La Habana, 24 ago.- Potenciar la recuperación económica para preservar la inclusión social y la calidad de vida de las personas, persigue el Plan de Respuesta Inmediata Socioeconómica a la covid-19 que durante los próximos 18 meses implementará el Sistema de Naciones Unidas (SNU) en Cuba.

Elaborado bajo el liderazgo de la Oficina de la Coordinadora Residente, se apoya en la experticia técnica del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la participación de las 19 agencias residentes y no residentes en el país.

El plan está basado en cuatro pilares: salud, protección social y servicios básicos, respuesta económica y recuperación y respuesta macroeconómica y colaboración multilateral.

En cada uno de los pilares, este plan que defiende el enfoque ambientalmente sostenible y la reducción de vulnerabilidades existentes o nuevas, se alinea con los correspondientes Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

Desde el inicio de la epidemia, el SNU apoyó a Cuba con insumos de protección y reactivos para laboratorio, “en alrededor de 2,8 millones de dólares, entre todas las agencias, respaldando el esfuerzo nacional que ya estaba haciendo el país y que hemos visto que ha rendido grandes frutos”, declaró a la prensa local Consuelo Vidal, su coordinadora residente en la isla caribeña.

A su vez, reflexionó: “Cuba, como otros países, ha tenido que invertir muchos recursos en parar la pandemia, qué pasa con los demás servicios de salud y otros servicios sociales, que no pararon pero sí se ven afectados los presupuestos que pueden dedicar”.

Ante tal situación, dijo, es necesario un apoyo, “no solamente aquí, sino en todos los países que tuvieron que redirigir sus recursos rápidamente a parar la pandemia”.

Sectores priorizados

En el sector de la salud, el resultado que se espera es fortalecer las capacidades del sistema sanitario para continuar brindando servicios de calidad como respuesta a la pandemia y que mejore el bienestar de las personas en el contexto actual.

Los temas de interés son las capacidades del sistema de salud en el enfrentamiento a la emergencia, los programas priorizados de ese sector, con énfasis en los destinados a los grupos vulnerables y la industria médico-farmacéutica.

Y se espera apoyar la continuidad y el fortalecimiento de los servicios básicos, así como los sistemas de protección social y cuidado, para satisfacer con calidad las necesidades de los grupos más vulnerables.

Con esa mirada, se respaldará los servicios esenciales de alimentación y nutrición; la educación de niñas, niños y adolescentes; la calidad y continuidad de los servicios de agua y saneamiento y las prestaciones sociales y de cuidado, con la atención priorizada hacia los grupos vulnerables.

Este plan se propone potenciar la producción nacional y local sostenible, en particular de alimentos, favoreciendo la eficiencia de procesos, creación de empleos y la reactivación de medios de vida.

Las áreas que en ese sentido se beneficiarán serán la producción sostenible de alimentos, los encadenamientos productivos agroalimentarios, la reactivación productiva en sectores no agropecuarios, inclusión financiera, empleo, desarrollo local, informatización y energía sostenible.

Para la respuesta macroeconómica y la colaboración multilateral, la iniciativa del SNU en Cuba persigue incrementar la disponibilidad de recursos domésticos e internacionales mediante la promoción de las exportaciones, la inversión extranjera directa (IED) y el papel dinamizador de la banca nacional.

En ese ámbito, se enfatizará en el financiamiento externo, el sector bancario y el financiamiento interno.

De acuerdo con Vidal, el SNU está tratando de trabajar para que haya una equidad en el acceso en la disponibilidad de lo que se necesita en insumos médicos y es parte de nuestra función en Cuba.

El pasado 13 de agosto, Vidal y Rodrigo Malmierca, ministro cubano de Comercio Exterior e Inversión Extranjera, suscribieron el Marco de Cooperación de Naciones Unidas en Cuba para ciclo de cooperación 2020-2024.

Este documento es considerado un instrumento esencial para la planificación e implementación de las actividades de desarrollo de Naciones Unidas en cada país y un compromiso para apoyar los esfuerzos por la implementación de la Agenda 2030 y sus 17 ODS.

El Marco de Cooperación incorpora también acciones de apoyo al enfrentamiento a la covid-19, que ha impactado negativamente sobre los sistemas de salud, protección social y las economías de todo el mundo. (2020)