Sector turístico cubano vive segundo año de crisis
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) alerta que el menor flujo de turistas afectará negativamente el crecimiento económico y el empleo en la región.
Con parte de los hoteles vacíos, el tiempo se emplea en mantenimiento y pintura para mejores momentos; otros, alojan a los pocos visitantes internacionales o nacionales que regresan al país y se hospedan durante seis días de aislamiento.
Cuando a Cuba tanto le urgen los ingresos, el sector turístico tardará años en recuperarse.
Recientemente, en Varadero, el más importante balneario del país, el primer ministro cubano, Manuel Marrero, llamó a aprovechar el bajo número de clientes para trabajar en el mantenimiento de hoteles, embellecer jardines y mejorar la zona de playa, un llamado que se extiende al resto del país.
Según dijo, “podemos elevar el estándar de calidad del polo con la seguridad de que, más temprano que tarde, volverá el turismo a los niveles habituales”.
La llegada y expansión de la pandemia con el consecuente cierre de los aeropuertos de los países emisores y propios, provocó una drástica caída del turismo y el regreso a casas de miles de trabajadores del sector, cuando en la mayoría de las instalaciones solo quedaron los considerados imprescindibles.
“En meses pasados, permaneció un colectivo muy limitado, que se quedó cumpliendo las tareas que la covid-19 impuso”, destacó Jesús Rafael Torres, especialista de gestión económica en el Hotel Nacional de Cuba.
Regresar a la normalidad se ha demorado más allá de lo esperado y del plazo establecido por la legislación para recibir el 60 por ciento del salario. Ante ello, parte del personal del sector y también trabajadores de alquileres privados, acudieron a las escasas opciones de empleo disponibles, como mensajeros, ayudantes de construcción o en la campaña antivectorial.
Algunos reportes indican que en sitios como el poblado de Viñales, en Pinar del Río, altamente dependiente del turismo internacional por su alta concentración de alojamientos y restaurantes privados, algunos de los dueños de negocios se dedicaron a trabajar la tierra.
En La Habana, que acoge más del 40 por ciento de quienes visitan el país, varias instalaciones funcionan desde enero en una modalidad que establece que los clientes internacionales –y nacionales residentes en el exterior que así lo decidan– pasen una cuarentena de seis días en instalaciones turísticas.
Los primeros meses del año concentran, generalmente, la etapa alta del turismo en Cuba. En 2021, a diferencia de etapas anteriores, es muy raro ver turistas paseando por la ciudad, viajando en caravana en autos antiguos o verlos tirarse fotos en la Plaza de la Revolución.
“Se han habilitado varios hoteles, con una gama de precios amplia para brindar este servicio de alojamiento, en tanto los viajeros esperan el resultado de su segunda prueba de PCR , dijo Luis Ramiro Pino, delegado del Ministerio del Turismo en la capital cubana.
La PCR (Reacción en Cadena de la Polimerasa, por su sigla en inglés) es una prueba para detectar el virus en una muestra biológica, y se realiza en un laboratorio con equipos especializados y personal entrenado.
Como los hoteles están vacíos a lo largo del país, algunos alojan al personal de la salud que debe pasar su etapa de cuarentena, tras su rotación por la zona roja de la covid-19.
En Ciego de Ávila, indicaron fuentes locales, continuará el turismo internacional en la cayería norte avileña, sin acceso de los vacacionistas a la isla grande, mientras se analiza que las brigadas hoteleras trabajen por turnos, con posterior aislamiento.
La cayería Jardines del Rey se posiciona como el mayor receptor de vacacionistas extranjeros durante la etapa de post covid-19, a la vez que mantiene procesos inversionistas para la construcción de nuevos hoteles, según Iyolexis Correa, delegada del turismo en la provincia.
Contexto covid-19
Para preservar la salud y la seguridad de turistas y personal, Cuba desarrolla procesos de certificación de Turismo + Higiénico y Seguro (T+HS), en concordancia con lo dictaminado por las organizaciones mundiales de la Salud y el Turismo.
De acuerdo con el Ministerio del Turismo, hasta la fecha se han conferido 1.543 de estas certificaciones, que corresponden a 2.164 instalaciones de alojamiento, extrahoteleras, de apoyo y administrativas, que cumplen con los estrictos protocolos higiénico-sanitarios y de seguridad establecidos.
El protocolo para vacacionistas incluye la obligatoriedad del distanciamiento físico; aseo y desinfección de manos y superficies; controles diarios de salud y temperatura (a turistas y personal); y vigilancia clínico-epidemiológica durante la estancia en hoteles, con la presencia de médicos, enfermeras y técnicos en higiene y epidemiología, las 24 horas.
Los turistas que arriben a Cuba, además, deben poseer un PCR negativo, realizado 72 horas antes del viaje, certificado por laboratorios en los países de origen; al arribo, deberán realizarse otro PCR, libre de costo; contar con póliza de seguro que cubra la covid-19 o adquirirla a su llegada, por 30 dólares o su equivalente en otra moneda libremente convertible.
En la instalación de alojamiento, se establece el uso obligatorio de la mascarilla hasta tanto se conozca el resultado de la prueba RT-PCR en tiempo real, el segundo y sexto día de estancia.
En cada territorio operan hoteles para el aislamiento de viajeros internacionales, entre ellos, Vedado, Meliá Habana, Parque Central, Capri y Tulipán, en La Habana; Plaza, en Camagüey; Mirador de Mayabe, Holguín; Starfish Las Palmas (Varadero); Granjita y Caneyes, Villa Clara, y Versalles, Santiago de Cuba.
Alertas de CEPAL
El informe Evaluación de los efectos e impactos de la pandemia de covid-19 sobre el turismo en América Latina y el Caribe, indica que en 2019, cuba recibió 4.635.000 visitantes y las pernoctaciones en hoteles y similares habrían generado ingresos por 2.856 millones de dólares.
Como consecuencia de la pandemia, Cepal estima que entre 2020 y 2023 las pérdidas acumuladas en el turismo de las subregiones oscilarán entre 53.000 millones y 75.4 000 millones de dólares estadounidenses.
En su informe, Cepal ubica los estimados de pérdidas para Cuba en 2020 en más del 75 por ciento de los ingresos proyectados.
La comisión alerta que dada la incertidumbre que la duración de esta pandemia conlleva, se esperan pérdidas para varios años y concluye que dada su menor población y dado el peso que el turismo tiene en las economías del Caribe, esta va a ser la región relativamente más afectada.
(2021)
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