Cuba concertó con Japón otro paso importante en su estrategia de ordenar las cuentas externas y recuperar la credibilidad financiera internacional. Ambos países firmaron esta semana un acuerdo para regularizar la deuda cubana con esta potencia asiática, que se aproximaba a 180.000 millones de yenes o 1.750 millones de dólares.

Mediante el convenio, Tokio le condonó a La Habana unos dos tercios del débito total de mediano y largo plazo. De esta manera, la mayor de las Antillas queda exenta del pago de unos 120.000 millones de yenes o 1,17 millones de dólares, según reportes de la prensa nipona. Normalizó así su deuda con 13 de los 14 países que integran el Grupo del Club de París, noticia que representa un alivio para Cuba en un año que se presenta gris para el crecimiento de su economía.

El reciente acuerdo financiero, que firmaron el vicepresidente cubano y ministro de Economía, Ricardo Cabrisas, y el embajador de Japón en La Habana, Maseru Watanabe, se anticipó a la visita a Cuba del Primer Ministro nipón, Shinzo Abe,  a partir del 22 de septiembre.

El Gobierno cubano había conseguido en diciembre del año pasado un acuerdo con los países acreedores del Club de París para reestructurar una deuda total de 11.100 millones de dólares. Antes de regularizar sus obligaciones con Japón, La Habana dio este año pasos similares con España, Austria, Francia, Holanda, Reino Unido, Italia, Dinamarca, Australia, Finlandia, Suecia, Suiza y Bélgica.

Mediante el convenio con el Club de París, ese grupo de países acreedores le condonaron a Cuba alrededor de 8.500 millones de dólares acumulados por concepto de intereses, mientras el gobierno de Raúl Castro se comprometió a pagar en un plazo de 18 años los 2.600 millones de dólares del principal.

Las autoridades cubanas, que han logrado reestructuraciones de deudas también con China, México y Rusia, manifestaron su confianza en que el acuerdo con Japón abrirá vías de financiamiento a proyectos vinculados con los planes de desarrollo del país.

Ambos gobiernos han declarado su interés de ampliar las relaciones comerciales bilaterales en campos como la medicina y la industria farmacéutica y de equipos médicos. La regularización de la deuda elimina una sombra.

Bajo el mandato de Raúl Castro, el gobierno cubano ha desarrollado una intensa labor de ordenamiento de sus finanzas externas, con el objetivo de ganar credibilidad internacional, mientras adopta políticas y normas legales para animar las inversiones extranjeras como vía para acceder al capital y la tecnología que necesita esta nación caribeña.

Desde la orilla de los acreedores también ha aumentado el interés por ordenar las cuentas cubanas desde que este país emprendió con Estados Unidos un diálogo para reestablecer relaciones diplomáticas y normalizar las relaciones. (2016).