La presencia de restricciones y obstáculos han impedido desde hace varios años el buen desenvolvimiento y desarrollo de las fuerzas productiva en el Sistema Alimentario.
Se necesitan cambios estructurales significativos en el funcionamiento de la gestión económico-productiva del sector agroalimentario, orientados a la utilización de las potencialidades existentes.
El proceso requiere de inmediatas transformaciones, no obstante, asumirlas de forma conjunta crea complicaciones que requieren solución rápida y efectiva.