La primera bailarina del Ballet Nacional de Cuba, recientemente fallecida en Madrid, entre otras muchas hazañas danzarías, interpretó como nadie, el papel de Novia en Bodas de sangre, de Antonio Gades.
Para los cubanos, Gabriel García Márquez fue el escritor por antonomasia y tanto Macondo como toda la progenie de los Buendía andaban en boca de todos.