Villa Primada de Cuba aspira a ciudad creativa de la gastronomía
Con más de 150 platos autóctonos, algunos casi desconocidos, Baracoa prepara su expediente para presentarlo a la Unesco

El bacán es una especie de tamal de plátano, un plato típico de Baracoa.
Foto: Tomada del Facebook de la Oficina del Conservador de Baracoa
La Habana, 25 dic.- La ciudad primada de Cuba, la villa de Nuestra Señora de la Asunción de Baracoa, cuna de platos casi desconocidos como el tetí, el bacán, el frangollo, el chorote, el guanimo y el palmito, aspira a convertirse en ciudad creativa de la gastronomía.
“Baracoa es el lugar que más platos típicos tiene en Cuba y vamos a proyectar el expediente como ciudad creativa de la gastronomía, para lo cual tiene todas las condiciones”, reveló el director de la Oficina del Conservador de la Villa Primada, Alejandro Hartman.
Para el especialista, esta es “una ciudad mágica en todos los sentidos y tiene una gastronomía especial, distintiva y irrepetible. Tenemos más de 150 platos que son propios y únicos”.
Según anunció, se pretende presentar el expediente a la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
A juicio del historiador, esa intención exige “el concurso de todos, principalmente de las comunidades como actores fundamentales, donde la cultura popular y la tradición culinaria tienen su mayor arraigo”.
Baracoa fue el primer asentamiento fundado en Cuba, el 15 de agosto de 1511, por el almirante español Diego Velázquez y, como otras urbes cubanas, integra la Red de Oficinas del Conservador y del Historiador de las ciudades patrimoniales.
En la nación caribeña, Trinidad posee la condición de ciudad creativa de la artesanía, mientras que La Habana y Santiago de Cuba son reconocidas como ciudades creativas de la música.
Cocina viva
Según Hartmann, no se trata de un rescate, “esos platos son vivencia cotidiana, degustación de todos los días, que está en el corazón de los baracoanos, baracoesos o los primados, como nos llamó el historiador Eusebio Leal”.
Además, explicó que cualquier persona de esa villa conoce que el bacán es una especie de tamal de plátano, con leche de coco, con cangrejo o sin cangrejo, que se envuelve en una hoja de plátano.
“También tenemos el tetí, un pececillo transparente que entra por la desembocadura de los ríos de Baracoa -36 no contaminados-, único de su tipo para el Caribe y para el mundo”, apuntó.
Por otra parte, mencionó que en todas las casas se toma chorote, elaborado a partir de la bola o el polvo de cacao, con leche de coco, y en ocasiones con harina de maíz o trigo.
Esta bebida típica de Baracoa “se diferencia de lo que se toma en el resto de las ciudades cubanas”, dijo.
De camino al expediente
Como uno de los pasos para alcanzar el reconocimiento, del 11 al 14 de diciembre se desarrolló en la villa el Primer Simposio de Gastronomía Cubana, auspiciado por la Federación Culinaria de Cuba y las asociaciones culinarias de Baracoa, Guantánamo y otras provincias.
El objetivo, declaró Hartman, fue tener una confrontación de platos nacionales y mostrar las potencialidades gastronómicas “exclusivas, irrepetibles y únicas de Baracoa”.
Este primer encuentro incluyó conferencias acerca de la gastronomía de Baracoa y de otras provincias, la presentación del libro Raíces vivas de la cocina cubana, de Javier Lafita, y la confección de platos representativos de las cocinas regionales.
Ciudades creativas
La Red de Ciudades Creativas de la Unesco se creó en 2004, para promover la cooperación hacia y entre las ciudades que identifiquen la creatividad como factor estratégico del desarrollo urbano sostenible.
Esa organización cubre siete ámbitos creativos: artesanía y artes populares, artes digitales, cine, diseño, gastronomía, literatura y música.
Actualmente la conforman 180 ciudades que trabajan con un objetivo común: posicionar la creatividad y las industrias culturales en el centro de su plan de desarrollo local y cooperar activamente a nivel internacional.
Al unirse a la red, se comprometen a compartir sus buenas prácticas y a desarrollar vínculos que asocien a los sectores público y privado y a la sociedad civil, para reforzar la creación, la producción, la distribución y la difusión de actividades, bienes y servicios culturales, desarrollar polos de creatividad e innovación y aumentar las oportunidades del sector cultural.
A su vez, se enfocan en mejorar el acceso y la participación en la vida cultural, en particular en beneficio de grupos desfavorecidos y personas vulnerables. (2022)
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