las ventas de estas tiendas ayudan a captar divisas y las utilidades obtenidas pueden canalizarse para otros planes del país, la opción de dejar de vender o disminuir las importaciones para sus anaqueles, a la larga disminuirán los fondos con que pueda contar el Estado en el futuro, para cualquier propósito.

Las máximas autoridades han exhortado a que se propongan ideas para el perfeccionamiento de la economía cubana. Este es mi aporte. (2020)

Un comentario

  1. Ramón García Guerra

    Abvierto que está idea mejora la situación en mucho. Desaparece con esta solución un universo de monedas que dónde estas cohabitan cuál si fueran mundos paralelos. Entonces la economía recupera su integridad y la sociedad supera su fractura.
    Pero esto no afecta la lógica de reproducción de esta última ni resuelve el problema estructural que afecta a nuestra economía. Durante las últimas seis décadas las políticas del Estado han sido subdesarrollantes y se divorcian del proyecto.
    Entonces hoy el proyecto-país del Partido es neodesarrollista; apuesta por tomar un atajo y llegar al Primer Mundo sin poner en discusión la lógica del sistema-mundo capitalista.
    Esto ha creado un sentido común, enfermo, que nos hace rodar por la pendiente para caer en las manos del capital. Significa que esta solución le da dos días de ventaja al capitalismo de Estado en Cuba.
    Pongamos esa idea en discusión.
    La idea de que la transición al socialismo es posible a partir de un montón de pequeñas empresas, todos iguales, que basan sus relaciones en el libre juego del mercado, es una falacia y está condenada al fracaso.
    La apuesta de Martí por un aparato productivo a escala pequeña que sería integrado por pequeños talleres y granjas, no sólo se debió a su propia experiencia con los tabaqueros de Tampa, sino, que era la respuesta que dio ante el avance de una economía a escala en Estados Unidos que se conforma como imperio y abrazaba con tragarse a medio mundo.
    Después de seis décadas de ninguneo y de haber vivido la experiencia megalómana de la era soviética, –incluido en ello el desastre ecológico y la anomia social que produjo ese modelo de economía–resultado obvia la existencia en este tipo de solución.
    Coincido en que las formas de propiedad deben ser diversas y adecuadas a los modos de producción en la sociedad. Ahora bien, como en un caleidoscopio, estas formas de propiedad se dan en combinaciones que varían de acuerdo a las circunstancias y al momento del proceso de desarrollo de dicha sociedad.
    En tal sentido, la vida nos demuestra que cualquier tipo de economía sin anclaje en la comunidad es como un barco al pairo. Este es el caso de la economía de monopolios que administra el Estado en Cuba hoy mismo. La economía en Cuba hoy es una cadena de anclajes en manos del Consejo de ministros y de espaldas a la comunidad, donde la adjetivación del consumo con respecto a la producción –por ejemplo– se traduce en la negación de la autonomía de los municipios.
    Debemos de saber que la economía popular en seis décadas ha estado sometida a un movimiento pendular constante, que la ha llevado un extremo a otro en una pugna entre el Estado y el mercado. Esta es la historia de las crisis de realización en los últimos 60 años.
    Sucede que hoy existen economías en red en ciudades pequeñas (20-35 mil habitantes) que resultan ser la imagen investida de esa economía estatizada y que se basan en una lógica de mercado que niega a la comunidad. También existe una economía de tipo tecnocrático y gerencial que transversaliza a la sociedad.
    Sucede que estas son formas corruptas de economía que resultan de las relaciones de poder en la economía estatizada se basan en tres pilares: a) usufructo del poder, nepotismo y tráfico de influencias.
    La apuesta de los socialistas libertarios en Cuba es por una economía a escala de bajo impacto ecológico. Creemos que la política del giro comunitario radical es la alternativa ante este dilema. Hablamos de dotar a cada momento o rincón de nuestra sociedad de sentido de comunidad.

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