Artistas de Cuba y República Dominicana sortean la pandemia

Varios estudios alertan sobre los impactos de la covid-19 para las mujeres en materia de pérdida de independencia económica y de retroceso en sus derechos.

Esta iniciativa aspira a profundizar la integración, aprovechar la diversidad y tender puentes entre pueblos y culturas diversas.

Foto: Cortesía de Unesco

La Habana, 15 mar.- ¿Qué retos y enseñanzas trajo la pandemia para la creación artística y las industrias culturales?, ¿por dónde andar en lo adelante? A esas y otras interrogantes respondieron artistas, gestoras culturales y emprendedoras de Cuba y República Dominicana en el panel “Mujeres emprendedoras en la cultura: oportunidades y desafíos en la era post covid-19.

Convocado en el espacio virtual por el Programa Transcultura: Integrando a Cuba, el Caribe y la Unión Europea mediante la cultura y la creatividad, el encuentro sacó a la luz cómo, desde la música, la orfebrería, el teatro, el reciclaje y los audiovisuales, mujeres de esas dos naciones supieron sobreponerse con gran esfuerzo a un contexto de múltiples adversidades.

En el panel participaron, por Cuba, Eme Alfonso, cantante, compositora y promotora cultural, Marnia Briones, artista de la plástica y activista ambiental, Rosana Vargas, orfebre y promotora cultural, e Ivette Ávila, realizadora audiovisual.

De República Dominicana, expusieron sus vivencias y desafíos Clara Morel, teatrista y activista social, Cecilia Moltoni, gestora cultural y comunicadora, Margaret Sosa, dramaturga y poetisa y

Lauristely Peña, escritora, docente y gestora cultural.

Experiencias cubanas

Desde la música, el teatro, la orfebrería, la literatura, el reciclaje y la realización audiovisual, no sin dificultades, brechas de género y limitaciones propias de cada contexto, las creadoras se adaptaron a las nuevas circunstancias, saltaron a los espacios digitales, transformaron sus prácticas y, para su asombro y satisfacción, llegaron a públicos nuevos, muchos de ellos jóvenes.

La música y compositora cubana Eme Alfonso explicó que ante la imposibilidad de realizar el festival Havana World Music, debido a la pandemia, se concentraron en el concurso Primera Base en la modalidad virtual, dirigido a jóvenes talentos.

“Fue realmente un éxito, porque logramos llegar a muchos más públicos, que era uno de nuestros principales objetivos, para intentar buscar nuevos talentos fuera de La Habana”, dijo y recomendó forjar alianzas, que fueron claves durante 2020, así como reforzar el alcance local y comunitario.

Similar presupuesto defendió en el panel la orfebre cubana Rosana Vargas, quien junto a su equipo durante el confinamiento consiguió relanzar su marca, multiplicar los seguidores en redes sociales, aliarse a otros emprendedores, quienes crearon para el proyecto de Vargas bolsas con materiales reciclados, un cóctel de la marca y asumieron la entrega de pedidos, por ejemplo.

“Antes era 70 por ciento local, ahora somos 100 por ciento locales, y hemos logrado que el cliente nos busque”, apuntó Vargas, quien a su vez confió en el regreso del turismo internacional, lo que contribuiría a soportar económicamente los proyectos personales.

Tanto Briones como Ávila expusieron los desafíos que les impuso la pandemia, iniciada en Cuba el 11 de marzo de 2020, y cómo, ante los planes trastocados, surgieron nuevos modos de hacer, que llegaron para quedarse.

La pandemia de covid 19 ha borrado decenios de progreso hacia la igualdad de género.

Alternativas dominicanas

Desde República Dominicana, Morel y Sosa compartieron cómo el teatro, desde el hogar, mediante las redes sociales, les abrió las puertas a nuevas obras, públicos, habilidades creativas y alianzas, en un contexto de franca desventaja, sin apoyo del estado y del sector privado, sobre todo para el arte de autoras y de una contracción de las fuentes de ingresos para sustentar la vida y el arte.

De acuerdo con Morel, paradójicamente, existen menos oportunidades, a pesar de que la cultura es parte de la estrategia de desarrollo.

En ese sentido, Moltoni llamó a las artistas a unirse para hallar soluciones y apoyarse, así como a no idealizar sus logros, pues “no somos magas ni todopoderosas, no podemos solas” y para acceder a recursos se necesita lucha e implica responsabilidad, “pero no solo de nosotras”.

Para Sánchez, este escenario ha llevado a construir otras formas de resiliencia, con mediaciones tecnológicas con sesgo de género, estas son luchas de mujeres y de hombres, de larga data, que necesitan de hombres “que actúen hombro con hombro con nosotras y nosotras también necesitamos hacer esa reflexión de otras masculinidades y feminidades”.

Escenario desafiante

Según dijo en el panel Saadia Sánchez, directora y representante de la oficina multipaís de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) para el Caribe, con sede en Kingston, Jamaica, la covid-19 ha ensanchado todas las brechas, en especial las relativas a la desigualdad de género.

Un reciente estudio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) arrojó que la pérdida de puestos de trabajo en el plano mundial ha afectado al 5 por ciento de las mujeres, frente al 3.9 por ciento de los hombres, dijo Sánchez.

Por su parte, una encuesta del International Center for Journalists, indica que la pérdida de independencia económica también ha expuesto en mayor medida a las mujeres a la violencia y a la discriminación, alertó la directora de la oficina multipaís.

Sánchez citó al secretario general de ONU, António Guterres, quien el 8 de marzo enfatizó que la pandemia de covid 19 ha borrado decenios de progreso hacia la igualdad de género.

“Con el gran número de puestos de trabajo perdidos y la explosión de la carga de los cuidados no remunerado, con la disrupción de la enseñanza y la escalada de la crisis de violencia doméstica y la explotación, la vida de las mujeres se ha visto perturbada y sus derechos, erosionados”, alertó.

Transcultura

El programa Transcultura: integrando a Cuba, el Caribe y la Unión Europea mediante la cultural y la creatividad es implementado por la Oficina regional de cultura para América Latina y el Caribe de la Unesco, con el concurso de actores cubanos claves y de la región caribeña. Es financiado por la Unión Europea, con un monto de más de 15.621.000 dólares.

Iniciada en enero de 2020, esta iniciativa aspira a profundizar la integración, aprovechar la diversidad y tender puentes entre pueblos y culturas diversas y fomentar el papel de la cultura y del patrimonio en el desarrollo sostenible. (2021)

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