La Habana, 17 nov.- “Aparte de las prácticas en la escuela, visitamos lugares y proyectos. PROFET me fue útil para aprender del oficio y me ha servido para la vida. Aunque realmente no nos informaron sobre el proyecto en la escuela”, comenta Alain Quintela sobre la iniciativa de formación técnico-profesional que concluye en diciembre.

Residente en La Habana, el joven egresado de la especialidad de construcción civil en el Instituto Politécnico José Martí es uno de los beneficiarios del Programa de formación profesional de los jóvenes y trabajadores en la educación técnica y profesional en especialidades seleccionados para su inserción al empleo (PROFET).

Implementado desde 2019 por la Dirección Nacional de la Educación Técnica y Profesional del Ministerio de Educación de Cuba y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), cuenta con el apoyo de la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación (Cosude).

PROFET tiene como objetivo potenciar el acceso al empleo de jóvenes de la Enseñanza Técnico-Profesional (ETP) para hacer de este nivel educativo un dinamizador del crecimiento y desarrollo del país, indica el documento rector del proyecto.

Entre sus objetivos se incluyen el aumento de la calidad de los servicios educacionales, el fortalecimiento de la inclusión de grupos vulnerables y la articulación de los institutos docentes con entidades laborales.

De acuerdo con la fuente, las metas del PROFET se alinean con la actualización del modelo económico cubano, a favor del desarrollo local, al contemplar territorios y sectores priorizados por las autoridades de las provincias y municipios.

En ese sentido, el programa se enfoca hacia sectores estratégicos como la construcción, la producción agropecuaria, las comunicaciones y el transporte, entre otros.

Resultados concretos

Los resultados del programa abarcan la instalación de laboratorios, aulas especializadas e instrumentos en los centros politécnicos, además de modificaciones curriculares para complementar la docencia, asegura el Informe Final de la Fase I de PROFET.

También menciona el texto que, con el apoyo de Cosude, se realizaron cursos de intercambio de experiencias entre el personal docente y profesionales de Suiza. Otras acciones relevantes citadas son el fortalecimiento de la formación vocacional en estudiantes de Secundaria Básica y jóvenes que cursan especialidades de la ETP.

De igual modo se asegura que existe una mejora en la preparación técnico-profesional de los estudiantes en sus puestos laborales.

Por otra parte, los estudios que ejecuta el Observatorio Social y Laboral, creado por PROFET junto al Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, permiten “monitorear la calidad del desempeño laboral de las personas egresadas de la ETP”, afirma una publicación del PNUD.

Acerca de las lecciones de esta experiencia, Eduardo Ávila Rumayor, coordinador de proyectos de gobernabilidad y transformación productiva del PNUD Cuba, resume en un artículo las siguientes:

• Vincular la docencia y la producción para dinamizar el aprendizaje y la economía local.
• Promover alianzas entre la escuela y los nuevos actores económicos del territorio, con producciones cooperadas con las mipymes.
• Incentivar la producción desde los institutos politécnicos, que fomente el autofinanciamiento de los centros educativos.

Extensión del proyecto y dificultades

Primero con vigencia hasta junio de 2023, pero extendido a diciembre de 2024, PROFET se desarrolla en 53 Centros de Estudios Politécnicos de 36 municipios.

Además de apoyar la recuperación de la ETP por el impacto de la covid, incluye entre sus logros el desarrollo de la primera Feria Nacional de Conocimientos y Habilidades de la Educación Técnica Profesional, en 2023.

Asimismo, a la iniciativa que promueve la inclusión de grupos sociales vulnerables, como las mujeres, estigmatizados en algunas profesiones, se le debe la publicación del manual Estrategia de Género e Inclusión para la ETP.

No obstante su impacto positivo, algunos análisis revelan problemas en la ejecución de del programa de formación técnico-profesional.

El artículo Percepciones sociales de jóvenes beneficiarios sobre el proyecto PROFET, que reseña estudios en dos institutos tecnológicos de La Habana, concluye: “Prácticamente, la totalidad de los jóvenes alega estar participando desde una posición pasiva”.

A juicio de la autora del texto, Lucia Calabuche, lo anterior evidencia la falta de una política comunicativa que llegue efectivamente a cada estudiante. Reconoce también que existen trabas para el desarrollo orgánico de la colaboración entre instituciones estatales y no estatales.

Al respecto aconseja “concretar vínculos locales intersectoriales (educativo/laboral/gubernamental) viables y funcionales, que traspasen el carácter formal y burocrático que ha estado presente” en PROFET. (2024)