La Habana, 19 jul.- Parlamentarios cubanos analizaron esta semana los indicadores de salud materno-infantil en el país, a partir de un esfuerzo intersectorial para prevenir y tratar problemas como anemia, desnutrición, infecciones, embarazo adolescente y bajo peso al nacer.

Según la doctora Catherine Chibás, jefa nacional del Programa de Atención Materno-Infantil (PAMI), del Ministerio de Salud, se registra una disminución de la tasa de mortalidad infantil (7,4 por cada 1000 nacidos vivos) durante el primer semestre del año.

El informe presentado por Chibás ante miembros de la Asamblea Nacional del Poder Popular (parlamento), el pasado dia 16, en reuniones previas al inicio del actual período ordinario de sesiones que transcurre del 17 al 20 de julio, compara los resultados del primer semestre del 2023 y el mismo periodo del año en curso.

De acuerdo con la funcionaria, aunque disminuyó la tasa de mortalidad infantil respecto al año anterior, que fue de 7,9 por cada 1000 nacidos vivos, “los avances logrados no deben ser motivo de complacencia, sino de un mayor compromiso”.

Hasta el 11 de julio del 2024 se contaban 34 648 nacidos vivos, 8157 menos que los reportados hasta esa fecha del 2023. Además, el número de defunciones en menores de un año decreció de 340 a 258, según el informe.

La fuente también indicó que la tasa de mortalidad materna se redujo de 42,1 a 37,5 por cada 100 000 nacidos vivos. Las  causas fundamentales incluyen muertes por embarazos ectópicos, complicaciones de eclampsia y preeclampsia e infecciones puerperales.

A juicio de Chibás, “el trabajo intersectorial y el compromiso de toda la población son fundamentales para mantener y mejorar los indicadores de salud materno-infantil en Cuba”.

Acciones del sector de la salud

Sobre la “intervención y evaluación exhaustiva” que realizó el Ministerio de Salud durante el primer semestre de 2024, el informe precisó que abarcó al 92 % de las gestantes y al 97 % de niñas y niños lactantes, con el propósito de identificar riesgos relevantes y adoptar medidas correctivas “por la vía de acciones intra- e intersectoriales”.

El proceso, que contó con la participación de equipos evaluadores de salud en provincias y municipios, permitió realizar acciones asistenciales, sociales, metodológicas, docentes y de control. Y finalizó con el Taller Nacional del PAMI, dijo Chibás.

Asimismo informó que un equipo de atención médica, higiene y epidemiología en la actualidad “visita las maternidades provinciales y los hospitales pediátricos, discutiendo casos, realizando evaluaciones integrales de las neonatologías, salas de partos, cuidados perinatales, terapias intensivas pediátricas y salas de pediatría con menores de un año”.

La jefa nacional del PAMI explicó que el país cuenta con 161 hogares maternos, algunos de ellos en reparación, y 3873 camas disponibles para brindar servicios de salud materno-infantil. No obstante, señaló que 35 municipios aún no disponen de hogares maternos.

Soluciones y necesidades

Como soluciones más significativas se mencionaron el envío de cunas para los lactantes en varias provincias y el reforzamiento de la alimentación de 19 046 gestantes, entre ellas las ingresadas en hogares maternos.

Al evaluar las necesidades insatisfechas, Chibás reconoció los retrasos en la distribución de productos lácteos para madres con déficit de hierro y calcio, así como las dificultades en la producción de medicamentos para combatir la anemia.

También indicó que se debe fortalecer el apoyo alimentario a niñas, niños y embarazadas desnutridos, además de establecer un plan especial de atención integral coordinado por el sector de la agricultura para el personal médico y de enfermería vinculado al PAMI.

Citó otras insuficiencias en la reparación de instituciones, la atención a los trabajadores de salud en sus territorios, los incumplimientos de la industria en la entrega de fármacos y reactivos necesarios para garantizar la atención a las principales causas de morbilidad y mortalidad que afectan la salud materno-infantil.

A lo anterior sumó las escasas ventas de módulos de pañales, almohadillas, toallas húmedas y artículos de aseo para embarazadas en varias provincias.

Por su parte, el ministro de Salud Pública, José Ángel Portal, consideró “desafíos internos que deben ser abordados, como la preparación de cuadros jóvenes, la capacitación de algunos profesionales y los efectos de la migración de especialistas que estaban directamente vinculados al PAMI”.

En tal sentido, resaltó: “este programa mide el desarrollo social, por lo tanto, tenemos que seguir trabajándolo con mucha intensidad”. (2024)