La Habana, 2 dic.- El 5to Encuentro de Mujeres Empresarias y Emprendedoras en la Música, no solo visibilizó el talento femenino en esta rama del arte, sino también fomentó una reflexión colectiva sobre la equidad, la creación artística y la sostenibilidad de las propuestas culturales lideradas por mujeres en Cuba.

Esta iniciativa coordinada por la Empresa de Grabaciones y Ediciones Musicales (EGREM) del 20 al 30 de noviembre, nació en 2019 con la idea de ofrecer un espacio de pensamiento y acción para las mujeres que lideran proyectos musicales en la Mayor de las Antillas.

A lo largo de los años ha trabajado en fuertes objetivos, como contrarrestar las desigualdades de género que persisten en las industrias culturales y promover la construcción de redes de apoyo que permitan la cooperación entre las creadoras, productoras, gestoras y empresarias del sector musical.

La música, tradicionalmente considerada un espacio masculino, es uno de los sectores donde más se evidencian las brechas de género. Aunque las mujeres representan una gran parte del talento creativo, su representación en los espacios de liderazgo sigue siendo limitada, y su visibilidad se relega a roles secundarios o de apoyo.

Esta quinta edición ha sido particularmente significativa porque el marco de la jornada en que se desarrolla abarca el Día de la Mujer Emprendedora, el Día Internacional de la Música y el Día Naranja, jornada que promueve la eliminación de la violencia contra las mujeres y niñas.

Especialistas en este tema refieren que la situación se agrava cuando se trata de las áreas de producción, distribución y gestión empresarial dentro de la industria musical. Es en este contexto que el Encuentro de Mujeres Empresarias y Emprendedoras en la Música se convierte en una respuesta crucial.

La nueva edición no solo analizó el estado actual de la música en Cuba, sino también las barreras que aún enfrentan las mujeres para acceder a la toma de decisiones en este sector y en otros del panorama cultural. Este cuestionamiento se aborda a través de espacios de intercambio de ideas y como terreno fértil para nuevas alianzas.

Inicio de la ruta

El día 20 de noviembre marcó la jornada inaugural en la capital cubana. La Casa de las Tejas Verdes se convirtió en un punto neurálgico de la creatividad femenina albergando actividades de alto impacto.

Como eje central sesionaron tres paneles para dialogar sobre la creación, las visiones y oportunidades con equidad desde la cooperación internacional, así como para exponer experiencias locales lideradas por mujeres.

En estos espacios participaron emprendedoras con diversos roles dentro del universo cultural en su amplio sentido. Janette Brossard, vicepresidenta de la Asociación de Artistas de la Plástica de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, presentó el Primer Concurso Nacional de Gráfica Expandida, un espacio donde se desempeña como  organizadora general.

Figuran dentro de las presentaciones la Red Cubana de Mujeres Emprendedoras, por la coordinadora Katia Pérez. También el proyecto MEM “Música es Mujer”, a cargo de la cantante y directora Hera de Cuba, quien ofreció una intervención sobre el impacto de las mujeres en la música cubana contemporánea.

El audiovisual también estuvo dentro de la cita con la presentación del proyecto “Linterna Violeta”, una propuesta de la cineasta y artista plástica Ivette Ávila, donde a través del discurso audiovisual aborda temas como la violencia de género, los ciclos de la violencia, el abuso sexual infantil y la hipersexualización de las infancias.

“Estoy muy feliz de haber coincidido con este grupo de mujeres del ámbito de la música y de las artes todas. Lo mejor del día fue la oportunidad de crear alianzas, potenciar y desarrollar nuevas colaboraciones entre nosotras a partir de esta experiencia”, afirmó Ávila.

Asimismo, proyectos como el Centro Cultural La Manigua, que apoya la inserción de mujeres carpinteras y herreras, presentaron sus iniciativas de empoderamiento a través de la cultura.

Destacó además la presentación del proyecto social “Mi niña imaginada”, una extensión de la esencia humana de dos grandes artistas: Ada Elba Pérez y Liuba María Hevia, quienes hace muchos años aprovechaban sus giras nacionales para hacer un trabajo social a través de la música.

“Hoy Mi niña imaginada tiene esa condición y busca los espacios para con la música y las artes plásticas llegar hasta los niños más necesitados, aquellos que no pueden ir a los teatros o sencillamente disfrutar de un entorno cultural. Por eso visitamos hospitales, hogares de niños sin amparo filial, comunidades intrincadas e incluso hogares de ancianos”, explica Yeney González, artista de la plástica y manager de la cantautora Liuba María Hevia.

Más allá de las presentaciones formales, el Encuentro se destacó por la interacción entre las participantes. Mujeres de diferentes edades, orígenes y trayectorias profesionales intercambiaron experiencias en un ambiente de colaboración y aprendizaje mutuo.

Sin dudas el encuentro ofreció herramientas clave para el fortalecimiento de los emprendimientos liderados por mujeres, quienes en su mayoría aún enfrentan obstáculos significativos en términos de financiación, visibilidad y acceso a redes de distribución.

Experiencias creativas

Uno de los aciertos de esta quinta edición del evento fue expandirse a otras provincias. La cita alcanzó  carácter nacional con un programa que cruzó las fronteras de la capital para extenderse a la región oriental del país.

Con el paso por ciudades como Artemisa, Camagüey y Santiago de Cuba, el Encuentro subrayó la importancia de la descentralización cultural en la isla. En Camagüey, por ejemplo, el programa incluyó una serie de presentaciones de agrupaciones como Maravillas de Florida, Ritmo Moderna y Desandann, las cuales representan una parte importante de la escena musical femenina en la región.

Asimismo, en los emblemáticos Estudios Caonao de la Egrem, sesionó un taller sobre creación colaborativa y emprendimiento, con profesoras de la Cátedra de Música y Sonido de la filial de la Universidad de las Artes en la provincia.

Con su expansión hacia otras provincias y su enfoque en la creación de redes y alianzas, la quinta edición del evento representa un paso importante en la construcción de un ecosistema cultural donde las mujeres son protagonistas no solo de la creación artística, sino también del cambio social en Cuba. (2025)