Libre Imagen, Arte y Conservación: una apuesta de desarrollo respetuosa del entorno
En la provincia cubana de Matanzas un proyecto logra su sostenibilidad en armonía con el ambiente y empleando especies forestales invasoras como el marabú.
La Habana, 14 mar.- El taller Libre Imagen, Arte y Conservación, iniciativa que integra los principios y prácticas de la permacultura con el arte y la educación popular, rescata valores naturales, históricos y artísticos de la localidad para el desarrollo armonioso de la comunidad.
Radica a poco más de 174 kilómetros de La Habana, en el Batey Mario López, de Playa Larga, en la Ciénaga de Zapata, y está a cargo de Susana Guevara Barrero, instructora de Artes Plásticas y Lázaro Ramón Sosa Morell, instructor de teatro.
Como muchos proyectos de este tipo, Libre Imagen lidió también con la búsqueda de una alternativa sostenible. Fue así que comenzaron a realizar trabajos de carpintería y artesanía en maderas de especies invasoras. De esta manera se comercializan en pinturas y grabados que conectan y resignifican valores naturales, históricos y artísticos de la localidad.
Para Guevara Barrero la principal meta del proyecto consiste en contribuir al desarrollo de la comunidad, integrada armoniosamente con la naturaleza de la Reserva de Biosfera Ciénaga de Zapata.
Nuestra visión, por su parte, es revitalizar la apreciación y creación de valores estéticos locales como la historia, la naturaleza y el arte. En la práctica integramos la visión y la meta en los procesos de trabajo.
El emprendimiento de carpintería y artesanía con maderas de especies invasoras e introducidas, como el marabú (Dichrostachys cinérea), el cayeput (Melaleuca leucadendron L.), la casuarina (Casuarina equisetifolia) y la yarúa, (Caesalpinia cubensis) ponen de manifiesto esta labor”, explica Guevara.
Las especies forestales invasoras desplazan a las plantas nativas y endémicas locales ocupando su espacio vital. Las ganancias de la carpintería y la artesanía con su madera permiten que el proyecto sostenga logísticamente los procesos de educación ambiental en la comunidad.
Como el cuidado del medio ambiente es el aspecto más significativo para el grupo de Libre Imagen, se trazan estrategias que permitan reemplazar paulatinamente con especies nativas los árboles invasores talados. Para ello emplean métodos basados en principios éticos de la permacultura: el cuidado de la tierra y las personas, la conservación del suelo, los bosques y el agua, así como la repartición justa de recursos naturales.
Vínculo con la comunidad
El vínculo con las figuras de la comunidad ocurre mediante el plan de actividades del proyecto. Las personas se integran como talleristas, facilitadores, oyentes, gestores o trabajadores. Además de brindar oportunidad laboral y capacitación, Libre Imagen asume responsabilidad en cuanto a la participación femenina.
“En la Ciénaga de Zapata convive una suerte de gremio de mujeres y hombres de ciencia, biólogos, observadores de aves, geógrafos, especialistas en ictiofauna, botánicos, artistas y maestros. Durante muchos años han realizado trabajos investigativos en los diferentes ecosistemas. Ellos facilitan y allanan los caminos hacia una cultura de la conservación y el desarrollo sostenible en la Reserva de Biosfera Ciénaga de Zapata”, argumenta Guevara.
Entre las incidencias habituales de Libre Imagen están las limpiezas del litoral, recogidas de desechos sólidos, realización de pinturas murales, cuadros de óleo y acrílico sobre lienzo, pirograbado, pintura, dibujo, talleres y charlas.
En tiempos de pandemia la dinámica bajó su ritmo y ahora abarca el diseño y la confección de señalética interpretativa de senderos creados por la Empresa para la Conservación de la Ciénaga de Zapata (ECOCIENZAP). El proyecto vuelca parte de su labor de promoción a las redes sociales, con el fin de difundir y fomentar la cultura por la conservación de la naturaleza.
Recuento
Libre Imagen, Arte y Conservación surgió hace 14 años en la Escuela de Instructores de Arte Nicolás Guillén Batista, de Camagüey, a 540 kilómetros de La Habana, y entonces no poseía este nombre.
En sus inicios aspiraba a convertirse en una compañía de teatro infantil, con elementos de educación ambiental. Poco a poco fue accionando en el enfoque ambientalista y la preparación de personas de la comunidad.
Según Lázaro Ramón Sosa Morell, los principales artífices de esta idea fueron Mario Guerrero, Oraido Brito, Saulo Antonio Fernández, Freddy Núñez, a quienes se unieron luego Leyani Caballero, Reynaldo Santana, Dignorah Millán y Rosendo Martínez.
En el verano del año 2015, de la mano del proyecto Transformaciones Comunitarias Ciénaga de Zapata, en colaboración con la oenegé suiza Zunzún y la sede del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA) en el territorio matancero, participaron en recogidas de desechos sólidos en el litoral.
Luego desarrollaron capacitaciones y enseñanza de herramientas agroecológicas a pequeños grupos de cultivadores de plantas ornamentales y artesanos de la región.
“Recibimos capacitaciones de permacultura, diseño y gestión de proyectos, biodiversidad y conservación, manejo de especies invasoras, educación popular ambiental, manejos de desechos sólidos, turismo sostenible e interpretación ambiental para guías locales”, comenta Sosa Morell, quien describe este momento como el detonante para evolucionar al concepto y nombre que tiene hoy Libre Imagen. (2021)
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