La Habana, 6 ago.- A un año del primer encuentro, las Embajadoras de Copas, un equipo de voluntariado para desterrar tabúes y multiplicar el conocimiento sobre el uso de este dispositivo para personas menstruantes, sus beneficios para la economía personal y el medio ambiente, compartieron experiencias, buenas prácticas y recomendaciones.

En el espacio Oasis Nelva, en el Centro Histórico de La Habana, la cita se propuso motivar a quienes se integran para mantener la iniciativa, conocer elementos de la metodología de la Educación Popular y herramientas que pueden ser útiles para realizar talleres.

Formado por un grupo de mujeres de diversas edades y ámbitos, las Embajadoras de Copas realizan y participan en talleres donde se abordan temas como la menstruación, cómo esta continúa siendo un tabú en no pocos espacios y familias, los mandatos de género y las características de las copas menstruales.

Miradas diversas

En el encuentro, realizado con la colaboración de la Embajada del Reino de los Países Bajos en La Habana, se intercambió sobre metodologías, deconstrucción de mandatos patriarcales y culturales, la importancia de escuchar y respetar la diversidad de cuerpos, criterios, contextos y subjetividades y las técnicas participativas en apoyo a los talleres.

Se compartieron las vivencias de las sesiones, a partir de las cuales se toman experiencias que permiten corregir alguna falla en otros encuentros y que sean mejores. De igual modo, se insistió en la necesidad de abordar el aspecto medioambiental y la reducción de desechos con el uso de las copas y de las almohadillas de tela.

“Para muchas muchachas, el proceso menstrual aún es tabú, el uso de la copa es una elección, algo personal, que trasciende el sistema de salud”, destacó Elizabeth Marrero, quien recomendó tener en cuenta el lenguaje “porque los cuerpos, al ser diferentes, transfieren otra información desde lo físico y lo sexual”.

Según su experiencia, en ocasiones resulta complejo hablar sobre las tallas y debe deconstruirse ese concepto masculino de que las mujeres son anchas o estrechas.

El joven médico Alejandro Matos señaló que desde la medicina se debe orientar y no imponer y “en el caso de las copas, sobre lo que no hay conocimiento, sería bueno llegar a las comunidades para que los médicos de familia sepan los beneficios que pueden traer para una mujer, incluso desde el punto de vista económico”.

Propuso que luego de introducir el tema al hacer énfasis en la manera de ahorrar se podría hablar “de todas las cosas que las embajadoras defienden como una filosofía de vida”.

Talleres

Por otra parte, quienes impartieron el taller de copas en Topes de Collantes, Sancti Spíritus, provincia central cubana, resaltaron la participación sobre todo de mujeres mayores, que pidieron esos dispositivos para sus hijas y nietas.

Day Martínez, diseñadora y encargada de impartir talleres en varias provincias, contrastó que en La Habana predominan asistentes jóvenes, pero en otros lugares acuden más personas mayores de 35 años.

“Como aprendizaje, al entregar las copas, cada persona practica el doblaje que se hace para introducirlas, eso da más confianza. Después de cada taller creo un grupo de WhatsApp para intercambiar inquietudes y aprendizajes”, comentó.

En el taller de la Quinta de los Molinos, agregó, fue hasta un muchacho para recibir una copa para su novia y aunque “siempre hay caras escépticas, estar en el taller y escuchar las historias contribuye a cambiar eso”.

Por su parte, para Sandra Sotolongo, del proyecto InSurGentes, trabajar en talleres con hombres “resulta enriquecedor por las interesantes preguntas que hacen”.

Desde la educación popular

La educación popular, destacó Marbelis González, de Tercer Paraíso, “es el cuerpo metodológico que recomendamos para los talleres sobre la copa menstrual, para crear espacios seguros, diversos y de aprendizajes, donde prime el diálogo y la sororidad.

Entre las recomendaciones para construir colectivamente el conocimiento, mencionó la coherencia en los temas, la adecuada utilización de las técnicas participativas, la búsqueda de la sintonía entre las expectativas de participantes y los objetivos del taller y la importancia de propiciar espacios de reflexión y análisis.

También se aconsejó tener flexibilidad para hacer readecuaciones al diseño del taller y enfrentar eventualidades, tratar asuntos de interés colectivo y contextualizados y tomar en cuenta el saber de todas y todos.

Copas para Cuba surgió en 2021 como iniciativa de La Mina y la Embajada Rebirth Tercer Paraíso Cuba, gracias a donaciones de personas en Alemania y el apoyo puntual de la embajada de ese país en la nación caribeña. Con posterioridad, se recibieron copas de diferentes donantes y proyectos, que se reparten gratuitamente en los talleres. (2023)