Recientemente se inauguró en La Habana un sui géneris espacio de comida argentina. El sitio, ubicado en Miramar, no solo sorprende por sus ofertas de platos típicos de ese país latinoamericano, sino por combinar, excelentemente, el arte culinario con el visual.

Se trata de una muestra de fotografía permanente del joven fotógrafo Kaloian Santos Cabrera.

¿De qué va esta exposición?

Unos amigos cubanos, junto a una argentina, pensaron en abrir un pequeño restaurante de comida típica; pero intentando trascender la mera cuestión comestible. Me expresaron que les gustaría los acompañara en una suerte de restos de galería. Y aquí está.

Trabajé entonces con las imágenes de La argentina que yo sentí, una exposición que hice tras mi primer viaje, un periplo pensado para dos meses y realizado en ocho, por lo cual pude viajar bastante y captar lo diferente que son el Norte y el Sur de una misma nación. Todo el material resultó ser una interpretación de una Argentina que me sorprendió pues no era ni Messi, ni Caminito, ni el Obelisco, sino algo mucho más profundo, más conmovedor…

Hace cinco años de aquella exposición, pensada para mostrarla en La Habana, y obviamente ahora soy otro. Me propuse reeditar aquella manera de expresarme, más apegada a lo turístico, actualizándola con otras imágenes. Sin embargo, no deja de ser una exposición documental, pues mi perfil netamente es periodístico, aunque vinculando siempre la idea entre el arte y la fotografía.

Cómo has expresado, algunas de las fotos integran la muestra La Argentina que yo sentí y otras han sido tomadas en momentos posteriores. ¿Cuál fue el criterio de selección de las piezas?

En esta ocasión, la hice pensando en el lugar, en cómo distribuiríamos las imágenes para crear una especie de pinceladas de ese contenido que propongo a los espectadores.

Por ejemplo, una de los hinchas gritando un gol al club de fútbol Gimnasia Esgrima La Plata, donde vivo. Es un club de primera división pero que no tiene títulos; esto lo dignifica pues es su gente la que lo hace grande. Por eso la idea es mostrar a esas personas, no a los jugadores.

Hay también un paisaje del Norte, el cerro de los siete colores; y otro de los lagos del Sur.

Por otra parte, me pareció oportuna la constancia gráfica de oportunidades exclusivas en las que he podido estar, como el encuentro entre Fito Páez y X Alfonso, y el de Silvio Rodríguez junto a Maradona.

Traje otra foto que se refiere al Tango, no al tradicional, sino con la Fernández Fierro, que aunque no dejan de recrear este género, lo hacen muy a lo heavy metal. Tipos con rastas, todo muy contemporáneo.

De manera general, la muestra tiene de lo que se puede ver en Argentina pero que no es costumbre.

¿Por qué exponer en este sitio, tan distinto a los circuitos tradicionales como las galerías de arte?

Siempre trato de exponer fuera de los circuitos tradicionales. Sé que estas fotos las verán aquí más personas porque son las que pasan o vienen a comer. Si estuvieran un mes en una galería no sería igual.

Me ha sucedido ya. Fui mucho más feliz y tuve más intercambio antes de concretar el libro con las banderas cubanas que una vez terminado. Recuerdo que las fotografías estuvieron cerca de un año rotando en fábricas, escuelas, hospitales, en una feria de artesanía…. Y fuera de las galerías funcionó mejor.

Soy de los que piensa que hay que romper con estos esquemas, porque a fin de cuentas mis fotos son evidencias de la vida cotidiana de aquí, allá, o de donde me encuentre; no pertenecen a un circuito elitista integrado por la familia, los amigos, y algún que otro crítico.

Por eso siempre afirmo que no me interesan las composiciones lindas o feas, sino aquellas que le producen sentido a las personas. Que venga alguien común y corriente y salga con alegría, o con bronca.

Un lugar como este restaurante, que empieza y atraerá a un montón de gente (en inicio por el gancho gastronómico), y con mis fotografías ofrece una rica simbiosis entre lo que se come y lo que se ve, me parece una opción ideal para exponer.

La muestra Argentinidad, exhibida en el restaurante Che Cubano, ubicado en tercera B, número 9615, entre 96 A y 98, Miramar, está disponible para todos los públicos de manera permanente.