La Habana, 24 sep.- El proyecto Uniformes para todes, liderado por Verde Gil, estudiante de Comunicación Social en la Universidad Marta Abreu y vicecoordinador de la Red Transcuba en Villa Clara, busca ampliar sus acciones educativas y de sensibilización en el reclamo de prendas reglamentarias sin estereotipos de género en las escuelas de la nación caribeña.

“Nos sentimos muy mal recorriendo todos los niveles de enseñanza con un vestuario obligatorio, que no está acorde con nuestra identidad y personalidad. Por eso, tenemos un reclamo explícito para el Ministerio de Educación (Mined) en cuanto al diseño y la confección de piezas inclusivas y con menos pautas sexistas en el uso del uniforme”, refirió Gil.

Este proyecto salió al ciberespacio el 31 de mayo pasado, Día de la Visibilidad Trans, a través de fotos de una pluralidad de jóvenes. Cada quien vistió prendas que en su momento no pudo usar, debido a las regulaciones binarias que existen en los centros educativos, resaltaron las publicaciones.

Sensibilizar a todes

La publicación on line suscitó un gran debate entre quienes comprenden y aprueban la necesidad de flexibilizar el uso de estas ropas y quienes no comparten esa idea.

No obstante, participantes en la iniciativa consideraron como huella positiva que algunas personas empaticen y sientan el deseo de opinar a favor de ese cambio, al menos de manera informal.

“Parte del impacto del post estuvo en recibir comentarios de personas cercanas al estudiantado, como el de Jennifer Bello, expresidenta nacional de la Federación Estudiantil Universitaria”, destacó Gil.

A su juicio, “el hecho de que alguien que investiga cómo mejorar el sistema educativo se ocupe de solicitar una información más precisa sobre las propuestas abre una puerta al diálogo y una mirada más prometedora”.

Una de las motivaciones de la acción fue el reciente cambio de los uniformes en los distintos niveles de enseñanza en la isla. Al respecto, Gil valoró lo oportuno que sería que las personas pudieran elegir las prendas con las que se sientan más cómodas o identificadas.

“No se trata de forzar a nadie, sencillamente es una cuestión de elección personal, que a veces ni siquiera conecta con identidades trans, pues muchas chicas prefieren llevar chores y pantalones en su día a día, antes que sayas”, argumentó.

Aunque protagonizaron el reclamo personas trans masculinas, este incluye a toda la comunidad trans del país, con énfasis en niñas, niños y adolescentes, mientras intenta también sensibilizar a las familias y al personal docente.

Según Gil, en Cuba existen las competencias y la sensibilidad indicadas para crear uniformes estudiantiles y laborales de carácter unisex, que podrían salir de colaboraciones y alianzas entre el Instituto Superior de Diseño y profesionales de la moda.

Otras acciones

Como continuidad a Uniformes para todes, está prevista una actividad con la Asociación Internacional de Teatro para la infancia y la juventud, a través de su coordinador en Villa Clara, Wilfredo Rodríguez Álvarez, director del grupo Dripy.

“Pensamos llevar a las tablas, en formato de títeres, el libro Picuala, de Elaine Vilar Madruga. La obra habla de un trans masculino en un espacio escolar donde vive el conflicto con el uniforme. Presentar una pieza con calidad, desde la mirada participativa, sería un proceso educativo tanto para el elenco como para quienes consuman este producto artístico”, confirmó Gil.

Datos de organizaciones internacionales sostienen que la comunidad trans es una de las más expuestas al bullying y a la discriminación en el contexto escolar. De ahí que, como valora el grupo promotor de Uniformes para todes en Cuba, la libre elección de prendas que emplear del vestuario estudiantil sería una razón menos para poner en situación de vulnerabilidad a personas trans.

A la vez, consideran, mostraría un sistema educativo nacional más diverso e inclusivo. (2022)