La Habana, 30 jul.-  El proyecto Cuba Posible, del  no gubernamental Centro Cristiano de Reflexión y Diálogo-Cuba,- CCRD-C- entregó este miércoles al cantautor Silvio Rodríguez el  premio por el servicio a la nación Monseñor Carlos Manuel de Céspedes, concedido a su iniciativa “Gira del colectivo Ojalá por los Barrios”.

Se trata de la primera edición de ese galardón, lanzado con motivo del primer aniversario del fallecimiento del sacerdote cubano (1936-2014), para resaltar la labor de “personas e instituciones que han contribuido a la promoción de los valores humanísticos, al diálogo como metodología para toda gestión social y al patriotismo como virtud nacional”.

La distinción resalta la capacidad de la iniciativa encabezada por Rodríguez para hacer participar a un número amplio de personas e instituciones, la profundidad cultural de su propuesta y la calidad moral con que ha dialogado con sus públicos. La también llamada “gira interminable” incluye conciertos en comunidades con difícil acceso a los teatros y grandes centros culturales.

El premio “no solo se dirige a la obra artística de Silvio y de Ojalá, sino también a la elección de ponerla a dialogar —compartiéndola entre muchos, y con los mismos formatos con que se presenta en los escenarios más selectivos del mundo— con el tejido popular de la nación: los barrios de Cuba”, expresa el escrito que sustenta la entrega del galardón.

En breve ceremonia realizada en los estudios Ojalá, el trovador recibió a nombre de su colectivo de trabajo un ramo de flores blancas y un cuadro con la imagen del sacerdote y prestigioso intelectual cubano Carlos Manuel de Céspedes, quien siempre se mantuvo fiel a sus dos pasiones: Cuba y la Iglesia, según resaltó el sociólogo Aurelio Alonso.

A su vez, en un mensaje enviado para la ocasión, Roberto Veiga, coordinador general de Cuba Posible, definió este proyecto como un laboratorio de ideas que contribuye al debate sobre los temas medulares de la vida nacional, promueve las ideas y propuestas de toda su diversidad social y procura que se relacionen positivamente, compartan el país y lo construyan juntos.

“En este empeño presentamos los anhelos y las esperanzas de los sectores que, de alguna manera, se consideran diferentes y aspiran a reforzar las circunstancias que puedan equipararlos socialmente. Me refiero, por ejemplo, a la llamada diversidad de razas, de género, de cultura, de condiciones socio-económicas”, agregó.

Veiga insistió luego en que Cuba Posible también da espacio “a la diversidad de ideas, incluso a la pluralidad política. Sin embargo, sólo tienen y tendrán cabida aquellas ideas y posiciones políticas que respetan la diversidad pero a su vez defiendan radicalmente la igualdad. Un criterio encaminado a desarrollar asimetrías innecesarias, injustas, nunca tendrá espacio en nuestro quehacer”, subrayó.

Ante eventuales críticas por aceptar un premio de una entidad no reconocida oficialmente, Rodríguez consideró que para él (recibirlo) resulta algo natural. “Para mi es natural que la sociedad evolucione y para mi es natural seguir trabajando  (….)  Yo estoy haciendo lo mismo que hacía antes del inicio de la gira”, indicó.

El trovador agradeció especialmente la distinción a Rita María García, directora del CCRD-C, Lenier González, vicecoordinador del proyecto y los intelectuales Julio César Guanche y Aurelio Alonso, integrantes del Consejo de Dirección, quienes asistieron a la entrega (2015).